lunes, 13 de octubre de 2014

POSTFEMINISMO, BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA QUEER Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

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DW. BEATRIZ PRECIADO, JUDITH BUTLER Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA QUEER Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


Biopolítica: disciplinas normalizadoras y poder regulatorio.



Biopolítica”, el término acuñado por Foucault, ha sido retomada por varios teóricos con cierta indeterminación, refiere al orden de una política determinada en su conjunto por la vida, orientada hacia su conservación y su control.1 Lo que significa, en principio, no “una política a propósito de la vida, o del viviente”, sino “la vida que determina la política”, o bien “la esfera de la política que es coextensiva a la esfera de la vida”.2


Para Foucault las técnicas o disciplinas normalizadoras se corresponden con lo que lo que hoy conocemos como “biopolítica”, esto es, la historia de los sistemas disciplinarios y de poder, un dispositivo de defensa de la sociedad, que a partir del siglo XIX se emplaza en términos de “guerra interna” contra los peligros originados en el propio cuerpo social.3 El biopoder en Foucault debe ser analizado en dos niveles4, por un lado, se encuentra el poder disciplinario y por otro el poder regulatorio.

En el primer caso, el objetivo es el cuerpo del ‘hombre’, donde su blanco es el conocimiento, poder y subyugación a través de instituciones como el escuela, la prisión, hospitales, ejércitos y todas aquellos organismos que describió detalladamente Foucault en sus taxonomías de las instituciones. En este primer nivel, las tácticas utilizadas para el disciplinamiento dicen relación con estudios y prácticas criminalísticas, y educacionales. En segundo lugar, está el poder regulatorio (biopolítica) cuyo objetivo ya no es individual si no social, se ocupa de la población y de la raza bajo consideraciones no sólo conductuales, sino también biológicas e higiénicas, La institución por excelencia definida por Foucault para realizar este tipo de regulación es el Estado, a través de prácticas demográficas, sociológicas, políticas de migración, de longevidad y de salud pública.
Para Foucault, de manera claramente más restringida, la palabra designaba el hecho de que, a partir del siglo XVIII, el control de las condiciones de la vida humana se convirtió en un asunto político expreso (salud, alimentación, demografía, exposición a los peligros naturales y técnicos, etc.). Hasta ese momento, el poder se interesaba poco por ello, ya que tenía otros objetos de atención más directos para su ejercicio antes que nada, en territorio.


De esta forma Michel Foucault traza por primera vez la ecuación entre el surgimiento del individuo moderno y el biopoder: en su análisis del poder disciplinario, Foucault descubre que las técnicas de sujección y de normalización de los individuos intervienen sobre el cuerpo, es decir, sobre la salud, la sexualidad, la herencia biológica o racial, la higiene, clasificando a la población y distribuyendo a sus miembros en el mapa definitorio de lo normal y lo anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad y la salud.

Foucault descubre que las técnicas de-sujeción y de normalización de las que surge el individuo moderno tienen como punto de aplicación primordial el cuerpo: es alrededor de la salud, la sexualidad, la herencia biológica o racial, la higiene, los modos de relación y de conducta con el propio cuerpo, que las técnicas de individuación constituyen a los sujetos y los distribuyen en el mapa definitorio de lo normal y lo anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad y la salud. Es, pues,a partir del umbral de lo biológico, en esa zona entre lo biológico y lo social, que las tecnologías modernas intervienen y colonizan, de un modo nuevo, aquello que el mundo clásico reservaba a la esfera de lo doméstico y de lo privado -la esfera del oikos-.5

El cuerpo y la vida, el cuerpo como instanciación del ser viviente del hombre, se tornan materia política: de esa materia está hecho el “individuo moderno” de Foucault. Foucault considera que las políticas totalitarias -la nazi en primer lugar, aunque también la socialista- han sido biopolíticas porque han estado dirigidas, más que a una dominación de sus adversarios, al dominio de una población, de una «raza» o de un «pueblo» definido según las normas de la salud de la vitalidad productiva, etc. (Foucault lo ordena todo bajo una categoría muy amplia de racismo).6



Foucault advierte que el Estado “comienza a incluir entre sus tareas esenciales el cuidado de la vida de la población” y “es ante todo por una progresiva generalización y redefinición del concepto de vida vegetativa u orgánica (que coincide ahora con el patrimonio biológico de la nación […]” .



Entre los refinados y numerosos matices conceptuales comentados por Agamben respecto de Deleuze, dice que este último (en Deseo y placer) manifiesta que, en rigor, la vida no es naturaleza sino “el campo de inmanencia variable del deseo”; es decir, en una equivalencia con el concepto de Spinoza referido al perseverar en su propio ser, desear es “desear el propio deseo, constituirse como deseante”. La vida es el campo de inmanencia variable del deseo. La potencia que constituye la vida en sentido primordial (el nutrirse), coincide con el deseo de conservar su propio ser que define la potencia de la vida como inmanencia absoluta.





Algunos antecedentes del biopoder dentro de la obra de Foucault.



La obra de Foucault suele dividirse en tres momentos o etapas intelectuales. Si se atiende al estudio introductorio a la edición en español de la obra Tecnologías del yo7, el primer momento se centra alrededor de la pregunta por el saber entendida como arqueología en los textos La historia de la locura y La arqueología del saber. El segundo momento hace relación a los primeros acercamientos de Foucault a la pregunta por el poder en textos como El orden del discurso, Vigilar y castigar y La voluntad de saber. Finalmente, Foucault se ocupará de la pregunta por el gobierno de los sujetos, es decir, por las técnicas y tecnologías de la subjetividad. Lo anterior se verá reflejado en los textos La inquietud de sí, El uso de los placeres y La gubernamentalidad.



Siguiendo este ordenamiento, en un primer momento de la obra de Foucault, se ubican los diversos discursos relacionados con la ciencia y su tendencia a objetivar el sujeto como lo hace la biología, la economía o la historia natural. En segundo lugar, Foucault se ocupa de lo que él mismo denomina prácticas escindentes (practiques divisantes), por medio de las cuales el sujeto es dividido en el interior de sí mismo o de los otros; una vez más este proceso hace de él un objeto susceptible de ser categorizado: EnfermoSano, LocoCuerdo, Criminal No Criminal. El tercer momento foucaultiano, con su énfasis en el sujeto, al igual que algunos puntos relevantes del segundo momento foucaultiano, serán el punto de partida de las reflexiones sobre los sujetos y su relación con el poder. Al respecto Foucault precisa:



“Sin duda, el objetivo principal hoy no es descubrir, sino rechazar lo que somos. Nos es preciso imaginar y construir lo que podríamos ser para desembarazarnos de esta especie de “doble coerción” política que es la individualización y la totalización simultáneas de las estructuras del poder moderno. Podría decirse, para concluir, que el problema a la vez, político, ético, social y filosófico, que se nos plantea hoy no es tratar de liberar al individuo del Estado y sus instituciones, sino de liberarnos nosotros del Estado y del tipo de individualización que le es propio. Nos es preciso promover nuevas formas de subjetividad rechazando el tipo de individualidad que se nos ha impuesto durante siglos.”8



Antes que preocuparse por la génesis del Estado o por el surgimiento del moderno individualismo burgués, Foucault se va a preguntar por la tendencia de los modelos políticos modernos en pos del individualismo, al tiempo que refuerzan las instituciones y medidas tendientes a tomar a los individuos como un todo.

A propósito de la reflexión foucaultiana sobre el poder vale la pena resaltar como nuestro autor distingue entre dos paradigmas o formas de entender el poder. En primer lugar aborda la idea jurídica del poder, por la cual se atribuye al soberano el derecho legítimo que ejerce sobre los sujetos bajo la forma de contrato. En tanto que la segunda forma de entender el poder es denominada por Foucault forma disciplinaria del poder, en abierta oposición con la primera puesto que se caracteriza por ser anti soberana y anti jurídica. Se trata de una forma de control que ejerce la fuerza normalizando y creando las condiciones de vigilancia para imponer la docilidad de los sujetos.



La forma disciplinaria del poder es una forma de poder que, básicamente, no actúa sobre los sujetos, sino que los encausa hacia un horizonte de acción: No

disciplina, sino que normaliza9. No funciona con base en los ordenamientos jurídicos o los derechos, sino en normas y estándar es que aluden a una tecnología social. Es un poder que surge con el desarrollo de las ciencias humanas y, en particular, con el de las ciencias de la normalización. De tal modo que el poder no está centrado, sino que es difuso, no es propiedad exclusiva de nadie, sino anónimo, no se ejerce sino que se trasmite y se vive10.



En esta misma línea, a la hora de pensar el poder en Foucault, es preciso tener en cuenta dos “precauciones de método” al respecto: La primera es no considerar el poder como un fenómeno macizo y homogéneo, que opera en una sola dirección, sino como algo que circula en muchas direcciones y funciona en cadena. En una palabra: El poder es multidireccional y funciona siempre en red. La segunda precaución es que existen varios niveles en el ejercicio del poder. Foucault prefiere concentrarse en los niveles más bajos, allí donde la microfísica del poder trashuma por nuestro cuerpo (…) Tenemos entonces que Foucault distingue tres niveles de generalidad en el ejercicio del poder: un nivel microfísico en el que operarían las tecnologías disciplinarias y de producción de sujetos, así como las “tecnologías del yo” que buscan una producción autónoma de la subjetividad; un nivel mesofísico en el que se inscribe la gubernamentalidad del Estado moderno y su control sobre las poblaciones a través de la biopolítica; y un nivel macrofísico en el que se ubican los dispositivos supra estatales de seguridad que favorecen la libre competencia entre los Estados hegemónicos por los recursos naturales y humanos del planeta”.11

BEATRIZ PRECIADO Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA “QUEER” Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 

DW. BEATRIZ PRECIADO, JUDITH BUTLER Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA QUEER Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA 

 

 
LA FEMINIDAD COMO MASCARADA EN LA INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICA DE JOAN RIVIÈRE.

A partir de las reflexiones de Ernest Jones sobre la sexualidad femenina, Joan Rivière, una de las primeras mujeres que consiguió hacerse un hueco en los círculos académicos psicoanalíticos, publicó en 1929 un artículo (Womanliness as a Mascarade) en el que definía la feminidad como mascarada. E. Jones había establecido un esquema de desarrollo de la sexualidad femenina subdividido en dos grandes grupos - homosexual y heterosexual - a los que Jones añadía perplejamente varias formas intermedias. De esas formas intermedias había una que interesaba especialmente a Joan Riviére: la de aquellas mujeres que, pese a su orientación heterosexual, presentaban rasgos marcados de masculinidad (y a las que denominaba "mujeres intermedias"). "Un tipo de mujer hetero-masculina, puntualizó Beatriz Preciado, que rompía con la causalidad aparentemente natural que enlaza sexo, género y orientación sexual."

Para el psicoanálisis de aquella época, la diferencia entre desarrollar una orientación homosexual y heterosexual estaba determinada por el grado variable de la angustia. Tomando como referencia la idea de S. Ferenczi de que ciertos hombres homosexuales luchan contra su orientación exagerado su heterosexualidad, Rivière cree que estas mujeres intermedias utilizan la máscara de la feminidad para "alejar la angustia y evitar la venganza de los hombres". En este sentido se refiere a un tipo específico de mujer heterosexual que intenta abrirse camino en ámbitos académicos y profesionales (espacio público y político reservado a los hombres) y a la vez participa de los roles clásicos de la feminidad (buena ama de casa, esposa atenta, marcado instinto maternal,...). Y toma como ejemplo el caso de una paciente (donde podemos encontrar una evocación narrativa de su propia biografía) que debe utilizar el habla y la escritura (algo impropio de las mujeres de su época) en el desarrollo de su labor profesional. La angustia de esta paciente se manifestaba tras sus intervenciones en el espacio público y le llevaba a sentir un deseo de coquetear histéricamente con todos los hombres que podía (especialmente con aquellos que le recordaban a su padre).

Según Riviere esta paciente pertenecería al grupo de mujeres homosexuales, aunque no estuviera interesada por otras mujeres. Es decir, una mujer cuya orientación sexual sería la homosexualidad, pero no así sus prácticas sexuales. "Siempre teniendo en cuenta, aclaró Beatriz Preciado, que hasta mediados del siglo XX la homosexualidad se entendía como inversión de género y no como relación entre individuos del mismo sexo". Esta inversión le generaba a su paciente una terrible angustia (pues provocaba la censura del resto de los hombres) que sólo lograba sortear si utilizaba la feminidad como una máscara, como un disfraz que camuflara sus rasgos marcados de masculinidad y evitara las represalias de los hombres por haber entrado en su territorio (el ámbito público, el espacio político y de la palabra).
Esta noción de la feminidad como máscara formulada hace más de 70 años nos remite ya, como puso de manifiesto Butler, al concepto de performance, a la idea de que el género es una construcción cultural, una elaboración política y no algo natural. Pero Rivière y todo el aparato discursivo psicoanalítico posterior mantiene la dicotomía entre masculinidad y feminidad, otorgando a lo masculino un valor originario (natural) y subrayando de lo femenino su carácter de máscara. "La cultura queer, aseguró Beatriz Preciado, va mucho más allá, al plantear que no existe tal dicotomía, ni siquiera diferencia entre una feminidad/masculinidad verdadera y otra impostada, sino que toda identidad de género es una perfomance, una mascarada".

Performances de género y políticas del performativo: la aportación de la teoría queer
 
Una definición genérica de performance como proceso de repetición regulada (que abarca desde el ritual a la mascarada, pasando por el travestismo o las representaciones paródicas) permite asociar este concepto con la idea de performatividad como acto lingüístico y a su vez evitar la excesiva estetización que ha adquirido el término en el mundo del arte (donde se ha neutralizado su carga política). Las teorías queers, que nacen de un cruce metodológico y disciplinario, han explicado el género en términos de performance, una tesis que en los textos fundacionales de Judith Butler se desarrolla a partir del análisis de la cultura Drag Queen.

"Pero Judith Butler, indicó Beatriz Preciado, se basa exclusivamente en el análisis de las performances de la feminidad, y se apoya todavía en el discurso psicoanalítico que concebía la feminidad como mascarada y la masculinidad como algo natural". Para la autora de Manifiesto contrasexual las teorías queers deben articular una visión sobre el amor, el placer y la sexualidad completamente alternativa al psicoanálisis, una disciplina que surge de una cosmovisión burguesa y fundamentalmente colonial y que se sustenta sobre la noción del sujeto (masculino) de la modernidad. Según Beatriz Preciado, a partir de los años 60 se ha abierto un espacio político y social en el que los presupuestos psicoanáliticos no encajan.

Uno de los problemas de la teoría queer, al menos en su formulación butleriana, es que intenta conciliar dos planteamientos filosóficos distintos sobre el sujeto y el poder. Por un lado, los textos psicoanalíticos que describen el poder como censura, como instancia de represión, y ven la relación entre el sujeto y el discurso en términos dialécticos (planteando que existe un deseo que antecede al sujeto, una pulsión anterior al lenguaje y al discurso). Por otro lado, los análisis de Foucault sobre la sexualidad (que Preciado completaría y matizaría con las reflexiones de Monique Wittig y los trabajos de Deleuze y Guattari) en los que se concibe el sujeto como producto del discurso y el poder como producción.

En su libro The straight mind (1980) Monique Wittig, activista y ensayista lesbiana fallecida recientemente, definía el sexo y el género como una construcción y consideraba las actividades asociadas a lo femenino (la reproducción, el matrimonio, el cuidado de los hijos,...) como elementos de una cadena de producción social y demográfica destinada a la reproducción de la vida. Wittig calificaba la heterosexualidad no ya como una práctica sexual sino como un régimen político (un sistema de producción capitalista), un análisis que conecta con la noción foulcatiana de biopolítica. Para Wittig, que sustituye la dualidad dialéctica de la opresión hombre/mujer por la de hetersosexualidad/homosexualidad, "la mujer" no es una identidad natural, sino una categoría política que surge en el marco de un discurso heterocentrado. En este sentido la autora de The straight mind consideraba que las lesbianas no son mujeres, ya que no participan en el régimen político (productivo y reproductivo) de la heterosexualidad.

Desmarcándose de la dialéctica binaria de la opresión marxista y en
continuidad con el pensamiento de Foucault y de su coetánea Monique Wittig, las teorías queers hablan de un poder productivo, transversal,
complejo. "Frente a una estructura de dominación vertical y sin fisuras, puntualizó Beatriz Preciado, donde a un lado están los hombres y al otro las mujeres (o a un lado los poderosos y al otro los oprimidos), las teorías queers piensan que existe un sistema complejo que pone en marcha múltiples relaciones de poder y en el que, por tanto, es siempre posible intervenir, crear espacios de resistencia y desarrollar una lucha política".

En los textos teóricos queers es muy importante la reflexión sobre el sujeto de la enunciación. En la película Paris is burning (proyectada parcialmente durante la tercera jornada del seminario) el sujeto de la enunciación es Jeannie Livingstone, una persona blanca, judía, neoyorquina y de clase media-alta (lo que determina su mirada e interpretación de la realidad) que dirige un filme sobre transexuales, travestíes y trabajadoras sexuales de clase baja (en su mayoría chicanos, negros o white trash) participando (como autores o como espectadores) en actuaciones de Drag Queens. El filme presenta las performances de género de estas Drag Queens no como una mera representación escénica (para la que bastaría colocarse una peluca y un traje) sino como el resultado de un proceso de aprendizaje performativo muy determinado por una serie de condiciones personales, materiales y sociales.

"Pero lo interesante de Paris is burning, subrayó Beatriz Preciado, es que no sólo articula un sugerente análisis del género, sino que además lleva a cabo una exploración de las políticas de identidad en el mundo capitalista al mostrarnos los accesorios de las Drag Queens como productos de consumo que simbolizan todo un conjunto de roles económicos y políticos". Gracias a la creación de un espacio performativo donde se sienten respaldadas, estas drags marginales pueden acceder a la cultura y a los sistemas de representación consumistas a través de performances que les permiten realizar no sólo la performance de la feminidad, sino también la performance del hombre de negocios o del alumno de un colegio privado (identidades que no pueden o no han podido desempeñar por un conjunto de imposiciones políticas de género, clase y raza). En este sentido, las parodias de los habitantes del mundo paralelo del Ball Room de Paris is Burning, ponen de manifiesto la producción performativa no sólo del género, sino también de la clase y de la raza.
 
  fashion photography.
POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER;  MÁS ALLÁ DEL GÉNERO Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
 

Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA - Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad


Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad

 

POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER: SEXO  Por Lorena Cuevas Ramirez Swingers 

 

 

  

Formas de "gobierno sobre la vida": gubernamentalidad y modelo neoliberal.


Escuelas de pensamiento foucaultianas.12





Por otro lado al intentar describir las estrategias de resistencia a las técnicas de poder desplegadas por Foucault cabe distinguir entre dos formas de entender el "gobierno sobre la vida": una forma totalitaria, la otra neoliberal. Mucho más complicada es la cuestión de cómo resistir el gobierno neoliberal sobre la vida, justamente porque esta forma de gobierno es más un gobierno "de" la vida que "sobre" la vida. “El problema en relación con esto es que Foucault introdujo los términos de "gobierno" y de "biopolítica" pero nunca propuso una teoría sistemática acerca de la relación entre ellos. Por un lado, dentro de una discusión muy vasta sobre la gubernamentalidad, Foucault se da cuenta de que en la época moderna, el problema del gobierno comienza a centrarse en la vida biológica de los hombres y propone el análisis de una nueva forma de poder: el biopoder”.13 Ahora bien, aquí cabe una precisión fundamental, los intérpretes de Foucault se dividen en dos escuelas de pensamiento: por un lado, aquellos que dan una cierta prioridad a la biopolítica sobre el gobierno (y en general, podemos decir que ésta es la recepción italiana de Foucault), y por otro lado, aquellos que dan una cierta prioridad al problema del gobierno en cuanto una nueva mutación del poder/saber (y en general, podemos decir que ésta es la recepción anglosajona y franco-alemana de Foucault).14


Para Foucault, la idea de "gobierno" es una forma de "control" -poder- o de "regulación" que se ejerce a partir de la "naturaleza" misma de las cosas; no se aplica "desde afuera" a éstas, sino que les es inmanente. Ahora, para entender la resistencia posible a una gubernamentalidad neoliberal, se debe entender sobre cuáles lógicas de la vida se modela tal gubernamentalidad. Tales lógicas son muy variadas -algunas de ellas con pretensiones epistemológicas-: van desde lógicas darwinistas (evolución), o nietzscheanas (voluntad de poder), hasta lógicas del tipo explorado por Canguilhem (normativas), o por Derrida y Esposito, del tipo "autoinmunitario", etc.



Ahora bien de la Sociedad Disciplinaria de Michel Foucault se comienza esbozar la idea de lo que vendría luego: la Sociedad de Control y es precisamente esta obra de Deleuze Postdata sobre las Sociedades de Control, la que ensambla con las reflexiones de Peter Sloterdijk En el mundo interior del capital a partir de ciertas reflexiones sobre la sociedad posmoderna, la influencia de los medios de comunicación y los cambios tecnológicos de los últimos años.15


Foucault: las tecnologías del yo y la gubernamentalidad



La tecnología política tiene el objetivo de corregir la “anomalía” de los individuos y ajustar sus campos de acción a lo socialmente deseable y adecuado.

La tecnología del yo dice relación a las prácticas por las cuales los individuos se constituyen así mismo como sujetos, dentro de un sistema atravesado por un sinnúmero de relaciones de poder. Las tecnologías del yo entran en acción cuando, en la aplicación de una tecnología política, el individuo es conducido a tomar conciencia de su “anormalidad” o “falta” pero es inconsciente de aquello a lo que se induce. Así los sujetos solicitan, por iniciativa propia, ser tratados nuevamente por una tecnología política, con sus respectivas técnicas de intervención.

La gubernamentalidad se expresa en medidas estatales que operan sobre la producción de conocimientos, cuya elaboración emana de un conjunto de instituciones, expertos y disciplinas destinados a constituir un régimen social normalizador. En ese sentido, todo ese aparato de saberes e instituciones sociales va dirigido a identificar, clasificar y tipificar el grado de “anormalidad” de los individuos con el propósito de normalizarlos, modificarlos y acomodarlos a un orden social concebido por el discurso emanado del poder del Estado.

Estas medidas gubernamentales no tienen el propósito último de castigar o reprimir, sino de administrar la conducta de los individuos actuando sobre sus posibilidades de acción, “concientizándolos” de tal es posibilidades y anormalidades.

En su conferencia y posterior texto de 1981, Omnes Et Singulatum, Hacia una crítica de la razón política, Foucault señala como un hecho evidente el de que las sociedades europeas han evolucionado, gradualmente, hacia formas cada vez más centralizadas en cuanto al ejercicio del poder político.

Paralelo a este fenómeno, y en apariencia, contrario se da, según Foucault, un desarrollo rastreable de ciertas técnicas de poder orientadas hacia los individuos y destinadas a gobernar sobre éstos continuamente: “Si el Estado es la forma política de un poder centralizado y centralizador, llamemos pastorado al poder individualizador”. Así, la apuesta epistemológica de Foucault, estará encaminada a rastrear los orígenes, las conexiones y la evolución entre este poder individualizador y su contraparte, en los modelos de Estado venidos tras la revolución francesa.



Al distinguir entre “sociedades soberanas” y “sociedades disciplinarias” Foucault ya había señalado el paso, que ocurre en la época moderna, de una forma de poder que decide sobre la muerte y la ritualiza, a una nueva forma de poder que calcula técnicamente la vida en términos de población, de salud o de interés nacional. Por otra parte, precisamente en ese momento aparece la nueva separación homosexual/heterosexual.16 Trabajando en la línea iniciada por Audre Lorde, Ti-Grace Atkinson y el manifiesto “The-Woman-Identified-Woman”17 “Radicalesbians”, Wittig llegó a describir la heterosexualidad no como una práctica sexual sino como un régimen político, que forma parte de la administración de los cuerpos y de la gestión calculada de la vida, es decir, como parte de la “biopolítica”18. Una lectura cruzada de Wittig y de Foucault permitió a comienzos de los años 80 que se diera una definición de la heterosexualidad como tecnología bio-política destinada a producir cuerpos heteros. 

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FOUCAULT: BIOPOLÍTICA, HIGIENE SOCIAL Y DISEÑO DEL “CUERPO BIOLÓGICO DE LA NACIÓN.

 

Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
   1Dr. Adolfo Vásquez Rocca: Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor  de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago.

   Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, © 2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2013.
http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html
     E-mail: adolfovrocca@gmail.com
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  • VASQUEZ, Adolfo, (2007) Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización. Valencia: Colección Novatores, 2007.

1NANCY, Jean-Luc, La creación del mundo o la mundialización, Editorial Paidós, Barcelona, 2003, Barcelona, p. 115

2Sin duda, se encuentran también usos más restringidos del término. Pero aquí sólo se consideran los más propiamente filosóficos y que implican, proposiciones que revalúan fundamentalmente cada uno de los términos que lo componen.

3 FOUCAULT, Michel, (1977): Historia de la sexualidad – Vol 1: La voluntad de saber. México: Siglo XXI

4 TAYLOR, Dianna, (2011): Michel Foucault. Key Concepts. Reino Unido: Acumen.

5DELEUZE -FOUCAULT- AGAMBEN, Ensayos sobre Biopolítica: Excesos de vida, Giorgi, Gabriel y Rodríguez, Fermín (comps) [Gilles Deleuze /Michel Foucault /Antonio Negri / Slavov Zizek / Giorgio Agamben], Editorial Paidós, Buenos Aires, 2009.

6NANCY, Jean-Luc, La creación del mundo o la mundialización, Editorial Paidós, Barcelona, 2003, Barcelona, p. 116

7FOUCAULT, Michael. Tecnologías del yo y otros textos afines. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1990. p.12-13.

8Ibid., p.24.

9MENDIETA, Eduardo, “'Hacer vivir y dejar morir': Foucault y la genealogía del racismo”. En: Tabula Rasa, Bogotá, Nº.6, enero–junio (2007); p.140.

10Ibid., p.141-142.

11CASTRO, Santiago. “Michel Foucault y la colonialidad del poder”. En: Tabula Rasa, Bogotá, No.6, enero–junio (2 007); p.162.

12La recepción italiana y la recepción anglosajona y franco-alemana

13 LEMM, Vanessa y [M. Vatter , B. Noys y G.Chirolla], “Poder, vida y subjetivación”, Revista de Estudios Sociales, Universidad de los Andes, Colombia, Nº 43, 2012, 166-173

14Ibid.

15VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Sloterdijk, Agamben y Nietzsche: Biopolítica, posthumanismo y Biopoder" En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid, Nº 23 | Julio-Diciembre.2009 (I) pp. 291-302

16PRECIADO, Beatriz, “Multitudes Queer: notas de una política para 'los anormales'”, En Revista Multitudes. Nº 12. París, 2010

17Radicalesbians, « The Woman-Identified Woman », en Anne Koedt, dir. Notes from the Third Year, New York, 1971. 


18Michel Foucault, Historia de la sexualidad, Volumen I, Siglo XXI, Madrid, 1979. 

KATE MOSS Y THE ROLLING STONES: LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO O LA POSMODERNIDAD NIHILISTA Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 

MULTITUDES QUEER


-NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX"


 

BEATRIZ PRECIADO

Este artículo trata de la formación de los movimientos y de las teorías queer, de la relación que mantienen con los feminismos y del uso político que hacen de Foucault y de Deleuze. Analiza también las ventajas teóricas y políticas que aporta la noción de “multitudes” a la teoría y al movimiento queer, en lugar de la noción de “diferencia sexual”. A diferencia de lo que ocurre en EEUU, los movimientos queer en Europa se inspiran en las culturas anarquistas y en las emergentes culturas transgénero para oponerse al “Imperio Sexual”, especialmente por medio de una des-ontologización de las políticas y de las identidades. Ya no hay una base natural (“mujer”, “gay”, etc.) que pueda legitimar la acción política. Lo que importa no es la “diferencia sexual” o la “diferencia de l@s homosexuales”, sino las multitudes queer. Una multitud de cuerpos: cuerpos transgéneros, hombres sin pene, bolleras lobo, ciborgs, femmes butchs, maricas lesbianas... La “multitud sexual” aparece como el sujeto posible de la política queer. 
A la memoria de Monique Wittig



 



« Entramos en una época en que las minorías del mundo comienzan a

organizarse contra los poderes que les dominan y contra todas las ortodoxias »

Félix Guattari,

Recherches

(Trois Milliards de Pervers), 1973. 

La sexopolítica es una de las formas dominantes de la acción biopolítica en el capitalismo contemporáneo. Con ella el sexo (los órganos llamados « sexuales », las prácticas sexuales y también los códigos de la masculinidad y de la feminidad, las identidades sexuales normales y desviadas) forma parte de los cálculos del poder, haciendo de los discursos sobre el sexo y de las tecnologías de normalización de las identidades sexuales un agente de control sobre la vida.
Al distinguir entre « sociedades soberanas » y « sociedades disciplinarias » Foucault ya había señalado el paso, que ocurre en la época moderna, de una forma de poder que decide sobre la muerte y la ritualiza, a una nueva forma de poder que calcula técnicamente la vida en términos de población, de salud o de interés nacional. Por otra parte, precisamente en ese momento aparece la nueva separación homosexual/heterosexual. Trabajando en la línea iniciada por Audre Lorde [1], Ti-Grace Atkinson [2] y el manifiesto « The-Woman-Identified-Woman » [3] de « Radicalesbians », Wittig llegó a describir la heterosexualidad no como una práctica sexual sino como un régimen político [4], que forma parte de la administración de los cuerpos y de la gestión calculada de la vida, es decir, como parte de la “biopolítica” [5]. Una lectura cruzada de Wittig y de Foucault permitió a comienzos de los años 80 que se diera una definición de la heterosexualidad como tecnología bio-política destinada a producir cuerpos heteros (straight).
El imperio sexual

La noción de sexopolítica tiene en Foucault su punto de partida, cuestionando su concepción de la política según la cual el biopoder sólo produce disciplinas de normalización y determina formas de subjetivación. A partir de los análisis de Mauricio Lazzaratto [6] que distingue el biopoder de la potencia de la vida, podemos comprender los cuerpos y las identidades de los anormales como potencias políticas y no simplemente como efectos de los discursos sobre el sexo. Esto significa que hay que añadir diversos capítulos a la historia de la sexualidad inaugurada por Foucault. La evolución de la sexualidad moderna está directamente relacionada con la emergencia de lo que podría denominarse el nuevo “Imperio Sexual” (para resexualizar el Imperio de Hardt y Negri). El sexo (los órganos sexuales, la capacidad de reproducción, los roles sexuales en las disciplinas modernas...) es el correlato del capital. La sexopolítica no puede reducirse a la regulación de las condiciones de reproducción de la vida, ni a los procesos biológicos que “conciernen a la población”. El cuerpo hetero (straight) es el producto de una división del trabajo de la carne según la cual cada órgano es definido por su función. Toda sexualidad implica siempre una territorialización precisa de la boca, de la vagina, del ano. De este modo el pensamiento heterocentrado asegura el vínculo estructural entre la producción de la identidad de género y la producción de ciertos órganos como órganos sexuales y reproductores. Capitalismo sexual y sexo del capitalismo. El sexo del ser vivo se convierte en un objeto central de la política y de la gobernabilidad. En realidad, el análisis foucaultiano de la sexualidad depende en exceso de cierta idea de la disciplina del siglo XIX. A pesar de conocer los movimientos feministas americanos, la subcultura SM o el Fhar en Francia, nada de esto le llevó realmente a analizar la proliferación de las tecnologías del cuerpo sexual en el siglo XX: medicalización y tratamiento de los niños intersexuales, gestión quirúrgica de la transexualidad, reconstrucción y “aumento” de la masculinidad y de la feminidad normativas, regulación del trabajo sexual por el Estado, boom de las industrias pornográficas... Su rechazo de la identidad y de la militancia gay le llevará a inventarse una retroficción a la sombra de la Grecia Antigua. Ahora bien, en los años 50, asistimos a una ruptura en el régimen disciplinario del sexo. Anteriormente, y como continuación del siglo XIX, las disciplinas biopolíticas funcionaban como una máquina para naturalizar el sexo. Pero esta máquina no era legitimada por “la conciencia”. Lo será por médicos como John Money cuando comienza a utilizar la noción de “género” para abordar la posibilidad de modificar quirúrgica y hormonalmente la morfología sexual de los niños intersexuales y las personas transexuales. Money es el Hegel de la historia del sexo. Esta noción de género constituye un primer momento de reflexividad (y una mutación irreversible respecto al siglo XIX). Con las nuevas tecnologías médicas y jurídicas de Money, los niños “intersexuales”, operados al nacer o tratados durante la pubertad, se convierten en minorías construidas como “anormales” en beneficio de la regulación normativa del cuerpo de la masa straight (heterocentrada). Esta multiplicidad de los anormales es la potencia que el Imperio Sexual intenta regular, controlar, normalizar. El “post-moneismo” es al sexo lo que el post-fordismo al capital. El Imperio de los normales desde los años 50 depende de la producción y de la circulación a gran velocidad de los flujos de silicona, flujos de hormonas, flujo textual, flujo de las representaciones, flujo de las técnicas quirúrgicas, en definitiva flujo de los géneros. Por supuesto, no todo circula de manera constante, y además no todos los cuerpos obtienen los mismos beneficios de esta circulación: la normalización contemporánea del cuerpo se basa en esta circulación diferenciada de los flujos de sexualización . Esto nos recuerda oportunamente que el concepto de “género” fue ante todo una noción sexopolítica antes de convertirse en una herramienta teórica del feminismo americano. No es casualidad que en los años 80, en el debate que oponía a las feministas “constructivistas” y las feministas “esencialistas”, la noción de “género” va a convertirse en la herramienta teórica fundamental para conceptualizar la construcción social, la fabricación histórica y cultural de la diferencia sexual, frente a la reivindicación de la “feminidad” como sustrato natural, como forma de verdad ontológica.
Políticas de las multitudes queer
El género ha pasado de ser una noción al servicio de una política de reproducción de la vida sexual a ser el signo de una multitud. El género no es el efecto de un sistema cerrado de poder, ni una idea que actúa sobre la materia pasiva, sino el nombre del conjunto de dispositivos sexopolíticos (desde la medicina a la representación pornográfica, pasando por las instituciones familiares) que van a ser objeto de reapropiación por las minorías sexuales. En Francia, la mani del 1 de mayo de 1970, el número 12 de Tout y el de Recherches (Trois milliards de Pervers), el Movimiento de antes del MLF, el FHAR y las terroristas de las Gouines Rouges (Bolleras Rojas) constituyen una primera ofensiva de los “anormales”. El cuerpo no es un dato pasivo sobre el cual actúa el biopoder, sino más bien la potencia misma que hace posible la incorporación protésica de los géneros. La sexopolítica no es sólo un lugar de poder, sino sobre todo el espacio de una creación donde se suceden y se yuxtaponen los movimientos feministas, homosexuales, transexuales, intersexuales, transgéneros, chicanas, post-coloniales... Las minorías sexuales se convierten en multitudes. El monstruo sexual que tiene por nombre multitud se vuelve queer.
El cuerpo de la multitud queer aparece en el centro de lo que podríamos llamar, para retomar una expresión de Deleuze/Guattari, un trabajo de “desterritorialización” de la heterosexualidad. Una desterritorialización que afecta tanto al espacio urbano (por tanto, habría que hablar de desterritorialización del espacio mayoritario, y no de gueto) como al espacio corporal. Este proceso de “desterritorialización” del cuerpo supone una resistencia a los procesos de llegar a ser “normal”. El hecho de que haya tecnologías precisas de producción de cuerpos “normales” o de normalización de los géneros no conlleva un determinismo ni una imposibilidad de acción política. Al contrario. Dado que la multitud queer lleva en sí misma, como fracaso o residuo, la historia de las tecnologías de normalización de los cuerpos, tiene también la posibilidad de intervenir en los dispositivos biotecnológicos de producción de subjetividad sexual. Esto es concebible a condición de evitar dos trampas conceptuales y políticas, dos lecturas (equivocadas pero posibles) de Foucault. Hay que evitar la segregación del espacio político que convertiría a las multitudes queer en una especie de margen o de reserva de trasgresión. No hay que caer en la trampa de la lectura liberal o neoconservadora de Foucault que llevaría a concebir las multitudes queer como algo opuesto a las estrategias identitarias, tomando la multitud como una acumulación de individuos soberanos e iguales ante la ley, sexualmente irreductibles, propietarios de sus cuerpos y que reivindicarían su derecho inalienable al placer. La primera lectura tiende a una apropiación de la potencia política de los anormales en una óptica de progreso, la segunda silencia los privilegios de la mayoría y de la normalidad (hetero)sexual, que no reconoce que es una identidad dominante. Teniendo esto en cuenta, los cuerpos ya no son dóciles. “Des-identificación” (para retomar la formulación de De Lauretis), identificaciones estratégicas, reconversión de las tecnologías del cuerpo y desontologización del sujeto de la política sexual, estas son algunas de las estrategias políticas de las multitudes queer.
- Des-identificación. Surge de las bolleras que no son mujeres, de los maricas que no son hombres, de los trans que no son ni hombres ni mujeres. En este sentido, si Wittig ha sido recuperada por las multitudes queer es precisamente porque su declaración “las lesbianas no son mujeres” es un recurso que permite combatir por medio de la des-identificación la exclusión de la identidad lesbiana como condición de posibilidad de la formación del sujeto político del feminismo moderno.
- Identificaciones estratégicas: Identificaciones negativas como “bolleras” o “maricones” se han convertido en lugares de producción de identidades que resisten a la normalización, que desconfían del poder totalitario, de las llamadas a la “universalización”. Influidas por la crítica post-colonial, las teorías queer de los años 90 han utilizado los enormes recursos políticos de la identificación “gueto”, identificaciones que iban a tomar un nuevo valor político, dado que por primera vez los sujetos de la enunciación eran las propias bolleras, los maricas, los negros y las personas transgénero. A aquellos que agitan la amenaza de la guetización, los movimientos y las teorías queer responden con estrategias a la vez hiper-identitarias y post-identitarias. Hacen un uso radical de los recursos políticos de la producción performativa de las identidades desviadas. La fuerza de movimientos como Act Up, Lesbian Avengers o las Radical Fairies deriva de su capacidad para utilizar sus posiciones de sujetos “abyectos” (esos “malos sujetos” que son los seropositivos, las bolleras, los maricas) para hacer de ello lugares de resistencia al punto de vista “universal”, a la historia blanca, colonial y hetero de lo “humano”.
Afortunadamente, estas multitudes no comparten la desconfianza –insistimos en ello- de Foucault, Wittig y Deleuze hacia la identidad como lugar de acción política, a pesar de sus diferentes formas de analizar el poder y la opresión. A inicios de los años 70 el Foucault francés se distancia del Fhar a causa de lo que él llama “tendencia a la guetización”, mientras que al Foucault americano parecían gustarle mucho las “nuevas formas de cuerpos y de placeres” que las políticas de la identidad gay, lesbiana y SM habían producido en el barrio de Castro, el “gueto” de San Francisco. Por su parte, Deleuze criticaba lo que denominaba una identidad “homosexual molar”, porque pensaba que promovía el gueto gay, para idealizar la “homosexualidad molecular” que le permitiría hacer de las “buenas” figuras homosexuales, desde Proust al “travestí afeminado”, ejemplos paradigmáticos del proceso de “llegar a ser mujer” que estaba en el centro de su agenda política. Incluso le permitiría disertar sobre la homosexualidad en vez de cuestionarse sus propios presupuestos heterosexuales [7]. En cuanto a Wittig, podemos preguntarnos si su adhesión a la posición del “escritor universal” impidió que le borraran de la lista de los “clásicos” de la literatura francesa tras la publicación del Cuerpo Lesbiano en 1973. Está claro que no, cuando vimos cómo el periódico Le Monde se apresuraba a cambiar el título original de su nota necrológica, por un “Monique Wittig, la apología del lesbianismo” encabezado por la palabra “Desapariciones”. [8]

- Reconversión de las tecnologías del cuerpo: Los cuerpos de las multitudes queer son también reapropiaciones y reconversiones de los discursos de la medicina anatómica y de la pornografía, entre otros, que han construido el cuerpo hetero y el cuerpo desviado modernos. La multitud queer no tiene que ver con un “tercer sexo” o un “más allá de los géneros”. Se dedica a la apropiación de las disciplinas de los saberes/poderes sobre los sexos, a la rearticulación y la reconversión de las tecnologías sexopolíticas concretas de producción de los cuerpos “normales” y “desviados”. A diferencia de las políticas “feministas” u “homosexuales”, la política de la multitud queer no se basa en una identidad natural (hombre/mujer), ni en una definición basada en las prácticas (heterosexuales/homosexuales) sino en una multiplicidad de cuerpos que se alzan contra los regímenes que les construyen como “normales” o “anormales”: son las drag-kings, las bolleras lobo, las mujeres barbudas, los trans-maricas sin polla, los discapacitados-ciborg... Lo que está en juego es cómo resistir o cómo reconvertir las formas de subjetivación sexopolíticas. Esta reapropiación de los discursos de producción de poder/saber sobre el sexo es una conmoción epistemológica. En su introducción programática al famoso número de Recherches sin duda inspirado por el FHAR, Guattari describe esta mutación en las formas de resistencia y de acción política: “el objeto de este número –las homosexualidades hoy en Francia- no podía ser abordado sin poner en cuestión los métodos ordinarios de investigación en ciencias humanas que, bajo el pretexto de la objetividad, intentan establecer una distancia máxima entre el investigador y su objeto (...). El análisis institucional, por el contrario, implica un descentramiento radical de la enunciación científica. Pero para ello no basta con “dar la palabra” a los sujetos implicados –lo cual es a veces una iniciativa formal, casi jesuítica- sino que además hay que crear las condiciones de un ejercicio total, paroxístico, de esta enunciación (...). Mayo del 68 nos ha enseñado a leer en los muros y después hemos empezado a descifrar los grafitis en las prisiones, los asilos y hoy en los váteres. Queda por rehacer todo un “nuevo espíritu científico” [9]. La historia de estos movimientos político-sexuales post-moneistas es la historia de esta creación de las condiciones de un ejercicio total de la enunciación, la historia de un vuelco de la fuerza performativa de los discursos, y de una reapropiación de las tecnologías sexopolíticas de producción de los cueros de los “anormales”. La toma de la palabra por las minorías queer es un acontecimiento no tanto post-moderno como post-humano: una transformación en la producción y en la circulación de los discursos en las instituciones modernas (de la escuela a la familia, pasando por el cine o el arte) y una mutación de los cuerpos.
- Desontologización del sujeto de la política sexual. En los años 90 una nueva generación surgida de los propios movimientos identitarios comenzó a redefinir la lucha y los límites del sujeto político “feminista” y “homosexual”. En el plano teórico, esta ruptura tomó inicialmente la forma de un retorno crítico sobre el feminismo, realizado por las lesbianas y las post-feministas americanas, apoyándose en Foucault, Derrida y Deleuze. Reivindicando un movimiento post-feminista o queer, Teresa de Lauretis [10], Donna Haraway [11], Judith Butler [12], Judith Halberstam [13] en EEUU, Marie-Hélène Bourcier [14] en Francia, y lesbianas chicanas como Gloria Anzaldúa [15] o feministas negras como Barbara Smith [16] y Audre Lorde van a criticar la naturalización de la noción de feminidad que inicialmente había sido la fuente de cohesión del sujeto del feminismo. Se había iniciado la crítica radical del sujeto unitario del feminismo, colonial, blanco, emanado de la clase media-alta y desexualizado. Las multitudes queer no son post-feministas porque quieran o deseen actuar sin el feminismo. Al contrario. Son el resultado de una confrontación reflexiva del feminismo con las diferencias que éste borraba para favorecer un sujeto político “mujer” hegemónico y heterocentrado.
En cuanto a los movimientos de liberación de gays y lesbianas, dado que su objetivo es la obtención de la igualdad de derechos y que para ello se basan en concepciones fijas de la identidad sexual, contribuyen a la normalización y a la integración de los gays y las lesbianas en la cultura heterosexual dominante, lo que favorece las políticas pro-familia, tales como la reivindicación del derecho al matrimonio, a la adopción y a la transmisión del patrimonio. Algunas minorías gays, lesbianas, transexuales y transgéneros han reaccionado y reaccionan hoy contra ese esencialismo y esa normalización de la identidad homosexual. Surgen voces que cuestionan la validez de la noción de identidad sexual como único fundamento de la acción política; contra ello proponen una proliferación de diferencias (de raza, de clase, de edad, de prácticas sexuales no normativas, de discapacidad). La noción medicalizada de homosexualidad que data del siglo XIX y que define la identidad por las prácticas sexuales es abandonada en favor de una definición política y estratégica de las identidades queer. La homosexualidad tan bien controlada y producida por la scientia sexualis del siglo XIX ha explotado; se ha visto desbordada por una multitud de “malos sujetos” queer.
La política de las multitudes queer emerge de una posición crítica respecto a los efectos normalizadores y disciplinarios de toda formación identitaria, de una desontologización del sujeto de la política de las identidades: no hay una base natural (“mujer”, “gay”, etc.) que pueda legitimar la acción política. No tiene por objetivo la liberación de las mujeres de “la dominación masculina”, como quería el feminismo clásico, porque no se basa en la “diferencia sexual”, sinónimo de una división fundamental de la opresión (transcultural, transhistórica) basada en una diferencia de naturaleza que debería estructurar la acción política. La noción de multitud queer se opone a la de “diferencia sexual”, tal y como fue explotada tanto en los feminismos esencialistas (de Irigaray a Cixous, pasando por Kristeva) como por las variantes estructuralistas y/o lacanianas del discurso del psicoanálisis (Roudinesco, Héritier, Théry...). Se opone a las políticas paritarias derivadas de una noción biológica de la “mujer” o de la “diferencia sexual”. Se opone a las políticas republicanas universalistas que permiten el “reconocimiento” e imponen la “integración” de las “diferencias”en el seno de la República. No hay diferencia sexual, sino una multitud de diferencias, una transversalidad de las relaciones de poder, una diversidad de las potencias de vida. Estas diferencias no son “representables” dado que son “monstruosas” y ponen en cuestión por eso mismo no sólo los regímenes de representación política sino también los sistemas de producción de saber científico de los “normales”. En este sentido, las políticas de las multitudes queer se oponen tanto a las instituciones políticas tradicionales que se presentan como soberanas y universalmente representativas, como a las epistemologías sexopolíticas heterocentradas que dominan todavía la producción de la ciencia.

 

Notas 


[
1] Audre Lorde, Sister Outsider, California, Crossing Press, 1984.
[
2] Ti-Grace Atkinson, « Radical Feminism »,en Notes from the Second Year, New York, Radical Feminism, 1970, pp. 32-37 ; Ti-Grace Atkinson, Amazon Odyssey, New York, Links, 1974.
[
3] Radicalesbians, « The Woman-Identified Woman », en Anne Koedt, dir. Notes from the Third Year, New York, 1971.
[
4] Monique Wittig, The straight mind and other essays, Boston, Beacon Press, 1992.
[
5] Michel Foucault, Historia de la sexualidad, Volumen I, Siglo XXI, Madrid, 1979.
[
6] Maurizio Lazzarato, Puissances de l'invention. La psychologie économique de Gabriel Tarde contre l'économie politique, Paris, Les Empêcheurs de penser en rond, 2002.
[
7] Para un análisis detallado de este uso de los tropos homosexuales, ver el capítulo « Deleuze o el amor que no osa decir su nombre », en Beatriz Preciado, Manifiesto contra sexual, Opera Prima, Madrid, 2002.
[
8] Le Monde, sábado 11 de enero de 2003.
[
9] Félix Guattari, Recherches, « Trois millards de pervers », marzo 1973, pp.2-3.
[
10] Teresa De Lauretis, Technologies of Gender, Essays on Theory, Film, and Fiction, Bloomington, Indiana University Press, 1987.
[
11] Donna Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, Cátedra, Madrid. 1995.
[
12] Judith Butler, El género en disputa, Paidós, México, 2001.
[
13] Judith Halberstam, Female Masculinity, Durham, Duke University Press, 1998.
[
14] Marie-Hélène Bourcier, Queer Zones, politiques des identités sexuelles, des représentations et des savoirs, Paris, Balland, 2001.
[
15] Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera : The New Mestiza, San Francisco, Spinster/Aunt Lutte, 1987.
[
16] Gloria Hull, Bell Scott and Barbara Smith, All the Women Are White, All the Black Are Men, But Some of Us Are Brave : Black Women's Studies, New York, Feminist Press, 1982. 

Revista Multitudes. Nº 12. París, 
BEATRIZ PRECIADO Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA “QUEER” Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA 

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  Queer Move/ments Fassbinder

MULTITUDES QUEER


-NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX"



Le féminisme a commencé par la défense des femmes et la dénonciation de la domination masculine. Il se poursuit aujourd’hui dans de nouvelles luttes et dans d’inépuisables désirs de libération qui concerne tous les humains. Il n’y a pas un féminisme mais des féminismes, et chacun d’eux est une rencontre joyeuse et singulière entre des pratiques et des pensées d’horizons différents. Ces post-féminismes se rejoignent dans le numéro 12 de la revue Multitudes, auquel des femmes de toute l’Europe ont contribué (il est pour l’essentiel publié également en Italie dans la revue Posse). Des italiennes, des néerlandaises, des belges, des espagnoles, des anglaises, des serbes, des croates et des françaises, y tracent quelques trajets d’un « penser-femmes », illustrant la multiplicité des devenirs possibles.

Ce penser-femmes est évidemment au pluriel. La Femme n’existe que dans la langue, pas dans le désir et dans la vie. “ Fini la servante du seigneur, la femme de son mari, la bonne de son maître, la secrétaire de son patron. Vive les femmes ” dit l’en tête de ce numéro. Les féminismes travaillent à déconstruire l’essence de la femme, éclate le sujet “ femme ” unique dans lequel certains ont cherché la légitimité et la vérité de leurs luttes. Les pensées post-féministes et queer, issues du féminisme radical américain, et du féminisme transnational des femmes de couleur et des femmes du tiers monde, sont encore mal connues en France. Les femmes qui ont participé à ce numéro sont toutes "queer" à leurs manières, refusent les assignations identitaires, et brouillent les cases du grand tableau dans lequel les pouvoirs aimeraient nous voir tous rangés. Es-tu homme ou femme ? Homo ou hétéro ? Fuir ces questions, devenir étranger à l’image de soi, faire varier les limites des genres : telles sont les premières mesures d’une politique queer.

Les catégories traditionnelles de la politique (citoyen, représentation…) tremblent au contact de ces tentatives de penser la politique à partir de la prolifération des différences. Un défi est lancé aux institutions démocratiques : devenir capables de politiques par lesquelles les particularités ne soient pas broyées mais invitées à agir et à interagir ensemble. Devenir capables de politiques des minorités, de politiques des multitudes. Des politiques qui débordent les structures hiérarchiques et les invitent à penser et mettre en pratique leur dépérissement. De l’organisation des luttes à la production de la science, la question de la sortie de la domination de l’un sur l’autre est celle qui préoccupe le plus ces mouvements et qui les conduit à inventer de nouvelles formes de vie, de nouveaux rapports à l’espace et au temps. C’est ici que le slogan féministe" le personnel est politique " prend tout son sens. La politique devient femme. Le travail, comme la consommation, comme les soins du corps, comme le spectacle, sont pris dans un devenir-femme irréversible : en se faisant service et communication le travail rejoint l’étendue incommensurable des savoir-faire féminins, entre productions de biens et reproduction de la vie, entre affects et savoirs.

Le numéro 12 de Multitudes brise joyeusement le miroir de l’unité féminine, laisse loin derrière lui le rappel à l’ordre des chiennes de garde pour dresser la carte du tendre d’une critique radicale et créatrice, la carte des féminismes, et faire un premier relevé topographique des multitudes.
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Multitudes Queer: notas de una política para “los anormales”
BEATRIZ PRECIADO Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA “QUEER” Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

Dr.ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA 1 FOUCAULT
Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS
SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES”

FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 

BEATRIZ PRECIADO Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA “QUEER” Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
 

MULTITUDES QUEER


-NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX"


Cet article traite de la formation des mouvements et des théories queer, de la relation qu’ils entretiennent avec les féminismes et de l’utilisation politique qu’ils font de Foucault et de Deleuze. Il explore aussi les avantages théoriques et politiques que procure la notion de "multitudes" par rapport à celle de "différence sexuelle" pour la théorie et le mouvement queer. À la différence de ce qui se passe aux Etats-Unis, les mouvements queer en Europe, s’inspirent des cultures anarchistes et de l’émergence des cultures transgenres pour contrer l’"Empire Sexuel" notamment en proposant une dés-ontologisation des politiques des identités. Plus de base naturelle ("femme", "gay", etc.) qui puisse légitimer l’action politique. Importance non de "la différence sexuelle" ou de "la différence des homosexuels (le) s", mais des multitudes queer. Une multitude des corps : corps transgenres, hommes sans pénis, gouines garous, cyborgs, femmes butchs, pédés lesbiennes… La "multitude sexuelle" apparaît ainsi comme le sujet possible de la politique queer.



À la mémoire de Monique Wittig



« Nous entrons dans le temps où les minoritaires du monde commencent à s’organiser contre les pouvoirs qui les dominent et contre toutes les orthodoxies » Félix Guattari, Recherches (Trois Milliards de Pervers), mars 1973.



La sexopolitique est une des formes dominantes de l’action biopolitique dans le capitalisme contemporain. Avec elle le sexe (les organes soit disant « sexuels », les pratiques sexuelles mais aussi les codes de la masculinité et de la féminité, les identités sexuelles normales et déviantes) entre dans les calculs de pouvoir, faisant des discours sur le sexe et des technologies de normalisation des identités sexuelles un agent de contrôle de la vie.

En distinguant les « sociétés souveraines » des « sociétés disciplinaires », Foucault avait déjà attiré notre attention sur le passage, qui se fait à l’époque moderne, d’une forme de pouvoir qui décide de et ritualise la mort à une nouvelle forme de pouvoir qui calcule techniquement la vie en termes de population, de santé ou d’intérêt national. C’est d’ailleurs à ce moment précis qu’un nouveau clivage, hétérosexuel/homosexuel, fait son apparition. En travaillant dans une perspective déjà explorée par Audre Lorde [1], Ti-Grace Atkinson [2] et le manifeste « The-Woman-Identified-Woman » [3] des « Radicalesbians », Wittig en était arrivée à décrire l’hétérosexualité non pas comme une pratique sexuelle mais comme un régime politique [4], comme faisant partie de l’administration des corps et de la gestion calculée de la vie, et relevant de la « biopolitique ». [5] Une lecture croisée de Wittig et de Foucault aurait permis dès le début des années 80 de donner une définition de l’hétérosexualité comme technologie bio-politique destinée à produire des corps straight.


L’Empire sexuel




La notion de sexopolitique prend Foucault comme point de départ, tout en lui contestant sa conception de la politique selon laquelle le bio-pouvoir ne fait que produire des disciplines de normalisation et déterminer des formes de subjectivation. En s’inspirant des analyses de Maurizio Lazzarato [6] qui distingue le biopouvoir de la puissance de la vie, on peut comprendre les corps et les identités des anormaux comme des puissances politiques et non simplement comme des effets des discours sur le sexe. C’est dire qu’à l’histoire de la sexualité initiée par Foucault, il faut ajouter plusieurs chapitres. L’évolution de la sexualité moderne est en relation directe avec l’émergence de ce que l’on pourrait appeler le nouvel « Empire Sexuel »(pour resexualiser l’Empire de Hardt et de Negri). Le sexe (les organes sexuels, la capacité de reproduction, les rôles sexuels pour les disciplines modernes …) est le corrélat du capital. La sexopolitique ne peut pas être réduite à la régulation des conditions de reproduction de la vie, ni aux processus biologiques qui « concernent la population ». Le corps straight est le produit d’une division du travail de la chair selon laquelle chaque organe est défini par sa fonction. Une sexualité quelconque implique toujours une territorialisation précise de la bouche, du vagin, de l’anus. C’est ainsi que la pensée straight assure le lien structurel entre la production de l’identité de genre et la production de certains organes comme organes sexuels et reproducteurs. Capitalisme sexuel et sexe du capitalisme. Le sexe du vivant s’avère être un enjeu central de la politique et de la gouvernementalité.
En fait, l’analyse foucaldienne de la sexualité est par trop dépendante d’une certaine idée de la discipline au XIXème siècle. Sa connaissance des mouvements féministes américains, de la subculture SM ou du Fhar en France, rien de tout cela ne l’amène à véritablement envisager la prolifération des technologies du corps sexuel au XXème siècle : médicalisation et traitement des enfants intersexes, gestion chirurgicale de la transsexualité, reconstruction et « augmentation » de la masculinité et de la féminité normatives, régulation du travail sexuel par l’État, boom des industries pornographiques… Son rejet de l’identité et du militantisme gai l’amènera plutôt à se forger une rétrofiction à l’ombre de la Grèce Antique. Or on assiste dans les années 50 à une rupture dans le régime disciplinaire du sexe. Auparavant, et en continuité avec le XIXème siècle, les disciplines bio-politiques fonctionnaient comme une machine à naturaliser le sexe. Mais cette machine ne s’autorisait pas « la conscience ». Elle le fera avec des médecins comme John Money lorsque celui-ci commencera à utiliser la notion de « gender » pour rendre compte de la possibilité de modifier chirurgicalement et hormonalement la morphologie sexuelle des enfants intersexes et des personnes transsexuelles. Money est le Hegel de l’histoire du sexe. Cette notion de genre constitue un premier moment de réflexivité (et donc une mutation sans réversibilité par rapport au XIXème siècle). Avec les nouvelles technologies médicales et juridiques de Money, les enfants « intersexes », opérés à la naissance ou traités pendant la puberté, deviennent des minorités construites comme « anormales » au bénéfice de la régulation normative du corps de la masse
straight. Cette multiplicité des anormaux est la puissance que l’Empire Sexuel s’efforce de réguler, de contrôler, de normaliser.
Le « post-monéisme » est au sexe ce que le post-fordisme est au capital. L’Empire des normaux depuis les années 50 dépend de la production et de la circulation à grande vitesse des flux de silicone, flux d’hormones, flux textuel, flux des représentations, flux des techniques chirurgicales, en définitive flux des genres. Bien entendu, tout ne circule pas de manière constante, et surtout les corps ne retirent pas tous les mêmes bénéfices de cette circulation : c’est dans cette circulation différentielle des flux de sexualisation que se joue la normalisation contemporaine du corps.


Voilà qui nous rappelle opportunément que le concept de « gender » est avant tout une notion sexopolitique avant de devenir un outil théorique du féminisme américain. Ce n’est pas un hasard si, dans les années 80, dans le débat opposant féministes « constructivistes » et féministes « essentialistes », la notion de « gender » va devenir l’outil théorique fondamental pour conceptualiser la construction sociale, la fabrication historique et culturelle de la différence sexuelle, face à la revendication de la « féminité » comme substrat naturel, comme forme de vérité ontologique.



Politiques des multitudes queer




De notion mise au service d’une politique de reproduction de la vie sexuée, le genre est devenu l’indice d’une multitude. Le genre n’est pas l’effet d’un système fermé de pouvoir, ni une idée qui se rabat sur la matière passive, mais le nom de l’ensemble des dispositifs sexopolitiques (de la médecine à la représentation pornographique en passant par les institutions familiales) qui vont faire l’objet d’une réappropriation par les minoritaires sexuels. En France, la manif du 1er mai 1970, le numéro 12 de Tout et celui de Recherches (Trois milliards de Pervers), le Mouvement d’avant le MLF, le FHAR et les terroriciennes des Gouines rouges constituent une première offensive des « anormaux ».
Le corps n’est pas une donnée passive sur laquelle agit le biopouvoir, mais plutôt la puissance même qui rend possible l’incorporation prosthétique des genres. La sexopolitique devient non seulement un site de pouvoir, mais surtout l’espace d’une création où se succèdent et se juxtaposent les mouvements féministes, homosexuels, transsexuels, intersexuels, transgenres, chicanas, post-coloniaux… Les minoritaires sexuels deviennent multitudes. Le monstre sexuel qui a pour nom multitude devient queer.


Le corps de la multitude queer apparaît au centre de ce que j’appellerai, pour reprendre une expression de Deleuze, un travail de « déterritorialisation » de l’hétérosexualité. Une déterritorialisation qui affecte aussi bien l’espace urbain (il faut donc parler de déterritorialisation de l’espace majoritaire et non de ghetto) que l’espace corporel. Ce processus de « déterritorialisation » du corps oblige à résister aux processus du devenir « normal ». Qu’il y ait des technologies précises de production des corps « normaux » ou de normalisation des genres ne se solde ni par un déterminisme, ni par une impossibilité de l’action politique. Bien au contraire. Parce que la multitude queer porte en elle, comme échec ou résidu, l’histoire des technologies de normalisation du corps, elle a aussi la possibilité d’intervenir dans les dispositifs biotechnologiques de production de subjectivité sexuelle.

On peut le penser à condition d’éviter deux pièges conceptuels et politiques, deux lectures (malheureuses mais possibles) de Foucault. Il faut éviter la ségrégation de l’espace politique qui ferait des multitudes queer une sorte de marge ou de réservoir de transgression. Il ne faut pas tomber dans le piège de la lecture libérale ou néo-conservatrice de Foucault qui amènerait à penser les multitudes queer par opposition aux stratégies identitaires, en prenant la multitude pour une accumulation d’individus souverains et égaux devant la loi, sexuellement irréductibles, propriétaires de leur corps et revendiquant leurs droits au plaisir inaliénable. La première lecture vise à une appropriation de la puissance politique des anormaux dans une optique de progrès, la deuxième passe sous silence les privilèges de la majorité et de la normalité (hétéro)sexuelle qui ne reconnaît pas qu’elle est une identité dominante. Cela admis, les corps ne sont plus dociles. « Dés-identification » (pour reprendre la formulation de De Lauretis), identifications stratégiques, détournement des technologies du corps et dés-ontologisation du sujet de la politique sexuelle, telles sont quelques unes des stratégies politiques des multitudes queer.

Dés-identification. Surgissent des gouines qui ne sont pas des femmes, des pédés qui ne sont pas des hommes, des trannies qui ne sont ni homme ni femme. À cet égard, si Wittig a été réinvestie par les multitudes queer, c’est précisément parce que sa déclaration selon laquelle « les lesbiennes ne sont pas de femmes » est une ressource permettant de contrer par la dés-identification l’exclusion de l’identité lesbienne comme condition de possibilité de la formation du sujet politique du féminisme moderne. Identifications stratégiques. Des identifications négatives comme « gouines » ou « pédés » sont devenues de possibles sites de production d’identités résistant à la normalisation, attentives au pouvoir totalisant des appels à « l’universalisation ». Sous l’impact de la critique post-coloniale, les théories queer des années 90 ont justement compté avec les énormes ressources politiques de l’identification « ghetto », des identifications qui allaient prendre une nouvelle valeur politique, puisque pour la première fois, les sujets de l’énonciation étaient les gouines, les pédés, les noirs et les personnes transgenres elles-mêmes. À ceux qui agitent la menace de la ghettoïsation, les mouvements et les théories queer répondent par des stratégies à la fois hyper-identitaires et post-identitaires. Ils font une utilisation maximale des ressources politiques de la production performative des identités déviantes. La force politique de mouvements comme Act Up, les Lesbian Avengers ou les Radical Fairies vient de leur capacité à investir des positions de sujets « abjects » (ces « mauvais sujets » que sont les séropos, les gouines, les tapettes) pour en faire des lieux de résistance au point de vue « universel », à l’histoire blanche, coloniale et straight de l’ « humain ».

Heureusement, ils ne partagent pas la méfiance qui fut - il faut y insister - celle de Foucault, Wittig et Deleuze envers l’identité comme site de l’action politique, et ce, en dépit de leurs différentes manières d’analyser le pouvoir et l’oppression. Au début des années 70, le Foucault français prend ses distances avec le Fhar à cause de ce qu’il qualifie de « tendance à la ghettoïsation », alors que le Foucault américain avait l’air de bien apprécier les « nouvelles formes de corps et de plaisirs » que les politiques de l’identité gaie, lesbienne et SM avaient permis de faire émerger dans le quartier de Castro, « le ghetto » de San Francisco. De son côté, Deleuze a critiqué ce qu’il appelait une identité « homosexuelle molaire » dont il pensait qu’elle faisait la promotion du ghetto gai, pour idéaliser l’ « homosexualité moléculaire » qui l’autorisera à faire des « bonnes » figures homosexuelles, de Proust au « travesti efféminé », des exemples paradigmatiques du processus du « devenir femme » qui était au cœur de son agenda politique. Et par là même à disserter sur l’homosexualité au lieu d’interroger ses propres présupposés hétérosexuels [7]. Quant à Wittig, on peut se demander si son adhésion à la position de « l’écrivain universel » a permis d’éviter son effacement de la liste des « classiques » de la littérature française après la publication du Corps Lesbien en 1973. Sans doute que non, quand on voit l’empressement du journal Le Monde à re-titrer sa notice nécrologique avec un « Monique Wittig , l’apologie du lesbianisme », chapeauté par le vocable « disparitions ». [8]

Détournements des technologies du corps. Les corps de la multitude queer sont aussi des réaproppriations et des détournements des discours de la médecine anatomique et de la pornographie, entre autres, qui ont construit le corps straight et le corps déviant modernes. La multitude queer n’a que faire du « troisième sexe » ou d’un « au delà des genres ». Elle se fait dans l’appropriation des disciplines de savoirs/pouvoirs sur les sexes, dans la réarticulation et le détournement des technologies sexopolitiques précises de productions des corps « normaux » et « déviants ». Par opposition aux politiques « féministes » ou « homosexuelles », la politique de la multitude queer ne repose pas sur une identité naturelle (homme/femme), ni sur une définition par les pratiques (hétérosexuelles/homosexuelles) mais sur une multiplicité des corps qui s’élèvent contre les régimes qui les construisent comme « normaux » ou « anormaux » : ce sont les drag kings, les gouines garous, les femmes à barbe, les trans-pédés sans bite, les handi-cyborgs… Ce qui est en jeu, c’est comment résister ou comment détourner des formes de subjectivation sexopolitiques.
Cette ré-appropriation des discours de production de pouvoir/savoir sur le sexe est un bouleversement épistémologique. Dans son introduction programmatique au fameux numéro de
Recherches sans doute inspiré par le FHAR, Guattari décrit cette mutation dans les formes de résistance et d’action politiques : « l’objet de ce dossier - les homosexualités, aujourd’hui en France - ne pouvait être abordé sans remise en question des méthodes ordinaires de la recherche en sciences humaines qui, sous prétexte d’objectivisme, apportent tout leur soin à établir une distanciation maximum entre le chercheur et son objet (…). L’analyse institutionnelle, au contraire, implique un décentrement radical de l’énonciation scientifique. Mais il ne suffit pas, pour y parvenir, de se contenter de « donner la parole » aux sujets concernés - c’est quelquefois une démarche formelle, jésuitique même - encore faut-il créer les conditions d’un exercice total, voire paroxystique, de cette énonciation (…) Mai 68 nous a appris à lire sur les murs et, depuis, on a commencé à déchiffrer les graffitis dans les prisons, les asiles et aujourd’hui dans les pissotières. C’est tout un "nouvel esprit scientifique" qui est à refaire ». [9] L’histoire des mouvements politico-sexuels post-monéistes est l’histoire de cette création des conditions d’un exercice total de l’énonciation, l’histoire d’un renversement de la force performative des discours, et d’une réappropriation des technologies sexopolitiques de production des corps des « anormaux ». La prise de parole des minoritaires queer est un avènement non tant post-moderne que post-humain : une transformation dans la production, la circulation des discours dans les institutions modernes (de l’école à la famille en passant par le cinéma ou l’art) et une mutation des corps.






Dés-ontologisation du sujet de la politique sexuelle. Dans les années 90, une nouvelle génération émanant des mouvements identitaires eux-mêmes a entrepris de redéfinir la lutte et les limites du sujet politique « féministe » et « homosexuel ». Sur le plan théorique, cette rupture a d’abord pris la forme d’un retour critique sur le féminisme, opéré par les lesbiennes et les post-féministes américaines s’appuyant sur Foucault, Derrida et Deleuze. Se revendiquant d’une mouvance post-féministe ou queer, Teresa de Lauretis [10], Donna Haraway [11], Judith Butler [12], Judith Halberstam [13] aux Etats-Unis, Marie-Hélène Bourcier [14] en France, mais aussi les lesbiennes chicanas comme Gloria Andalzua [15] ou les féministes noires comme Barbara Smith [16] et Audre Lorde vont s’attaquer à la naturalisation de la notion de féminité qui avait initialement été la source de cohésion du sujet du féminisme. La critique radicale du sujet unitaire du féminisme, colonial, blanc, issu de la classe moyenne supérieure et désexualisant était en marche. Si les multitudes queer sont post-féministes, ce n’est pas parce qu’elles veulent ou qu’elles peuvent faire sans le féminisme. Bien au contraire. Elles sont le résultat d’une confrontation réflexive du féminisme avec les différences que celui-ci effaçait au profit d’un sujet politique « femme » hégémonique hétérocentrique.



Quant aux mouvements de libération gais et lesbiens, depuis que leur objectif est l’obtention de l’égalité des droits et que pour ce faire ils se fondent sur des conceptions figées de l’identité sexuelle, ils contribuent à la normalisation et à l’intégration des gais et des lesbiennes dans la culture hétérosexuelle dominante en favorisant des politiques familialistes comme la revendication du droit au mariage, à l’adoption et à la transmission du patrimoine. C’est contre cet essentialisme et cette normalisation de l’identité homosexuelle que des minorités gaies, lesbiennes, transsexuelles et transgenres ont réagi et réagissent. Des voix se font entendre pour questionner la validité de la notion d’identité sexuelle comme unique fondement de l’action politique et pour y opposer une prolifération de différences (de race, de classe, d’âge, de pratiques sexuelles non normatives, de handicap). La notion médicalisée d’homosexualité qui date du XIXème siècle et qui définit l’identité par les pratiques sexuelles a été abandonnée au profit d’une définition politique et stratégique des identités queer. L’homosexualité bien policée et produite par la scienta sexualis du XIXème siècle a explosé ; elle s’est vue débordée par une multitude de « mauvais sujets » queer.4


La politique des multitudes queer émerge donc d’une position critique par rapport aux effets normalisants et disciplinaires de toute formation identitaire, d’une dés-ontologisation du sujet de la politique des identités : il n’y a pas de base naturelle (« femme », « gai », etc. ) qui puisse légitimer l’action politique. Elle n’a pas pour objet la libération des femmes de « la domination masculine », comme le veut le féminisme classique, puisqu’elle ne s’appuie pas sur la « différence sexuelle », synonyme de clivage majeur de l’oppression (transculturelle, transhistorique) en ce qu’elle relèverait d’une différence de nature et devant structurer l’action politique. La notion de multitude queer s’oppose donc résolument à celle de « différence sexuelle », telle qu’elle est exploitée aussi bien dans les féminismes essentialistes (d’Irigaray à Cixous en passant par Kristeva) que dans les variations structuralistes et/ou lacaniennes du discours de la psychanalyse (Roudinesco, Héritier, Théry….). Elle s’oppose aux politiques paritaires dérivées d’une notion biologique de la « femme » ou de « la différence sexuelle ». Elle s’oppose aux politiques républicaines universalistes qui concèdent la « reconnaissance » et imposent l’ « intégration » des « différences » au sein de la République. Il y n’a pas de différence sexuelle, mais une multitude de différences, une transversale des rapports de pouvoir, une diversité de puissances de vie. Ces différences ne sont pas « représentables » car elles sont « monstrueuses » et remettent en question par là même les régimes de représentation politique, mais aussi les systèmes de production de savoir scientifiques des « normaux ». En ce sens, les politiques des multitudes queer s’opposent non seulement aux institutions politiques traditionnelles qui se veulent souveraines et universellement représentatives, mais aussi aux épistémologies sexopolitiques straight qui dominent encore la production de la science.

NOTAS



[1] Audre Lorde, Sister Outsider, California, Crossing Press, 1984.

[2] Ti-Grace Atkinson, « Radical Feminism », in Notes from the Second Year, New York, Radical Feminism, 1970, pp. 32-37 ; Ti-Grace Atkinson, Amazon Odyssey, New York, Links, 1974.

[3] Radicalesbians, « The Woman-Identified Woman », in Anne Koedt, dir. Notes from the Third Year, New York, 1971.

[4] Monique Wittig, La pensée straight, traduction Marie-Hélène Bourcier, Paris, Balland, 2001.

[5] Michel Foucault, Histoire de la sexualité, Tome I, Paris, Gallimard, 1976, p. 177.

[6] Maurizio Lazzarato, Puissances de l’invention. La psychologie économique de Gabriel Tarde contre l’économie politique, Paris, Les Empêcheurs de penser en rond, 2002.

[7] Pour une analyse détaillée de cette utilisation des tropes homosexuels, cf. le chapitre intitulé « Deleuze ou l’amour qui n’ose pas dire son nom » dans Manifeste Contrasexuel, Paris, Balland, 2000.

[8] Le Monde, samedi 11 janvier 2003.

[9] Félix Guattari, Recherches, « Trois millards de pervers », publié en mars 1973, pp.2-3.

[10] Teresa De Lauretis, Technologies of Gender, Essays on Theory, Film, and Fiction, Bloomington, Indiana University Press, 1987.

[11] Donna Haraway, Simians, Cyborgs, and Women, The Reinvention of Nature, New York, Routledge, 1991.

[12] Judith Butler, Gender Trouble, New York, Routledge, 1990.

[13] Judith Halberstam, Female Masculinity, Durham, Duke University Press, 1998.

[14] Marie-Hélène Bourcier, Queer Zones, politiques des identités sexuelles, des représentations et des savoirs, Paris, Balland, 2001.

[15] Gloria Andalzua, Borderlands/La Frontera : The New Mestiza, San Francisco, Spinster/Aunt Lutte, 1987.

[16] Gloria Hull, Bell Scott and Barbara Smith, All the Women Are White, All the Black Are Men, But Some of Us Are Brave : Black Women’s Studies, New York, Feminist Press, 1982.

 

BEATRIZ PRECIADO




Discípula de los filósofos Michel Foucault y Jacques Derrida, se declara tránsgenero. Una denominación que supera las distinciones entre hombre y mujer; homosexual y heterosexual; intersexual y transexual. Todas las clasificaciones le quedan "estrechas". Prefiere el calificativo queer (maricón, bollera), un insulto que algunas minorías sexuales adoptan como suyo para reafirmar su diferencia. Profesora de Técnicas del Cuerpo en París, vive allí con su novia, la escritora y directora de cine francesa Virginie Despentes.

Discípula de los filósofos Michel Foucault y Jacques Derrida, se declara tránsgenero. Una denominación que supera las distinciones entre hombre y mujer; homosexual y heterosexual; intersexual y transexual. Todas las clasificaciones le quedan "estrechas". Prefiere el calificativo queer (maricón, bollera), un insulto que algunas minorías sexuales adoptan como suyo para reafirmar su diferencia. Profesora de Técnicas del Cuerpo en París, vive allí con su novia, la escritora y directora de cine francesa Virginie Despentes.

BEATRIZ PRECIADO

BEATRIZ PRECIADO

Profesora, teoría del género



Filósofa de formación, Beatriz Preciado enseña teoría del género en la Universidad de Paris VIII y dirige el proyecto de investigación y producción artística Tecnologías del Género, en el Macba (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona). Representante de un feminismo "alternativo", a través de sus escritos y sus talleres impulsa iniciativas teóricas y políticas drag king, postpornográficas y transgénero.


Beatriz Preciado (Burgos, 1970) es una filósofa feminista. Se destaca por ser una de las principales referentes en España de la Teoría Queer y la filosofía del género[cita requerida]. Ha sido discípula de Ágnes Heller y Jacques Derrida.

Se doctoró en Teoría de la Arquitectura en la Universidad de Princeton, donde obtuvo premio extraordinario fin de carrera y donde fue investigadora bajo la dirección de Betriz Colomina. Obtuvo un máster de Filosofía Contemporánea y Teoría de Género en la New School for Social Research de Nueva York. Fue alumna de Ágnes Heller y Jacques Derrida. Marcha en 1999 a París gracias a una invitación de Derrida para participar en los seminarios de L'École des Hautes Etudes en Sciences Sociales. En esos años destacó por su colaboración en los inicios de la Teoría Queer en Francia, concretamente con un grupo de escritores liderado por Guillaume Dustan y conocido como "Le Rayon Gay".


 


Ha colaborado con el MACBA en la organización de los seminarios Pornografía, pospornografía: estéticas y políticas de representación sexual (junio de 2003) e Identidades minoritarias y sus representaciones críticas (febrero-noviembre de 2004) Actualmente es directora del Programa "Somateca: feminismos, producción biopolítica, prácticas queer y trans" en el Centro de Estudios Avanzados del Museo Nacional Reina Sofía También del Centro de Estudios del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Es profesora de la cátedra Historia Política del cuerpo y teoría del género en el Departamento de Estudios de la Danza-Universidad París VIII. Autora de numerosos artículos publicados en las revistas Multitudes, Eseté o Artecontexto, entre otras.

En su primer libro, Manifiesto Contra-sexual (2002), inspirada por las tesis de Michel Foucault, reflexiona sobre los modos de subjetivación e identidad, así como sobre la construcción social y política del sexo, tomando parte a raíz de ello en distintos foros internacionales. Será traducido a varios idiomas, siendo hoy una referencia indispensable en la teoría queer.

A Manifiesto Contra-sexual le seguirá en 2008 (y publicado por Espasa en la edición en castellano) Testo Yonqui, donde hace un recorrido y análisis de lo que denomina régimen farmacopornográfico, es decir, el capitalismo en el que las industrias farmacéutica y de la pornografía juegan un papel crucial. Denomina, por tanto, al actual sistema capitalista, capitalismo farmacopornográfico. Los capítulos dedicados a este análisis se complementan con aquellos en los que, de forma autobiográfica, Beatriz Preciado describe el proceso de autoadministración de testosterona al que se somete. En palabras de la propia autora:

Este libro no es una autoficción. Se trata de un protocolo de intoxicación voluntaria a base de testosterona sintética que concierte el cuerpo y los afectos de B.P. Es un ensayo corporal.1

En abril de 2010 queda finalista del Premio Anagrama de Ensayo en su XXXVIII edición2 con el libro Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría. El jurado del premio estaba compuesto por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge Herralde.
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Iba a un colegio de monjas, pero nunca tuve problema por ser distinta. Cuando me decían qué quería ser de mayor, respondía: hombre. Me veía como hombre porque ellos tenían acceso a las cosas que quería hacer: astronauta o médico. Nunca lo viví como vergonzoso ni traumático, era algo a lo que creía tener derecho. De cría, hasta tenía una hucha para hacerme un cambio de sexo.

¿Qué referentes tenía en esa época: Burgos, primeros ochenta?

Ninguno. Yo me movía en un mundo en el que el referente era la parroquia, imagínate.

Entonces, ¿se guió por instinto?

De niña, sí. El instituto fue fundamental. Simona, una maestra con un hijo autista, reclutó a niños con problemas y creó una clase. El grupo G. Autistas, superdotados, raros. Ocho marcianos feos y atroces. Terribles, pero mimados. Adoraba a mis profesores, eran muy abiertos para como era yo.

De aquella llamada a hoy, ¿cómo llevan sus padres su activismo sexual?

Fue traumático y lo sigue siendo. Mi padre era un empresario respetable. Mi madre, costurera de novias. Soy hija única. Imagino que esperaban otra cosa de mí. Son religiosos y de derechas como se es de derechas en Burgos, de forma irreflexiva, porque toca. En ese contexto fui rebelde, pero no porque me lo propusiera, sino porque cada cosa que hacía escandalizaba. Yo era un ovni, sí, pero no lo viví como algo que ocultar.

¿De dónde sale su rebeldía, si no sufre por ser como es?

Lo más duro para mí es ver cómo la gente se deja reprimir.

Entonces ¿es una rebeldía solidaria?

Siempre ha tenido algo político. Daba charlas a los niños para decirles: hagamos esto, organicémonos. Yo no me dejé reprimir, pero sí han sido dolorosas las rupturas con mis amigos o mi familia cuando no aceptan lo que para mí es natural. Con mis padres ha sido una larga pedagogía. Mi carácter no es el más tolerante. Ahora pienso: os tolero en vuestra manera de ser, qué voy a hacer. Pero entonces fue muy intenso. Con 16 años fui con el grupo G a Filadelfia y volví con la idea de hacer filosofía política.

¿Qué le atrae a una adolescente de la investigación filosófica?

Yo era muy de ciencias, quería hacer biología genética. Pero en bachillerato me di cuenta de que las cuestiones a las que quería responder no iba a resolverlas con la biología, y que ese otro lugar era la filosofía.

Usa conceptos como 'biohombre', 'biomujer', 'biopolítica'; la biología está en su obra.

Sí, me interesa la vida, pero en su dimensión somática, carnal, corporal.

También habla de arquitectura, de la ciudad como organismo.

Quizá el origen de todo sea el cuerpo, pero no como organismo natural, sino como artificio, como arquitectura, como construcción social y política. Eso que siempre imaginamos como biológico -la división entre hombre y mujer, masculino y femenino- y que es una construcción social. Me interesa la dimensión técnica de eso que parece natural.

Hablamos de género en Occidente en 2010. Pero pensemos en un niño que nace en Malí, ¿su sexo y su género también es artificio biopolítico?

Claro, fíjate en las distinciones que estableces. Para indicar naturaleza, piensas en África, como si aquí estuviera la tecnología y el artificio, y en África, la naturaleza. Estas distinciones funcionan para lo masculino y lo femenino. Lo masculino como técnica, construcción, cultura. Lo femenino como naturaleza, reproducción. Lo que es construido es esa distinción naturaleza/cultura que no existe, que es ficticia.

¿Los cromosomas XX y XY no significan nada?

Son un modelo teórico que aparece en el siglo XX para intentar entender una estructura biológica, punto.

Sostiene que la sexualidad es plástica. Que no es una constante en la vida, ni siquiera en el día. ¿Esa es la esencia de su teoría?

En parte sí, en el sentido de que la sexualidad, que es de forma más amplia la subjetividad, y en la que entra la identidad y la orientación sexual, los modos de desear, los modos de obtener placer, son plásticos. Y precisamente por eso están sometidos a regulación política. Si fueran naturales y determinados de una vez por todas, no la habría.

Por regulación se refiere a que se determine que se es hombre o mujer en el DNI, y a ello correspondan X derechos, X deberes, X roles.

Exacto. Hay un enorme trabajo social para modular, controlar, fijar esa plasticidad. Y no sólo política, también psicológicamente. Cada individuo es una instancia de vigilancia suprema sobre su propia plasticidad sexual. Cuando preguntabas de dónde viene mi rebelión, es de ahí. Cómo es posible que no estemos en revuelta constante, que esto no sea la revolución.

¿Por qué tendría yo, mujer, heterosexual, casada, madre de dos hijas y moderadamente conforme con su vida, que rebelarme?

Deberías estar en rebelión porque hay un cierre, una clausura de tu identidad que impide cualquier otra posibilidad. Desde el momento en que dices: yo, biomujer, casada, madre...

Ya me estoy perdiendo cosas.

Efectivamente. Declararse heterosexual también supone un conjunto de arreglos posibles, pero suponen una coreografía tan estrecha que lo que me parece terrible es que se acepte como inamovible. No creo en la identidad sexual, me parece una ficción. Un fantasma en el que uno se puede instalar y vivir confortablemente.

Y feliz.

Por supuesto. Pero es que ese es precisamente el éxito de la biopolítica.

Que nos comemos el 'soma' y encima contentos.

Totalmente. Cuando hablamos de biopolítica, estamos hablando del control externo e interno de las estructuras de la subjetividad y la producción de placer. Me defino como transgénero, pero he salido con biohombres, con biomujeres, con trans Y te puedo decir que cuando eres biomujer, asignada socialmente como mujer, y sales con un biohombre, asignado como hombre, experimentas una reorganización de tu campo social. De repente, tu familia está contenta. Es un sistema de comunicación complejo, en el que emites signos que son descodificados: estoy de acuerdo con el sistema de producción, y voy a reproducir la nación tal como la conoces.

Aunque seas infiel, o seas un gay en el armario.

Claro, la máquina de control eres tú, y lo interesante es la forma de desactivarla. Por eso me interesa escribir, dar clases, el activismo. Hay posibilidad de rebelión en cualquier parte.

¿Ese activismo es una postura intelectual, o le sale de las tripas?

Pero ¿qué son mis tripas? Volvemos a la misma diferencia. Yo nací con una deformación de mandíbula. Durante años no tuve fotografías personales, sólo médicas. En casa no hacíamos fotos porque yo era deforme. Desde los siete años tengo ritualmente encuentros con el sistema médico. A los 18 me hacen una operación funcional, pero también estética. Era necesaria, pero tampoco tuve opción de decir no al aparato médico. Tenía una cara atroz, de caballo, y en cuanto salí, todos me dijeron que estaba fantástica. Viví esa operación como un cambio de sexo en el sentido de que era un cambio de identidad.

¿Porque la devolvió al redil de la 'normalidad'?

Sí, fue un modo de normalizar mi cara. A partir de ahí empiezo a distanciarme de todo eso de qué eres tú naturalmente, o qué son tus tripas, o que la cara es el espejo del alma. Mi cara no es el espejo del alma, es el espejo de la medicina plástica de la España de los ochenta.

Parece que su rebeldía sí tiene algunas semillas.

Algo hay. Cuando salí de la operación, me gasté el dinero ahorrado para cambiar de sexo en viajar. Me di cuenta de que mi imagen y la que los otros veían no coincidían ni coincidirían nunca. Es como la anorexia. Yo aún le pregunto a mi novia si me ha crecido hoy la mandíbula. Por eso veo el cuerpo como arquitectura, como relación con las instituciones médicas, jurídicas y políticas.

Leyendo su obra, su vida parece una batalla constante contra la norma. ¿Por qué no se relaja?

Yo me veo relajadísima, mucho más que los otros. Lo que observo en la gente es una tensión aunque sea inconsciente por adecuarse a lo que se supone que es femenino, masculino, a la heterosexualidad o la homosexualidad. Yo también he experimentado la presión homosexual al decir que no soy un tío ni una tía. En la homosexualidad hay restricciones, reglas precisas. La tensión está ahí, la revolución es otra cosa.

¿Su estado natural?

No [ríe], ya me gustaría. Hay veces que no puedo evitar decir: cero solidaridad con el género humano y su cultura de la guerra.

¿Por qué esa desesperanza?

Hay una teórica queer americana, Sedwick, que decía que la revolución es un modo de salir de la depresión política. Es como si viviéramos en estado de patología, veo una gran depresión colectiva cuyos signos son el consumo aberrante, la producción de desigualdades, lanormalización excesiva, la sobrevigilancia, la cultura de la guerra.

¿Lo que llama 'régimen farmacopornográfico' es un nuevo fascismo basado en el sexo?

No, el fascismo no es depresivo, sino histriónico, mientras que el momento farmacopornográfico es de sobreadicción, sobreconsumo, destrucción. Como si nos hubiéramos dado colectivamente las condiciones de nuestra propia destrucción y estuviéramos de acuerdo. Y digo esto consciente de que puedo parecer un padre jesuita.

¿Pero esta no es una cultura hedonista?

No. El hecho de que lo que mueve la cultura sea el placer no quiere decir que el fin sea hedonista. El objetivo es la producción, el consumo y, en último término, la destrucción. El reto de lo que debería ser una izquierda para el siglo XXI es tomar conciencia de ese estado de depresión colectivo, a diferencia de la derecha, que vive en la euforia del consumo, de la producción de desigualdades, de la destrucción. La izquierda tiene que decir: mierda, la estamos cagando, y eso tiene que llevar a un despertar revolucionario. Y creo que eso puede venir de esos que hemos apartado a los márgenes de lo político: los gays, las lesbianas, los yonquis, las putas. Ahí hay modos de producción estratégicos para la cultura y la economía, y ahí se están produciendo soluciones.

¿Y qué aportan esos 'detritus del sistema', como usted los llama?

Inventan nuevas formas de relación personal y política que se salen de una coordenada que engancha con las políticas coloniales del siglo XV y que tienen que ver con la familia, la nación, la raza. Esa línea se ha agotado, hay que abrirse a lo no familiar, no nacional, no racial, no generizado.

¿Es consciente de la difícil comprensión y 'venta' de ese modelo?

No aspiro a venderlo. Y no es tan difícil. En mis charlas siento que lo del estado depresivo conecta. Pese a la enorme complejidad del mundo contemporáneo, veo una terrible reducción a lo de siempre.

Es gracioso el pasaje de 'Testo yonqui' cuando vuelve a Burgos y ve a sus ex novietas del cole paseando por el Espolón con sus niños y sus mechas perfectas.

Las respeto y las adoro. Sobre todo porque sé que detrás de las mechas y los niños siguen resistiendo, están vivas.

Se define como una terrorista, una guerrillera.

Así me ven los otros. Yo hacía mis cosas, todos decían: que paren esa revolución, y yo no comprendía que la revolución era yo. Disfruto de la inteligencia colectiva. Mi primera Gay Parade en Nueva York fue el mayor subidón de éxtasis vital de mi vida. Éramos 3.000 bolleras por la calle, ese espacio que nos tenían prohibido. Fue darme cuenta de que otro mundo es posible, de que la realidad puede cambiar, eso me fascina.

Los transexuales claman por entrar en los protocolos de reasignación de sexo. Sin embargo, usted deplora que estén regulados por el Estado.

Hay una multiplicidad de maneras de ser transexual. He estado en asociaciones de lesbianas radicales y, en tres años, la mitad habían cambiado de sexo. Desconfío de los dogmas acerca de la identidad sexual, porque he visto todo y su contrario. Los protocolos son un modo de normalizar la plasticidad sexual. España es una especie de gallifante de Turquía y Suecia. Hay una base biopolítica cuyos emblemas son el género, la heterosexualidad, la familia, la raza y la nación. Pero también un régimen farmacopornográfico en el que el sexo es objeto de consumo y producción. La colisión de esos dos regímenes lleva a una situación delirante, en la que puedes acceder a operaciones de cambio de sexo, pero sólo con las condiciones exigidas para normalizarte.

En 'Testo yonqui', usted es el objeto de su investigación. ¿No le da pudor esa exposición?

No, y eso que me eduqué con monjas y estudie filosofía en Comillas con los jesuitas. Los adoré, estaban metidos hasta el fondo en el marxismo y la teoría de la liberación. Son fantásticos. Sigo teniendo relación con Juan Masiá, un filósofo al que excomulgaron por decir que el condón es de sentido común. Nos intercambiamos obras.

¿En serio? ¿Y qué comenta un jesuita de sus prácticas sexuales en 'Testo yonqui'?

Nada [ríe]. Pero no hace falta, sé que me aprecia y nos queremos mucho.

Me refería a si no le da pudor exponer su sexualidad.

Al contrario: mi sexualidad ha sido siempre invisible. Lo que era visible es el estereotipo que la gente tiene sobre la sexualidad lesbiana o trans. Entonces no lo veo como una forma de exposición impudorosa, sino como un modo de producción de visibilidad. Hay un elemento de propaganda. Una amiga, Itziar Ziga, ha escrito un libro, Devenir perra, en el que dice: nosotros follamos más y mejor. Follamos fuera de vuestras restricciones normativas y eso es un placer que nunca conoceréis. Y si os tienta saberlo, wellcome to the revolution.

¿Ese sería el orgullo 'queer': follamos más y follamos mejor?

Sí, y quizá vivimos en otro mundo. En otro mundo que existe y que esta aquí, justo al lado.

Usted es una celebridad en los círculos 'queer', da clases en la Universidad París VIII, pero es desconocida en España. ¿Se ve de profesora en la Complutense?

En España hay instituciones casi feudales. Y dentro de ellas, en un caos extraordinario, suceden cosas paradójicas. En cualquier universidad hay elementos revolucionarios, puntos de resistencia. La revolución no está en otro lado, está aquí, y en la Complutense también.

A ver si la nombran hija predilecta de Burgos.

[Risas]. Ahora, con lo del premio, mi madre dice: qué bien, hija, sales en el periódico, pero tienen la mala idea de sacarte con bigote. No sabe que mi gran orgullo mediático es la portada de la revista transgénero americana.

Desde fuera, lo suyo puede parecer un espectáculo provocativo.

Sí, siempre existe ese riesgo de apariencia estrambótica y consumo morboso, pero hay vida más allá del mundo normalizado.

Para escribir 'Testo yonqui' se administró testosterona en gel casi un año. ¿Sigue 'poniéndose', ya que en el libro se declara 'adicta'?

Ocasionalmente. Respecto a otras adicciones que conozco, la de la testosterona es llevable. Lo veo como una posibilidad y no una necesidad. Para mí, el cambio del sexo no es el paso del muro de Berlín; algo de esa frontera política tiene, pero yo lo veo como un espacio de prácticas del cuerpo.

¿Qué obtiene de la testosterona? Algo le sacará.

Es una droga sexual. Si fuera de venta libre, sería el Viagra para biomujeres. Te pone a mil. Pero empecé a tomarla por un elemento de experimentación, de transgresión, casi una orgía hormonal.

Qué le sugiere a usted, que se declara más allá de lo masculino y femenino, la expresión 'violencia de género'.

Creo que cuando se dice violencia machista no se incide tanto en las prácticas de discriminación como en la masculinidad. Como si la masculinidad fuera una violencia en sí misma y que se ejerce contra las mujeres. Se pasa por alto toda una serie de prácticas violentas transversales. Hay violencia dentro de la homosexualidad, de la transexualidad. Creo que el género mismo es la violencia, que las normas de masculinidad y feminidad, tal y como las conocemos, producen violencia. Si cambiáramos los modos de educación en la infancia, quizá modificaríamos lo que llamamos violencia de género. Siempre pensamos que las niñas pueden defenderse y no agredir. Seamos honestos: en una cultura de la guerra, no equipar técnica y prácticamente a un conjunto de la sociedad para ser capaz de acceder a técnicas de agresión cuando sea necesario es discriminatorio.

¿Propone enseñar a las niñas no defensa personal, sino ataque personal?

Exacto.

Menudo titular me acaba de dar.

Busco alternativas radicales a la cultura de la guerra, y una es el acceso igualitario a las técnicas de la violencia. Toni Negri decía: hay que darle armas al pueblo, puesto que el Estado está armado. Yo diría: hay que darles armas a las mujeres, puesto que los hombres están armados.

Le van a llover protestas.

Esto es una guerra fría: tú tienes armas, yo también.

En 'Testo yonqui' propone a las mujeres tomar testosterona. ¿Cree que así romperíamos el techo de cristal?

Eso es una fantasía de política ficción. La filosofía hace eso, produce ficciones que nos ayudan a modificar el modo en que vemos lo real. Pero nada impide que todas las mujeres tomen testosterona y mañana sean hombres. La posibilidad es tan simple que tiene que haber medidas de restricción para evitarlo. Mi proyecto político es más serio y lúdico a la vez. Imagínate qué mundo lleno de tíos peludos. La estructura de dominación está tan anclada que claro que hay techo de cristal. Pero también represión del lado masculino. Ellos tampoco están bien.

¿La famosa crisis del hombre moderno?

Si algo está en crisis es la masculinidad. Desde el feminismo ha habido un trabajo crítico, pero del lado de los tíos, nada. Por eso me asombra que ellos no se rebelen y digan: quiero enseñar mis piernas estupendas sin celulitis.

Los hombres se depilan hoy más que las mujeres.

Uno de los cambios del régimen farmacopornografico es que el cuerpo masculino pasa a ser objeto de producción del mercado. Lo de la nueva masculinidad o la metrosexualidad no es más que eso. Ahí hay posibilidad de rebelión para los biotíos.

¿Es feliz?

Me considero afortunada/o. Cambio de género al hablar y escribir.

Y en varios idiomas ¿no se lía?

De hecho, la sexualidad es muy comparable a las lenguas. Aprender otra sexualidad es como aprender otra lengua. Y todo el mundo puede hablar las que quiera. Sólo hay que aprenderlas, igual que la sexualidad. Cualquiera puede aprender las prácticas de la heterosexualidad, de la homosexualidad, del masoquismo...

Hay negados para los idiomas.

Incluso ellos pueden chapurrear lesbiano o gay.

Hay una lengua madre, ¿también una sexualidad madre?

Hay una sexualidad que constituye tu suelo de adoctrinamiento. Aquella que has aprendido a reconocer como natural. Pero en cuanto aprendes una segunda lengua sabes que hay más, que incluso puedes abandonar la primera lengua que hablaste sin mayor problema. Yo he estado años sin hablar español y lo hago bien, ¿no?.


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TEORÍA “QUEER”

Para aquellos que crecimos siendo niñas tortilleras en los años inmediatamente posteriores al franquismo es difícil acostumbrarse al éxito del artefacto ““queer”” y a su transformación en  “chic cultural”. Quizás convenga recordar que detrás de cada palabra hay una historia, como detrás de cada historia hay una batalla por fijar o hacer mudar las palabras. A todo aquel que afirme una identidad sexual Mia le cantará al oido: parole, parole, parole…


Hubo un tiempo en el que la palabra “queer” sólo era un insulto. En lengua inglesa, desde su aparición en el siglo XVIII, “queer” servía para nombrar a aquel o aquello que por su condición de inútil, mal hecho, falso o excéntrico ponía en cuestión el buen funcionamiento del juego social. Eran “queer” el tramposo, el ladrón, el borracho, la oveja negra y la manzana podrida pero también todo aquel que por su peculiaridad o por su extrañeza no pudiera ser inmediatamente reconocido como hombre o mujer. La palabra “queer” no parecía tanto definir una cualidad del objeto al que se refería, como indicar la incapacidad del sujeto que habla de encontrar una categoría en el ámbito de la representación que se ajuste a la complejidad de lo que pretende definir. Por tanto, desde el principio, “queer” es más bien la huella de un fallo en la representación lingüística que un simple adjetivo. Ni esto, ni aquello, ni chicha ni limoná...”queer”. Lo que de algún modo equivale a decir: aquello que llamo “queer” supone un problema para mi sistema de representación, resulta una perturbación, una vibración extraña en mi campo de visibilidad que debe ser marcada con la injuria.


Era necesario desconfiar del “queer” como se desconfía de un cuerpo que por su mera presencia desdibuja las fronteras entre las categorías previamente dividas por la racionalidad y el decoro. En la sociedad victoriana que defendía el valor de la heterosexualidad como eje de la familia burguesa y base de la reproducción de la nación y de la especie, “queer” servía para nombrar también a aquellos cuerpos que escapaban a la institución heterosexual y a sus normas. La amenaza venía en este caso de aquellos cuerpos que por sus formas de relación y producción de placer ponían en cuestión las diferencias entre lo masculino y lo femenino, pero también entre lo orgánico y lo inorgánico, lo animal y lo humano. Eran “queer” los invertidos, el maricón y la lesbiana, el travesti, el fetichista, el sadomasoquista y el zoófilo. El insulto “queer” no tenía un contenido específico: pretendía reunir todas las señas de lo abyecto. Pero la palabra servía en realidad para trazar un límite al horizonte democrático: aquel que llamaba a otro “queer” se situaba a sí mismo sentado confortablemente en un sofá imaginario de la esfera pública en tranquilo intercambio comunicativo con sus iguales heterosexuales mientras expulsaba al “queer” más allá de los confines de lo humano. Desplazado por la injuria fuera del espacio social, el “queer” estaba condenado al secreto y a la vergüenza.


Pero la historia política de una injuria es también la historia cambiante de sus usos, de sus usarios y de los contextos de habla. Si atendemos a ese tráfico lingüístico podemos decir que al lenguaje dominante le ha salido el tiro por la culata: en algo menos de dos siglos la palabra “queer” ha cambiado radicalmente de uso, de usuario y de contexto. Hubo que esperar hasta mediados de los años ochenta del pasado siglo para que, empujados por la crisis del Sida, un conjunto de microgrupos decidieran reapropiarse de la injuria “queer” para hacer de ella un lugar de acción política y de resistencia a la normalización. Los activistas de grupos como Act Up (de lucha contra el SIDA), Radical Furies o Lesbian Avangers decidieron retorcerle el cuello a la injuria “queer” y transformarla en un programa de crítica social y de intervención cultural. Lo que había cambiado era el sujeto de la enunciación: ya no era el señorito hetero el que llamaba al otro “maricón”; ahora el marica, la bollera y el trans se autodenominaban “queer” anunciando una ruptura intencional con la norma. La intuición estaba presente desde las revueltas homosexuales de los 70. Guy Hocquenghem, por ejemplo, había desenmascarado ya el carácter histórico y construido de la homosexualidad: “La sociedad capitalista fabrica al homosexual como produce lo proletario, suscitando en cada momento su propio límite. La homosexualidad es una fabricación del mundo normal”. Ya no se trataba de pedir tolerancia y hacer perfil bajo para poder acceder a las instituciones heterosexuales del matrimonio y la familia, sino de afirmar el carácter político (por no decir policial) de las nociones de homosexualidad y heterosexualidad poniendo en cuestión su validez para delimitar el campo de lo social.  En esta segunda vuelta, la palabra “queer” ha dejado de ser una injuria para pasar a ser un signo de resistencia a la normalización, ha dejado de ser un instrumento de represión social para convertirse en un índice revolucionario.


 El movimiento “queer” es post-homosexual y post-gay. Ya no se define con respecto a la noción médica de homosexualidad, pero tampoco se conforma con la reducción de la identidad gay a un estilo de vida asequible dentro de la sociedad de consumo neoliberal. Se trata por tanto de un movimiento post-identitario: “queer” no es una identidad más en el folklore multicultural, sino una posición de crítica atenta a los procesos de exclusión y de marginalización que genera toda ficción identitaria. El movimiento “queer” no es un movimiento de homosexuales ni de gays, sino de disidentes de género y sexuales que resisten frente a las normas que impone la sociedad heterosexual dominante, atento también a los procesos de normalización y de exclusión internos a la cultura gay: marginalización de las bolleras, de los cuerpos transexuales y transgénero, de los inmigrantes, de los trabajadores y trabajadoras sexuales…


Porque para retorcer el cuello a la injuria es necesario algo más que haber sido objeto de ella. El blabla de un marica conservador no es más “queer” que el blabla de un hetero conservador. Sorry. Ser marica no basta para ser “queer”: es necesario someter su propia identidad a crítica. Cuando se habla de teoría “queer” para referirse a los textos de Judith Butler, Teresa de Lauretis, Eve K. Sedgwick o Michael Warner se habla de un proyecto crítico heredero de la tradición feminista y anticolonial que tiene por objetivo el análisis y la deconstrucción de los procesos históricos y culturales que nos han conducido a la invención del cuerpo blanco heterosexual como ficción dominante en Occidente y a la exclusión de las diferencias fuera del ámbito de la representación política.


 Quizás la clave del éxito de lo ““queer”” frente a la dificultad de publicar o de producir discursos o representaciones que provengan de la cultura marica, bollera, transexual, anticolonial, postporno y del trabajo sexual resida desgraciadamente en su desconexión en castellano con los contextos de opresión política a los que la palabra “queer” se refiere en inglés. Si tenemos en cuenta que la eficacia política del término “queer” proviene precisamente de ser la reapropiación de una injuria y de su uso disidente frente al lenguaje dominante habrá que aceptar que ese desplazamiento no se opera cuando la palabra “queer”, desprovista de memoria histórica en castellano, català o valencià, se introduce en estas lenguas. Escapamos entonces al brutal movimiento de descontextualización, pero nos privamos también de la fuerza política de ese gesto. Eso explica quizás que muchos de los nuevos adeptos que quieren identificarse como ““queer”” - como quieren estar en la red de amigos de Manu Chao o adquirir el último e-book - no estarían dispuestos tan ágilmente a ser identificados como “transexuales”,  “sadomasoquistas”, “tarados” o “bolleras”. Será necesario en cada caso redefinir los contextos de uso, modificar los usuarios y sobre todo movilizar los lenguajes políticos que nos han construido como abyectos…de otro modo, la teoría “queer” será simplemente parole, parole, parole…







Artículo de Beatriz Preciado para el Parole de queer 1.


Beatriz Preciado es filósofo y activista queer. Cursó sus estudios en diferentes universidades de EEUU. Actualmente enseña teoría del género en diversas universidades del Estado Español y del extranjero así como participa en el Programa de Estudios Independientes del MACBA. Es autora de los libros: “Manifiesto Contrasexual”, "Testo yonki" y “Pornotopia” y de numerosos artículos publicados en Multitudes, Eseté o Artecontexto…

 
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Judith Butler y Beatriz Preciado 

  Marie-Hélène Bourcier

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Queer Move/ments By Adolfo Vásquez Rocca Teoría de Género y Biopolitica

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PHILOSOPHY By Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA STYLE


Marie-Hélène Bourcier est sociologue, maître de conférences à l'université Lille III1. Elle est une militante queer reconnue en France.


  • (dir.), Q comme Queer, Lille, GayKitschCamp (QuestionDeGenre/GKC), 1998.
  • Queer Zones, Politique des identités sexuelles, des représentations et des savoirs, Paris, Balland, coll. « Le Rayon », 2001. Réédition revue et augmentée chez Editions Amsterdam, Paris, 2006.
  • avec Suzette Triton (dir.), Parce que les lesbiennes ne sont pas des femmes… autour de l’œuvre de Monique Wittig, Paris, Éditions gaies et lesbiennes, 2002.
  • Queer Zones 2, Sexpolitiques, Paris, La Fabrique, 2005.
  • Collectif. Cahiers du genre n° 45 :Les fleurs du mâle: masculinités sans hommes. L'Harmattan. 2008.
  • Queer Zones 3, Identités, cultures et politiques, éditions. Amsterdam, 2011
  • Comprendre le féminisme, essai graphique avec Alice Moliner, éditions. Max Milo, 2012

Articles

FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

BEATRIZ PRECIADO


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KATE MOSS UK MODELS

 

 KATE MOSS AND THE ROLLING STONES


Una vez más, Kate Moss salió a divertirse y terminó mal. La súpermodelo, de 39 años, asistió a dos eventos: la inauguración de un nuevo local de Longchamp en Regent Street y la fiesta de la revista W en un hotel londinense.
Al final de la noche, Kate terminó así:
Subida a un taxi, la modelo no pudo ni sostener la cabeza:
Para la ocasión, Kate eligió un extravagante: un minishort negro, cortito y ajustado, con medias negras y una blusa negra, tapada hasta el cuello, con una pequeña abertura. Eso sí: era casi transparente:
Lo acompañó con un cinturón que simulaba un lazo, una cartera azul y zapatos negros.
Para cubrirse, eligió un tapado plateado:
Adentro de la fiesta ya se veía que la noche no terminaría bien:
El glamour y la moda, junto con las indispensables gafas oscuras, quedaron atrás para Kate Moss, pues terminó dormida toda descompuesta tras una larga noche de copas y así fue sorprendida por los paparazzi.
10 millones de dólares anuales factura la modelo británica de 39 años, según la revista 'Forbes'
La top model británica de 39 años fue captada subiéndose a un taxi desarreglada, algo inestable en sus movimientos y recibiendo ayuda de una amiga para mantenerse en pie.
La súpermodelo y esposa del rockero Jamie Hince, del grupo The Kills, quiso cumplir con las invitaciones que recibió, por lo que no se perdió ninguna fiesta de la Semana de la Moda en Londres: primero fue a la inauguración de un nuevo local de la marca de bolsos Longchamp en Regent Street, y luego a la exclusiva celebración de la revista W en un hotel de la capital del Reino Unido. 
83-57-88 son sus medidas
En la noche londinense también se vio a la estrella de Hollywood, Zoe Saldana y al cantante de The Rolling Stones, Mick Jagger, por lo que no habrá sido la única que bebió algunas copas de más, solo que ella no fue precavida a la hora de retirarse del lugar y evitar salir justo por donde aguardaban todos los fotógrafos. 





Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía


ADOLFO VASQUEZ ROCCA


KATE MOSS

BEATRIZ PRECIADO

 

FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 Kate Moss and The Rolling Stones


Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía


VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO 

FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 

 

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía, Psicología y Teoría del Arte


 

La moda en la postmodernidad
Deconstrucción del fenómeno fashion



 

El tema de la moda lejos de ser un asunto meramente banal constituye un documento estético sociológico que da clara cuenta de las sensibilidades de una época, en particular de la voluntad de ruptura e innovación o, por otra parte, de férreo conservadurismo, quedando definido el asunto del vestir como un asunto sustancialmente político.
La moda ésta en la calle y por lo tanto es parte constitutiva de la res pública. Por ello, este artículo, al intentar dar cuenta del fenómeno fashion, supone ampliar la reflexión –más allá del asunto relativo al vestir– al contexto sociocultural y antropológico que supone.
La moda ha pasado a formar parte de las preocupaciones políticas asociadas a la democratización. La idea de que las sociedades contemporáneas se organizan bajo la ley de la renovación imperativa, de la caducidad orquestada, de la imagen, del reclamo espectacular y de la diferenciación marginal fue desarrollada –principalmente– en Francia por autores situacionistas como Debord y los teóricos más atentos a los fenómenos de la modernidad tardía, los así llamados profetas de la postmodernidad, a saber Lipovetsky y Braudrillard.
Por su parte M. Kundera se concentra en la imagología, es decir, la capacidad de creación de simulacros y sucedáneos, como el milagro materialista de nuestro tiempo (1).
El devenir moda de nuestras sociedades se identifica con la institucionalización del consumo, la creación a gran escala de necesidades artificiales y a la normalización e hipercontrol de la vida privada.
Desde el periodo de entreguerras, con el surgimiento del “prêt à porter”, la moda del vestir no ha hecho más que avanzar en un continuo proceso de democratización.
En este sentido, la moda es un instrumento democrático que pretende lograr el consenso social, un medio, por otro lado dudoso, pues bajo la apariencia de una gran pluralidad y liberalidad genera una indiscutible homogeneidad.
La sociedad de consumo supone la programación de lo cotidiano; manipula y determina la vida individual y social en todos sus intersticios; todo se transforma en artificio e ilusión al servicio del imaginario capitalista y de los intereses de las clases dominantes. El imperio de la seducción y de la obsolescencia; el sistema fetichista de la apariencia y alienación generalizada (2).


La moda como espectáculo. Relaciones entre individualismo, frivolidad y poder
En las sociedades contemporáneas las novedades se han abierto paso a golpes de botas de cuero. Una fantasía individual, seguida por modelos anoréxicas, acompañadas de bandas rock y andróginos super-star. La autonomía de esta estética y de sus agentes sociales –los diseñadores– los nuevos gurús del poder de las apariencias (J.P. Gaultier, Alexander McQueen, Vivienne Westwood, John Galliano, etc.) han convertido el estreno de cada nueva colección en uno de los eventos más distintivos de la sociedad del espectáculo, en un fenómeno mediático que “pone en juego esa tensión radical entre un aparente individualismo, y una sutil masificación y alienación” (3).
El imperio de las marcas y el desfile de quinceañeras uniformadas en todo el mundo, son grupos que hacen de la moda “alternativa” otro objeto de consumo.
Por otra parte, cabe notar que, paradojalmente, un exceso crítico frente al carácter alienante de la moda, se convierte el mismo en una moda –postura o impostura – para uso de la clase intelectual.

Fashion y espectáculo
En algunos países se usa la expresión una “mujer producida” para referirse a aquella que ha fabricado o construido su imagen, ya sea con el maquillaje o el vestuario, en definitiva por el claro acento de su “look”. La expresión “producción” en este caso está asociada a los “productores” –de imagen– que se mueven en el mundo del espectáculo.
Cuando la moda accede a la modernidad se convierte en una empresa de creación –o producción– pero también en espectáculo publicitario.
Frente a la alta costura surge el “prêt–à–porter”, lo cual no significó en absoluto una democratización de la moda, sino más bien uniformidad o igualación de la apariencia; nuevos signos más sutiles y matizados, especialmente firmas, cortes, tejidos, fibras, continuaron asegurando las funciones de distinción y excelencia sociales. La democratización significó una reducción de los signos de diferenciación social, a criterios como la esbeltez, la juventud, el sex-appeal, la comodidad, la naturalidad y cierto minimalismo. La moda, en este sentido, no eliminó los signos de rango social, sino que los reemplazó promoviendo referencias que valoraban más los atributos de tipo más personal como los referidos, esbeltez, juventud, etc.
Pese a lo anterior podemos citar algunas estrategias para burlar estos nuevos imperativos. Andy Warhol en Mi Filosofía... señala que decidió “tener canas para que nadie pueda saber qué edad tenía y parecer más joven de lo que los otros creyeran que sería” (4). Su argumento era que ganaba mucho volviéndose canoso, pues todos se sorprenderían de lo joven que parecería y se sacaría de encima la responsabilidad de actuar como un joven: podría ocasionalmente caer en la excentricidad o en la senilidad y nadie opinaría al respecto dado su cabello canoso. “Cuando tienes canas –señala Warhol–, cada movimiento que haces parece joven y ágil en lugar de ser sólo normal” (5). Así pues, Warhol, se tiñó el pelo de blanco a los veinticuatro años.

El cuerpo como experimento
Volviendo a nuestra reflexión acerca de los cambios en los signos de status social promovidos por el imperio de la seducción, debemos atender a las exigencias que la moda hace al cuerpo, convirtiéndolo en un escenario de representación.
Estos cambios nos convierten en “primitivos modernos”. No cesamos de forzar los límites naturales del cuerpo para hacerlo más bello y deseable.
Según las culturas, se forma o se deforma la anatomía en una serie de experiencias dolorosas, que son parte integrante de nuestra civilización.
De todas las alteraciones corporales el tatuaje es la más extendida. Los “primitivos modernos” imitan a los auténticos primitivos inventando nuevos diseños que pueden llegar a cubrir todo el cuerpo.
Al modo como cuando a una muchacha de Etiopía se le introduce un disco de tierra cocida o de madera en el labio inferior. Cuanto mayor es la superficie en forma de plato, más bella y cara es la mujer. Al mismo tiempo ¿cuánto puede valer una modelo occidental que se ha engrosado los labios con inyecciones de silicona?
Los Ibitoes de Nueva Guinea valoran las cinturas angostas y para ello las comprimen con tiras de tela y madera. En nuestra sociedad un talle muy fino ha constituido el ideal de la belleza femenina.
Como se ve, al igual que el arte, la moda sigue las leyes del progreso técnico y se hace autónoma respecto a la belleza. Para el caso del vestir, por ejemplo, comprobamos en la actualidad la autonomía del vestido respecto al cuerpo –el caso tan conocido del tallaje– y respecto del diseño e incluso respecto del vestir mismo: las últimas tendencias consisten justamente en deconstruir el vestido (6).
En las fiestas de máscaras, también especie de ceremonias rituales vigentes aún en las sociedades contemporáneas, las personas parecen haber elegido cuidadosamente su disfraz y esa noche aunque sólo sea mientras dura la fiesta, serán aquello que siempre han querido ser. Se han librado de su disfraz cotidiano –del aspecto habitual que llevan al trabajo todos los días– y han decidido adoptar un aire seductor o trasgresor. El estado final de la metamorfosis es el personaje. Los simulados “punks” se han metamorfoseado en auténticos transgresores porque a su careta (personaje) le están permitidos todos los excesos que a ellos les están vetados. Una forma atávica y ritual de liberarse de los miedos e inhibiciones.
 
Un espectador distanciado tendría una curiosa sensación: la de que todo esto bien podría tratarse de una reunión en un local de moda: una pasarela. Aunque desde una óptica más antropológica, en las fiestas de máscaras podríamos encontrar también –siguiendo nuestra híbrida categoría del “primitivo moderno”– resonancias tribales.
La metamorfosis ha sido desde siempre una de las obsesiones recurrentes del ser humano y a menudo representa, de forma patente y brutal, el deseo implícito de subvertir lo establecido. Asociado a ella se puede adivinar el engaño, la apariencia, en otras palabras el disfraz.
Es necesario, sin embargo, distinguir entre metamorfosis e imitación: la metamorfosis es percibir como propias las características del otro, una posición cómoda de usar y tirar.
Lo peligroso de todo disfraz es que es posible acabar por encontrarse en la complicada y ambigua posición del travestido.
La metamorfosis en un ser del sexo contrario –o su imitación– es una de las más extendidas en la historia de la humanidad (la más básica pareja de opuestos). Se trata de esas mujeres con tacones altos y maquillajes exagerados, esos hombres con barbas y brazos inundados de tatuajes –sin duda calcomanías socorridas que mañana desaparecerán con agua –. Son las Marylyn’s y los marineros; no son hombres ni son mujeres, son la esencia de lo masculino y lo femenino, son lo narrativo del estereotipo.
Sin embargo, el estereotipo es una categorización reducida a sus rasgos más grotescos, esto es, a una caricatura. De modo que ser estereotipado es vivir una “identidad” clausurada por la mirada generalizadora y etiquetadora del otro. Como dirá Sartre “el otro es una mirada de la cual soy objeto” (7) y a través de ella logro mi objetividad.


La teatralidad de la vida social
Nos vestimos al caer en la cuenta de que estamos presentes ante otros, que son ajenos a nuestra (propia) interioridad. Ante esa mirada del otro configuro mi exterioridad como expresión de lo que soy. Esto nos enriquece, porque añade a nuestro ser corporal nuevos significados que expresan la riqueza interior, dándole así a nuestra apariencia (externa) una gran profundidad.
La constitución de nuestra identidad, como intento mostrar, tiene lugar desde la alteridad, desde la mirada del otro que me objetiva –que otorga consistencia a mi ser –, que me convierte en espectáculo. Ante él estoy en escena, experimentando las tortuosas exigencias de la teatralidad de la vida social.

 NOTAS

(1) RIVIERE, M,  Lo cursi y el poder de la moda, Editorial Espasa  calpe, Buenos Aires,  1992, p. 161.
(2) DEBORD, Guy, La sociedad del espectáculo, Ed. Pre –Textos, Valencia, 1999, cap. II La mercancía como espectáculo. P. 51 y sgtes.
(3) DEBOR, Guy, La Sociedad del Espectáculo, Ed. Pre–Textos, Valencia, 1999, cap. VIII, La negación y el Consumo de la Cultura, p. 151 y sgtes.
(4) WARHOL, Andy. Mi filosofía de A a B y de B a, Ed. TusQuets. Barcelona 1998, p. 108-109.
(5) WARHOL, Andy. Mi filosofía de A a B y de B a, Ed. TusQuets. Barcelona 1998, p. 109.
(6) URREA, I., Desvistiendo el Siglo XX. Ed. EIUNSA, Barcelona, 1999.
(7) SARTRE, J.P.: El ser y la nada, Ed. Losada, Buenos Aires, 1966.
(8) RIVIERE, M, Diccionario de la moda, Ed. Grijalbo, Barcelona, 1996.
(9) DE DIEGO, Estrella El andrógino sexuado, Ed. Visor, Colección La Balsa de la Medusa, 53, Madrid 1992, p. 90.
(10) COUPLAND, Douglas, Generación “X”, Ed. B, S. A., Barcelona, 1993, p. 162.
(11) WARHOL, Andy. Mi filosofía de A a B y de B a, Ed. TusQuets, Barcelona, 1998, p. 69.
(12) VEBLEN, T, Veblen, T. (1995): Teoría de la clase ociosa, Fondo de Cultura Económica, México (primera edición 1899) p. 98.
(13) BALZAC, Honoré de, Tratado de la vida elegante, Editorial Casiopea, Barcelona, 2001.
(14) BAUDRILLARD, Jean, The Consumer Society, SAGE Publication, 1998, p. 100.

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía

BAUDRILLARD Por Adolfo Vásquez Rocca

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía

MODELS Style  LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO  Por  ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

MIOSS MOOS  KATE MOSS TOP MODEL

 LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO  Por  ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

 

 

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía, Psicología y Teoría del Arte


KATE MOSS Y THE ROLLING STONES: LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO O LA POSMODERNIDAD NIHILISTA Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


DW. BEATRIZ PRECIADO Y FOUCAULT: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA QUEER Y APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LA DIVERSIDAD SEXUAL. _ Dr. Adolfo Vásquez Rocca
http://arteaisthesis.blogspot.com/2014/10/dw-beatriz-preciado-y-foucault.html
Doctor en Filosofía
Director de Revista Observaciones Filosóficas


Adscripción Académica


Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Andrés Bello UNAB
Universidad Complutense de Madrid
Eastern Mediterranean University - Academia.edu


Trayectoria Académica

Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética.  Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC.
En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.
Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina.  Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–.  –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica  PUCV.

Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia,  Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás  © , Bogotá, Colombia.

Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.  Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo TheoriaProyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM.  Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008.  Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección  Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, ©  2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2013.

Publicaciones

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(2014)

Vásquez Rocca, Adolfo, "Lógica paraconsistente, paradojas y lecturas parasitarias: Del virus del lenguaje a las lógicas difusas, (Lewis Carroll, B. Russell, K. Gödel y W. S. Burroughs)", En EIKASIA, Revista de Filosofía, Nº 58 – 2014, Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Oviedo, España, pp. 41– 64.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Nietzsche y Freud, negociación, culpa y crueldad: las pulsiones y sus destinos, eros y thanatos (agresividad y destructividad)”, En EIKASIA Nº 57, 2014, Revista de Filosofía, Oviedo, SAF - Sociedad Asturiana de Filosofía.

Vásquez Rocca, Adolfo, "Sloterdijk: el retorno de la religión, la lucha de los monoteísmos históricos y el asedio a jerusalén; Psicopolítica de los bancos de ira, apocalipsis y relatos escatológicos; del fundamentalismo islámico a los espectros de Marx". En Revista Almiar - III Época Nº 75 - 2014, ISSN: 1696-4807, MARGEN CERO, Madrid.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Freud y Kafka: Criminales por sentimiento de culpabilidad: En torno a la crueldad, el sabotaje y la auto-destructividad humana”, En EIKASIA, Revista de la Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Nº 55 – marzo, 2014 - ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 73 – 92.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Zoología Política: Disturbios en el Parque Humano, Cultura de Masas y el modelo amigable de la Sociedad Literaria”, En Revista Almiar, MARGEN CERO, Madrid, III Época – Nº 73 marzo–abril, 2014.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: Constitución Psico-inmunitaria de la naturaleza humana, Ciencia Zoológica y Ciencia Pneumática; Deriva biotecnológica e historia espiritual de la criatura”, En Academia.edu, Manuscritos Transversales, 2014, pp. 45–66; y Cuaderno de Materiales, ISSN: 1139-4382, Universidad Complutense de Madrid, Nº 26, 2014.

(2013)
Vásquez Rocca, Adolfo, "Arte Conceptual y Posconceptual. La idea como arte: Duchamp, Beuys, Cage y Fluxus", En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, Nómadas Nº 37  |  Enero-Junio 2013 (I), pp. 100 - 130.

Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: El animal acrobático, prácticas antropotécnicas y diseño de lo humano”,  En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, NÓMADAS. Nº 39 | Julio-Diciembre, 2013 (I)  pp. 100-125.

Vásquez Rocca, Adolfo, " Foucault; 'Los Anormales', una Genealogía de lo Monstruoso; Apuntes para una Historiografía de la Locura.",  En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, —NÓMADAS. Nº 34 – 2012 (2), pp. 403 - 420

Vásquez Rocca, Adolfo, "Sloterdijk: Neuroglobalización, estresores y prácticas psico-inmunológicas", En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, Nómadas Nº 35 | Julio-Diciembre.2012 - 2013 (I), pp. 427 - 457

Vásquez Rocca, Adolfo, “Peter Sloterdijk: Experimentos con uno mismo. Ensayos de intoxicación voluntaria y constitución psicoinmunitaria de la naturaleza humana”, REVISTA DE ANTROPOLOGÍA EXPERIMENTAL, Nº 13,  2013 -  pp. 323-340  -  ISSN: 1578-4282,  UNIVERSIDAD DE JAÉN  (España). 

Vásquez Rocca, Adolfo, "Peter Sloterdijk: Celo de Dios, neo-expresionismo islámico y política exterior norteamericana", EIKASIA, Revista de la Sociedad Asturiana de Filosofía SAF, Nº 53 – diciembre, 2013 - ISSN 1885-5679 – Oviedo, España, pp. 23 – 40.

Libros

Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008. 221 páginas | I.S.B.N.: 978-84-7822-523-1

Libro: Rorty: el Giro narrativo de la Ética o la Filosofía como género literario [Compilación de Conferencias en México D.F.] Editorial Hombre y Mundo (H & M), México, 2009,  450 páginas I.S.B.N.: 978-3-7800-520-1


Publicaciones Catalogadas en:
DOAJ Directory of Open Access Journals 

DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanas

Publications Scientific

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Biblioteca UCM → Universidad Complutense de Madrid

Biblioteca Asociación Filosófica UI
Eastern Mediterranean University - Academia.edu
Publicaciones Indexadas en Revista Nómadas


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 Kate Moss

La modelo británica y sus excesos.
2013 DESASTRE. Así terminó la noche de Moss.

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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.
- Doctor en Filosofía, Universidad Complutense de Madrid.
- Profesor Universitario y Académico Investigador: UNAB - U.COMPLUTENSE MADRID- PUCV Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
- Director de Revista Observaciones Filosóficas
- Investigador Asociado Escuela Matríztica
- Escritor y Artista Plástico
 



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  MUJERCITAS



Mujercitas, el coraje de las madres, la píldora, cóctel hipercargado de estrógenos y progesterona, el honor de las vírgenes;
La bella durmiente, la bulimia, el deseo de un hijo, la vergüenza de la desfloración;
La sirenita, el silencio frente a la violación;
Cenicienta; la inmoralidad última del aborto, los pastelitos, saber hacer una buena mamada, el Lexomil, la vergüenza de no haberlo hecho todavía;
Lo que el viento se llevó, decir no cuando quieres decir sí, quedarse en casa, tener las manos pequeñas, los zapatitos de Audrey Hepburn, la codeína, el cuidado del cabello, la moda, decír sí cuando quieres decir no, la anorexia, el secreto de saber que quien te gusta realmente es tu amiga, el miedo a envejecer, la necesidad constante de estar a dieta, el imperativo de la belleza, la cleptomanía, la compasión, la cocina, la sensualidad desesperada de Marilyn Monroe, la manicura, no hacer ruido al pasar, no hacer ruido al comer, no hacer ruido, el algodón inmaculado y cancerígeno del Tampax, la certitud de la maternidad como lazo natural, no saber gritar, no saber pegar, no saber matar, no saber mucho de casi nada o saber mucho de todo pero no poder afirmarlo, saber esperear, la elegancia discreta de Lady Di, el Prozac, el miedo de ser una perra calentona, el Valium, la necesidad del string, saber contenerse, dejarse dar po culo cuando hace falta, resignarse, la depilación justa del pubis, la depresión, la seda, las bosiltas de lavanda que huelen bien, la sonrisa, la momificación en vida del rostro liso de la juventud, el amor antes que el sexo, el cáncer de mama, ser una mantenida, que tu marido te deje por otra más joven…

Algunos códigos semiotico-técnicos de la masculinidad pertenecientes a la ecología política farmacopornográfica:
Río Grande; el fútbol, Rocky, llevar los pantalones, saber dar una hostia cuando es necesario; Scarface, saber levantar la voz; Platoon, saber matar, los medios de comunicación, la úlcera de estómago, la precariedad de la paternidad como lazo natural, el buzo, el sudor, la guerra (aunque sea en su versión televisiva), Bruce Willis, la Intifada, la velicidad, el terrorismo, el sexo por el sexo, que se te levante como a Rocco Siffredi, saber beber, ganar dinero, Omeoprazol, la ciudad, el bar, las putas, el boxeo, el garage, la vergüenza de de que no se te levante como a Rocco Siffredi, el Viagra, el cáncer de próstata, la nariz rota, la filosofía, la gastronomía, tener las manos sucias, Bruce Lee, pagar una pensión a tu ex mujer, la violencia doméstica, las películas de horror, el porno, el juego, las apuestas, los ministerios, el Gobierno, el Estado, la dirección de empresa, la charcutería, la pesca y la caza, las botas, la corbata, la barba de dos días, el alcohol, el infarto, la calvicie, la fórmula 1, el viaje a la Luna, la borrachera, colgarse, los relojes grandes, los callos en las manos, cerrar el ano, la camaradería, las carcajadas, la inteligencia, el saber enciclopédico, la obsesión sexual, el donjuanismo, la misoginia, ser un skin, los serial-killers, el heavy-metal, dejar a tu mujer por otra más joven, el miedo a que te den por el culo, no ver a tus hijos después del divorcio, las ganas de que te den por el culo…”.

Dra. Beatriz Preciado

http://ris.fashion.telegraph.co.uk/RichImageService.svc/imagecontent/1/TMG10033260/m/VIVIENNE-WESTWOOD-_2550781a.jpg
 
 
Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denis

http://cuartoscuro.com.mx/revista/wp-content/uploads/2011/11/Arte-y-feminismo1.jpg
Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

http://www.fastdates.com/FastDatesNews2013/Kate_Moss_3_Matchless.jpg

COMO NO DEVENIR PERRA _kATE MOSS 

Devenir Perra.

Una perra trans feminista, una ética de la manada de las perras, una escritura perra, una perra que reniega del patriarcado con otras herramientas, las boas de plumas, los tacones, el sexo. Una perra feminista como pocas.

Itziar Ziga

SLOTERDIJK_ANTROPOT_CNICAS_Y_HOMO-IMMUNOLOGICUS.jpg

I.-

Orgasmicamente estamos viviendo una revolución, una sexualización y una putificación del feminismo”.
Itziar Ziga, abanderada del activismo feminista, mezcla critica al heteropatriarcado capitalista con sexo a go gó, a partes iguales.
Su libro es más que sugerente Devenir perra es un grito de guerra divertido y desacomplejado, según dice la Editoral Melusina. Una lúcida reflexión sobre el postporno, un nuevo movimiento que tiene como consigna, y cito textualmente de la noticia, la apropiación de cotos que antes estaban sujetos a un poder heteronormativo.
Por ejemplo, el cine porno; una parcela de terreno del hombre heterosexual donde todos los contenidos estaban destinados a él. Y ahí es donde entra en juego este movimiento postpornista. Ahora son ELLAS las que hacen su propio porno en vista de que se han hartado de ver en las películas tanta mujer subyugada…


No sé por qué ola vamos dentro de la Historia del Feminismo. Supongo que por la cuarta o quinta. Esta nueva ola libra la guerra contra el patriarcado en el campo de batalla del cuerpo, con el objetivo de no estigmatizar la sexualidad femenina, lo cual es algo realmente llamativo como forma de reivindicación. Algo así como un “a follar que el mundo se va a acabar”.
Espero que en sus reivindicaciones, las mujeres, heterosexuales, lesbianas y bisexuales, utilicen preservativo. No está la cosa como para engrosar las listas de afectados por el VIH por muy feminista que se sea.
Por desgracia, en la sociedad actual la mujer que es sexualmente muy activa es considerada una meretriz. No se ve hasta qué punto esa forma de reivindicación va a erradicar esa patriarcal concepción sobre la mujer. 
 
http://i.models.com/feed/i/2012/02/R13282059081492090_1-700x932.jpg


Así, puesto que la inocencia histórica de las mujeres no es una categoría crítica sostenible para el feminismo, deberíamos pensar las imágenes como productoras (potenciales) de contradicciones tanto en los procesos sociales como subjetivos.
Teresa de Lauretis
Nuestra complejidad no cabe en la estrechez de un mapa que pondría en un extremo a bollos y a maricas, en el otro a heteros y en el territorio intermedio a bisexuales. No se trata de con quien follamos, es una cuestión de opresión y de alianzas políticas, de identidades estratégicas.
Itziar Ziga



i D magazine summer 2010

Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad

Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denis

http://www.observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm


COMO DEVENIR PERRA _kATE MOSS 


Mi sexualidad es una creación artística


El documental Mi sexualidad es una creación artística nos habla del cómo eso que hemos creído dado como natural no es sino siempre producto de una ficción. Lucía Egaña Rojas genera la ficción de la conformación de una colectividad de gente que comparte entre otras cosas un uso terrorista del cuerpo. Un engranaje de planos, dildos, fisting y estéticas drag parecieran mostrarnos un grupo en Barcelona que de la mano del porno- terrorismo y de las definidas prácticas expuestas en el libro Manifiesto contrasexual de Beatriz Preciado, conforman un “nosotros” más amplio. Pero, ¿qué significa habitar un “nosotros” en los espacios de resistencia a la hegemonía sexual imperante? ¿existe ese “nosotros”? ¿rompe la colectividad las tecnologías del “yo” naturalizadas en lo cotidiano? Me parece importante revisar a la luz de este documental, las estrategias de resistencia que operan en la formación de espacios como este.
La feminista Gayatri Chakravorty Spivak se pregunta por el cómo podemos habitar políticamente ese espacio que llamamos colectividad. Expone que las experiencias que podrían traducir esta interrogante están en relación a las políticas amistad pues es muy complejo iniciar un trabajo colectivo sin una red de amigos. De hecho, se ha propuesto que luego de la historia de la sexualidad, deberíamos quizás estudiar la historia de la amistad puesto que en ella se encontrarían respuestas claves a cómo las diferentes formas de relación en el espacio de lo público y lo privado han ido mutando.



Bibliografía

COLECTIVO SITUACIONES. Impasse : dilemas políticos del presente, Buenos Aires: Tinta Limón, 2009.

DE LAURETIS, Teresa. Alicia ya no: feminismo, semiótica, cine, Madrid: Ediciones cátedra, 1992.

SPIVAK, Gayatri Chakravorty. Muerte de una disciplina, Santiago: Editorial Palinodia, 2008.

ZIGA, Itziar. Devenir Perra, España: Editorial Melusina, 2009.


Los miedos nos golpean uno a uno en una sucesión constante aunque azarosa, ellos desafían nuestros esfuerzos (si es que en realidad hacemos esos esfuerzos) de engarzarlos y seguirles la pista hasta encontrar sus raíces comunes, que es en realidad la única manera de combatirlos cuando se vuelven irracionales. El miedo ha hecho que el humor del planeta haya cambiado de manera casi subterránea.



¿POR QUÉ A LOS HOMBRES NOS GUSTAN LAS CABRONAS?

Chicas Cabronas: Ideas dispersas sobre el deseo y la fantasía

Por Joaquín Peón Iñiguez

Chicas Cabronas: Ideas dispersas sobre el deseo y la fantasía

Ibargüengoitia, Sábato, Kafka. Las calientahuevos, las tapatías, las casadas. Lo cursi, las mentiras, las anécdotas. El autor busca una respuesta en la divagación.
Lo que más me gusta de Gloria es su ingenuidad. Es una muchacha que carece por completo de malicia. ¿Crees tú que eso sea anormal, que me atraiga una mujer por honesta? A veces se me ocurre que soy un degenerado.
Jorge Ibargüengoitia
Perfil psicológico de la cabrona

Las cabronas vienen en todos los disfraces, caben en cualquier piel y aparecen sigilosas en los lugares más insospechados: un confesionario, un circo, una oficina, un museo, un camión. Aunque existen patrones en su comportamiento, no los hay en su personalidad, algunas son alegres, otras entristecen como girasoles o son oscuras como las pesadillas de un anciano. En la mayoría de los casos, esto podrán atestiguarlo muchos, las cabronas pertenecen a la tradición de la Gorgona.

La balsa de la medusa, Théodore Géricault

La cabrona demanda atención y utiliza los métodos más retorcidos para conseguirlo. Cuando lo hacen envolviéndote en su misterio es uno de los prodigios máximos de la seducción; cuando te manipulan con mentiras que parecen mentiras, sólo provoca patetismo.

Mayormente son mentirosas compulsivas, se creen sus propias mentiras, tanto que si creyeran que sangran, sangrarían. Es común que una mentira lleve a otra, por lo mismo evaden su realidad y cualquier responsabilidad con ella, así como con el otro. Tienen problemas de confrontación, la verdad las hace miserables. Se autojustifican cualquier acto o actitud porque en algún momento de su educación les inculcaron restringidos valores de comportamiento, niegan su propia naturaleza porque les enseñaron a asociarla con el mal, le temen al castigo porque fueron castigadas. Lloran en silencio. Las cabronas, en ese sentido, son vulgares cristianas cualquieras. Son egoístas, es curioso que pasen por insensatos procesos mentales eludiendo las consecuencias, pero al final sus decisiones terminan perjudicándolas más, uno puede dedicarle una vida a huir de su realidad, pero tarde o temprano te alcanza y te pone una madriza épica. Por esa misma mecánica les cuesta trabajo crear apegos, caminan tomadas de la mano del viento. La cabrona demanda atención y utiliza los métodos más retorcidos para conseguirlo. Cuando lo hacen envolviéndote en su misterio es uno de los prodigios máximos de la seducción; cuando te manipulan con mentiras que parecen mentiras, sólo provoca patetismo. Por miedosas están condenadas a vivir en la perenne insatisfacción.

El deseo y la desilusión

Anuncié en el Facebook el tema de esta columna y Paco Marín, un estimado amigo teatrero en Mérida, me hizo llegar una recomendación con todo y una pista: lo fácil nos apaga el deseo. La escena que me sugirió Paco aparece en la obra El Público de Federico García Lorca y trata de una figura cubierta por cascabeles y otra por pámpanos que se persiguen y se eluden, danzando, huyendo de cualquier definición a través de un juego de asociaciones libres. Si tú eres X, yo seré Z, si tú eres Z, yo seré un faro de luz. El fragmento es una clara representación del deseo, el nutriente del que se alimenta una cabrona, sentimiento primigenio, fuerza creativa y creadora, energía amoral, manifestación absoluta de poder. En la misma escena se intercalan constantemente los roles del perseguido y el perseguidor, el deseado y el deseante, nunca conviven los dos. La imposibilidad fascina, la materialización desilusiona. Me detengo por ahora, racionalizar el deseo es de mala educación.
Figura de Pámpanos: cuando rondas el lecho y los objetos de la casa te sigo, pero no te sigo a los sitios adonde tú, lleno de sagacidad, pretendes llevarme. Si tú te convirtieras en pez luna, yo te abriría con un cuchillo, porque soy un hombre, porque no soy nada más que eso, un hombre, más hombre que Adán, y quiero que tú seas aún más hombre que yo. Tan hombre que no haya ruido en las ramas cuando tú pases. Pero tú no eres un hombre. Si yo no tuviera esta flauta, te escaparías a la luna, a la luna cubierta de pañolitos de encaje y gotas de sangre de mujer.

Mujeres de perla

Las tapatías tienen una forma petulante de ser cabronas, no te miran a los ojos cuando te conocen, me da la impresión de que si les hablas sucio se van a persignar.

Lo cursi

Blow-up, de Antonioni

Cabrona, te quiero desde antes de haber nacido, te vengo imaginando desde otra vida y sé que cuando muera será asfixiado entre tus muslos fuertes como armaduras y tu clítoris de aguijón. También sé que eres una sola ninfa compuesta de todas las mujeres que he deseado y que tu cuerpo pierde una prenda o revela una nueva mueca cada vez que conozco a una mujer más. Es por eso que a veces tu lunar se muda de la comisura de tu boca a la areola de tu pezón, a tu pubis le crece el pelo de un día a otro, tus ojos conmueven y ametrallan, a veces muerdes cuando besas y otras tantas no te dejas besar. Sólo te reconozco porque me veo a mí en ti y siempre estoy como gritando de angustia, como gritando de triste, como volando de esperanza. Soy un hombre cursi, un escritor cursi al que le ocurren experiencias cursis como volver a descubrir de adulto las maravillas de recorrer la ciudad en bicicleta o recuperar la fe en la humanidad porque hay un nuevo perro en la casa. Pero uno no puede vivir así, no es justo, me están ocurriendo episodios extraños por tu culpa, llevo varias vidas sin dormir, he perdido amistades, me he aficionado a la bebida, mis cicatrices se han ido expandiendo y a mí me urge que se me caiga la piel; estoy envejeciendo rápido, sólo espero que te mueras pronto o que yo madure en un golpe de amanecer y aprenda a querer a una mujer, dulce y tierna, que me quiera también.

La calientahuevos

Techingus Eltragus Ymevoyconelnegrus. Perteneciente a la especie Squamata. Nocturna, carnívora, invertebrada; alas de oro, garras de bronce y colmillos de jabalí. Tienen las escamas cubiertas de piel. La locomoción la realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo en la zona cintura-caderas-nalgas, las subespecies bailan reggaetón y las virtuosas salsa. Utilizan sus colmillos para infectar a su víctima de fantasía y luego succionarla de vuelta, dejan el cuerpo tirado, inerte, derrotado, cadavérico… junto a una botella de mezcal y un recipiente para cacahuates que parece un cenicero.

Una anécdota
No quise volver a verla, supe que una segunda cita hubiera sido suficiente para quererla y así como el VIH infecta las vías circulatorias, enamorarse de una cabrona envenena la respiración.

Una vez salí con una mujer que había estado en el manicomio. Antes de verla me advirtió que los hombres terminaban huyendo de ella porque sus ideas les provocaban un miedo fatal, eso, por supuesto, me excitó aún más. Yo conducía borracho a 140 kilómetros por hora, gritando por la ventana, así, así, que lo escuchen todos, mientras ella me agarraba la verga y me recitaba un poema de Blake al oído. Paramos en un clandestino por unas caguamas, bebimos un rato, me cantó una canción de Syd Barret y otra de Neil Young, desafinada, perfecta. Le pregunté si era posible conocer a una mujer en una sola noche, se levantó casi pausada, sin preocuparse por su minifalda, dio vueltas en círculo y comenzó a lanzarme con violencia sus libros más queridos, sus discos favoritos y finalmente su diario. Lo leí durante media hora sin hablar, me corté sin querer con sus páginas, unté la sangre en un cigarro y se lo encendí para que lo fumara. Después cogimos como adentro de un manicomio. No quise volver a verla, supe que una segunda cita hubiera sido suficiente para quererla y así como el VIH infecta las vías circulatorias, enamorarse de una cabrona envenena la respiración.
Un fragmento de José María Álvarez

Y ah, cómo retoza,
cómo brilla, fantástica, a las luces
de este bar, qué hermoso es ese rostro
sin destino, excitante, cómo mastica
nuestras entrañas, ese juguillo que le resbala
por la comisura de los labios…

Por fin, la quintaesencia
de la sonrisa de la Esfinge,
morfina de la desesperación,
que bailará, llamándonos
más allá de la cenizas, las ruinas, los despojos,

por fin, la dulce mano
que sostendrá, arrancado del cadáver,
el corazón aún latiendo del Horror.
Ibargüengoitia y las cejas de mujer

Esta semana tuve, a partir de una cita de Ibargüengoitia que posteé en Facebook, una amena conversación sobre las cejas de las mujeres.
Cejas: las de los hombres son espejo de la sexualidad. Las pobladas son indicio de un miembro viril muy desarrollado, las que se unen en el caballete reflejan un temperamento apasionado e insaciable, las que al llegar a la sien se dividen en varias hileras de pelos son en cambio signo de un carácter voluble y propenso …a la depravación. Las cejas de las mujeres no son indicio de nada.

Mi amiga Fiera se opuso al comentario y juró por los siglos de los siglos que no leería a Ibargüengoitia, no importa cuánto se lo recomendaran. Unos cuantos comentarios y manos con el pulgar arriba más tarde pude llegar a ciertas conclusiones. 1) Las cejas de la mujeres, maquilladas, depiladas, tatuadas, son una extensión de su racionalidad, no de su naturaleza, y por ende debemos ser precavidos a la hora de leer sus señales. Las cejas cifran los mensajes más simples. 2) Me encantan pobladas, despeinadas, unicejas, pintadas por un fino pincel y no descarto del todo que si algún día conociese a una mujer cuyas cejas le cercaran los ojos, podría gustarme también.

Una especie en extinción

La Mujer Mamasota de la que habló Guillermo Samperio, la que se pasea por el centro del Distrito Federal, arranca los chiflidos de los burócratas y le da aliento a la creatividad alburera de los albañiles, la del peinado esponjado, los tacones altos, el maquillaje excesivo, la que de vez en cuando se deja pellizcar las nalgas y si eres afortunado te deja invitarle un trago y llevarla a un motel. Por ellas que están en peligro de extinción, porque vulgarizaron-vulvarizaron la coquetería nacional y dignificaron la cabronés de la ciudad de los palacios: brindo.
Las casadas

Existen dos grandes riesgos de tener un romance con una mujer casada, el primero es que te sorprenda el marido, el segundo es que tenga una escopeta.
El deseo y la ilusión

Las mujeres de Fellini

Lolita plantea una posibilidad perturbadora: la cabrona sólo existe en la mente del hombre. Retomé algunos capítulos del libro pensando que me encontraría con el personaje de la nínfula mucho más seductor, más agresivo sexualmente; sin embargo, releyendo las descripciones quirúrgicas de Nabokov, me queda claro que Lo-Lola-Dolly-Dolores es una niña de catorce años bella y estándar, el resto es producto de la imaginación y la locura de Humbert Humbert. Percibimos al otro no a partir de lo que es, sino de lo que deseamos que sea; las relaciones, en todas sus formas, son un juego de navajas e ilusiones. Cuando la niña se sienta inocentemente en el sofá con el pedófilo, intentando recuperar una revista, él lo describe como “el más prolongado éxtasis experimentado jamás por hombre o monstruo”. Éste, por supuesto, no sería el único caso, desde Helena, pasando por Dulcinea, llegando a la última palabra que se escribe cada día, la idealización del hombre en todas las manifestaciones de la ficción y la poesía es una contribución tan grande a la humanidad como la de cualquier ciencia, realmente no somos tan interesantes y si se nos ocurre decir que las cejas de la mujer no son indicio de nada, a pesar de que seguramente lo son, es porque este mundo sería inhabitable si no lo significáramos imaginándolo con las más elegantes mentiras.

En Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, la percepción y el amor que tiene Martín por Alejandra está determinado por sus propios miedos, los miedos son también fantasías. Esta idea se explicita constantemente en una obra menor del argentino, El túnel.
Me sentí grotesco y pensé vertiginosamente que todo lo que había pensado y hecho durante esos meses era el colmo de la desproporción y del ridículo, una de esas típicas construcciones imaginarias mías, tan presuntuosas como esas reconstrucciones de un dinosaurio realizadas a partir de una vértebra rota.

La escritura de Kafka se inspiró en cierta medida en la ilusión de su mujer Felice Bauer como la lectora ideal, la que vive el mundo como quien lee un libro y lee un libro como quien vive un mundo.
La bailarina Eduardova, al aire libre, no es tan bonita como en escena. El color pálido, esos pómulos que tensan la piel hasta el punto de que apenas si puede mover la cara, la nariz grande que surge como de una cavidad, con la que no se pueden gastar bromas… tales como comprobar la dureza de la punta o cogerla delicadamente por el hueso y moverla de un lado a otro, diciendo: ahora sí vas a venirte conmigo.

En El libro del desasosiego, Bernardo Soares resume la idea como sólo Pessoa podría hacerlo.
Te estoy esperando, en un devaneo, en nuestra habitación de dos puertas, y te sueño viniendo y en mi sueño llegas hasta mí por la puerta de la derecha; si en cambio, cuando entras, lo haces por la puerta de la izquierda, hay ya una diferencia entre tú y mi sueño. Toda la tragedia humana está presente en este pequeño ejemplo que dice cómo aquellos con quienes pensamos nunca son aquellos en quienes pensamos.
Los estereotipos del hombre y la mujer, así como la exploración de su maldad, siempre han sido un componente importante de las mejores narrativas. Hay que partir de esos arquetipos para después adentrarnos en sus pensamientos y descubrir sus complejidades particulares.

El tema del machismo está implícito en esta columna y en cualquier texto que emita juicios sobre el género femenino. Los estereotipos del hombre y la mujer, así como la exploración de su maldad, siempre han sido un componente importante de las mejores narrativas. Hay que partir de esos arquetipos para después adentrarnos en sus pensamientos y descubrir sus complejidades particulares. Hace algunos meses Heriberto Yépez publicó un artículo lamentable sobre el machismo en las novelas de Sábato y Cortazar donde reducía los personajes femeninos de ambos a réplicas exactas de las canciones de Vicente Fernández. Las mujeres de Sábato también son muy inteligentes, críticas de su época, libres y si se ven bien en minifalda es porque el personaje lo demandaba y si los hombres las perciben con lentes machistas es porque así ocurre en la realidad, son ellos los que terminan pareciendo enfermos, sería irresponsable escribirlo de otra forma. El lector debe tener una moral propia, ajena al texto, que le permita formular sus propios juicios.

Las cabronas nos distancian de la realidad ordinaria y nos acercan a un mundo de misterio donde uno deja de existir para comenzarse a leer.

Hipótesis dispersas

Si descartamos la teoría de que sean un producto de nuestra imaginación, sólo queda la posibilidad de que sea trate de una condición real y tenga una lógica. Se me ocurren algunas explicaciones comunes para este dilema que le acontece más a la cuántica que a mí; la carga histórica de marginación hace que las mujeres busquen reafirmar su posición de poder y control; como dijo Freud: el que sale de una vagina cabrona, siempre querrá regresar a ella; quizás se autoprotegen, la cabronés es un falso riesgo; tal vez el hombre busca desesperadamente el drama dentro de los modelos de vida anestesiados o carga con una culpa que busca equilibrar con un castigo proporcional; podría ser una revancha contra el padre; una naturaleza desapegada; una construcción social; una tradición; un gen. Confundido y angustiado me encuentro en la sala con Juan Esteban, el amigo narrador con el que vivo, la clase de persona que se levanta a las cuatro de la madrugada, lee un libro y se regresa a dormir. ¿Cuál crees que sea la característica distintiva de las mujeres cabronas?, le pregunto. Ser mujer, responde primero en broma. Se aprovechan de la parte femenina del hombre porque la conoce bien y por ese flanco embiste, añade con mirada maniaca después de darle un sorbo apaciguado a su café. Resignado me asomo por la ventana, me quedo ahí un rato, no me queda otro remedio que aceptar esta existencia miserable: triste y calenturiento.

Compilador: Dr. Adolfo Vásquez Rocca

Archivado en Octubre 2010



Prólogo

1.-



El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados, es un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011 (convocada por diversos colectivos), donde después de que 40 personas decidieran acampar en la puerta del Sol esa noche de forma espontánea,1 se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP (PPSOE) y del dominio de bancos y corporaciones, así como una "auténtica división de poderes" y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático. Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas, como el de la manifestación del 15 de mayo: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros»2 o «Democracia real ¡YA! No somos mercancía en





Género Feminismo, psicoanalisis Por Adolfo Vasquez Rocca
2.-

El 15-M es un proyecto loable que encierra varias contradicciones… Al igual que la situación comprometida de varios gobiernos europeos que mantienen o mantenían estrechos lazos económicos, Italia e Inglaterra a la cabeza, con el dictador Gadafi, que de simplemente excéntrico ha pasado a malvado criminal de guerra… Cabe preguntarse si el apoyo diezmado y parcial de varios gobiernos europeos a las movilizaciones de los países árabes no estará en la posibilidad de una vez liberalizada “democráticamente” la zona no será un buen momento para empezar a hacer negocios allá. Estando la ribera mediterránea norte saturada de emporios urbanísticos alzados en nombre del turismo, cuántas multinacionales no se estarán frotando las manos al pensar en esos miles de kilómetros vírgenes de playas listas, una vez pacificadas, para que sean ocupadas inmediatamente por jubilados alemanes en cómodos complejos turísticos libres de dictadores y del islam.

En España la situación es similar. Más allá de las protestas y la lógica indignación por la corrupción de los partidos políticos, las cosas no están muy claras… Si se habla de que los jóvenes que han encabezado las protestas son de las generaciones mejor formadas de toda la historia de España, la solución a su conflicto no parece fácil.

A gente con 26 años y un par de carreras y que no tienen trabajo en el actual momento de crisis va a ser muy difícil que el gobierno les encuentre un trabajo de acuerdo con sus expectativas, o que simplemente sea adecuado a su nivel de capacitación.

Cuando los aparatos de gobierno, el Estado, están obligados a adelgazar y a dar facilidades a las empresas para que no cierren y se vayan a otros lugares, difícilmente se les puede exigir que creen las condiciones necesarias para que hayan empleos dignamente remunerados. El mercado laboral está en manos de las empresas y a éstas no les importa nada más que las utilidades y los beneficios, no el bienestar de la sociedad.



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El sistema capitalista salvaje y despiadado ha copado los centros de decisión y los gobiernos son marionetas de los intereses de multinacionales que arremeten y especulan sin tener en cuenta la devastación social que generan. A los votantes se les contenta de la mejor manera, incluso con expectativas falsas o irrealizables y a costa de un endeudamiento crónico que se encontrarán las generaciones que precisamente ahora se rebelan.

Indignarse es lo menos que se puede hacer en las actuales condiciones, pero ¿habrá manera de desatascar el caos en el que medio siglo de capitalismo salvaje ha sumido al planeta entero?

Vivimos las consecuencias de un cúmulo de decisiones irresponsables, manifestarse es lícito, lógico e incluso saludable. Pero ¿servirá de algo? ¿Nos acordaremos de esas protestas dentro de medio año? ¿Alguien recuerda que apenas hace tres meses el mundo temblaba por el desastre nuclear (que por cierto no termina de remitir) ocurrido en Japón?

El movimiento de los indignados ¿Hasta cuándo resistirán?



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Notas 


[
1] Audre Lorde, Sister Outsider, California, Crossing Press, 1984.
[
2] Ti-Grace Atkinson, « Radical Feminism »,en Notes from the Second Year, New York, Radical Feminism, 1970, pp. 32-37 ; Ti-Grace Atkinson, Amazon Odyssey, New York, Links, 1974.
[
3] Radicalesbians, « The Woman-Identified Woman », en Anne Koedt, dir. Notes from the Third Year, New York, 1971.
[
4] Monique Wittig, The straight mind and other essays, Boston, Beacon Press, 1992.
[
5] Michel Foucault, Historia de la sexualidad, Volumen I, Siglo XXI, Madrid, 1979.
[
6] Maurizio Lazzarato, Puissances de l'invention. La psychologie économique de Gabriel Tarde contre l'économie politique, Paris, Les Empêcheurs de penser en rond, 2002.
[
7] Para un análisis detallado de este uso de los tropos homosexuales, ver el capítulo « Deleuze o el amor que no osa decir su nombre », en Beatriz Preciado, Manifiesto contra sexual, Opera Prima, Madrid, 2002.
[
8] Le Monde, sábado 11 de enero de 2003.
[
9] Félix Guattari, Recherches, « Trois millards de pervers », marzo 1973, pp.2-3.
[
10] Teresa De Lauretis, Technologies of Gender, Essays on Theory, Film, and Fiction, Bloomington, Indiana University Press, 1987.
[
11] Donna Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, Cátedra, Madrid. 1995.
[
12] Judith Butler, El género en disputa, Paidós, México, 2001.
[
13] Judith Halberstam, Female Masculinity, Durham, Duke University Press, 1998.
[
14] Marie-Hélène Bourcier, Queer Zones, politiques des identités sexuelles, des représentations et des savoirs, Paris, Balland, 2001.
[
15] Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera : The New Mestiza, San Francisco, Spinster/Aunt Lutte, 1987.
[
16] Gloria Hull, Bell Scott and Barbara Smith, All the Women Are White, All the Black Are Men, But Some of Us Are Brave : Black Women's Studies, New York, Feminist Press, 1982. 

Revista Multitudes. Nº 12. París,



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Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011PUBLICACIONESPublicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanashttp://dialnet.uniri...?codigo=1053859Publications Scientifichttp://de.scientific...o_vásquez_roccaBiblioteket og Aarhus Universitet, Denmark | Det Humanistiske Fakultethttp://www.statsbiblioteket.dk/BIBLIOTECA UNI>ERSIA – Unesco - CSICBiblioteca Universidad Complutense de MadridDirectorio de recursos digitales - Ministerio de Cultura, Españahttp://roai.mcu.es/e...or&idValor=3440


http://modaddictiondotnet.files.wordpress.com/2012/08/it-girls-iconos-marcas-brands-muses-modaddiction-fashion-moda-tendencias-trends-modelos-cantantes-actrices-lara-stone-clavin-klein.jpg?w=490&h=318




PARIS FASHION WEEK




Hace unos días el Paris Fashion Week fue testigo de una protesta que para nadie es desconocida. Dos mujeres activistas del grupo feminista FEMEN traspasaron toda medida de seguridad e irrumpieron a torso desnudo en el desfile de Nina Ricci a modo de protesta y performance en contra del rol de las modelos. Fue cosa de segundos para que seguridad las expulsara de la sala luego de que lograran subir a la pasarela, pero cámaras de todo el mundo lograron registrar el momento, provocando conversaciones y debates en todas partes sobre la intervención. ¿Quienes son y cual es la razón de sus constantes irrupciones en la industria de la moda?



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FEMEN es un grupo activista y feminista ucraniano reconocido por sus diversas protestas contra diferentes personajes o instituciones en topless. Con más de 300 activistas, se han dedicado a irrumpir a modo de performance en diversas actividades que consideran degradantes para la mujer.
“La moda dicta terror” y “Modelo, no vayas al burdel” son las frases que estas mujeres escribieron en sus torsos desnudos durante el desarrollo del desfile de la colección de Primavera de Nina Ricci. Pero esta no es la primera intervención del grupo ucraniano: a finales de Mayo, dos integrantes de la misma agrupación entraron (también contra todo sistema de seguridad) al set donde se grababa el último episodio del reality Germany’s Next Top Model conducido por Heidi Klum. Si retrocedemos aún más recordaremos que el año pasado protagonizaron una protesta fuera del desfile de Versace en el mes de Febrero mientras sostenían carteles con mensajes tales como “Fascismo = moda” “modelo, no vayas al burdel” y “anorexia”, todo esto tipografiado bajo el logo de Versace.



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El grupo, establecido actualmente en Francia ha alcanzado popularidad en todo el mundo. Tanto así que en Julio pasado Oliver Ciappa, fotógrafo, cineasta y dibujante hizo posible que uno de sus diseños inspirado en Inna Shevchenko (co-fundadora de Femen) se convirtiera en la nueva Marianne que lucen los sellos oficiales franceses. De esta manera, FEMEN, que ya tiene sus representantes en Latinoamérica, ha declarado la guerra a la industria fashion, por lo que es de esperar que sigamos escuchando de ellas por mucho tiempo más.



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Cuando hablamos de biopolítica, estamos hablando del control externo e interno de las estructuras de la subjetividad y la producción de placer. Me defino como transgénero, pero he salido con biohombres, con biomujeres, con trans Y te puedo decir que cuando eres biomujer, asignada socialmente como mujer, y sales con un biohombre, asignado como hombre, experimentas una reorganización de tu campo social. De repente, tu familia está contenta. Es un sistema de comunicación complejo, en el que emites signos que son descodificados: estoy de acuerdo con el sistema de producción, y voy a reproducir la nación tal como la conoces.



mi sexualidad ha sido siempre invisible. Lo que era visible es el estereotipo que la gente tiene sobre la sexualidad lesbiana o trans. Entonces no lo veo como una forma de exposición impudorosa, sino como un modo de producción de visibilidad. Hay un elemento de propaganda. Una amiga, Itziar Ziga, ha escrito un libro, Devenir perra, en el que dice: nosotros follamos más y mejor. Follamos fuera de vuestras restricciones normativas y eso es un placer que nunca conoceréis. Y si os tienta saberlo, wellcome to the revolution.

MOVIMIENTO DE LOS INDIGANDOS, DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO O DE COMO DEVENIR PERRA





DEVENIR PERRA Itziar Ziga y Beatriz Preciado


Devenir Perra

Prólogo de Beatriz Preciado y Virginie Despentes

A Itziar Ziga le gustan las boas de plumas, en ocasiones se disfraza de camionero, y en otras se autodenomina perra. Este libro, escrito en primera persona desde la voz deslenguada y agreste de una guerrillera incombustible, da fe de ese instante de iluminación en el que el activismo se reviste de lucha divertida y desacomplejada, batalla campal de ideas, gritos estridentes y anormales, reivindicación brutal de lo que queda al margen de una sociedad que castra y condena. La libertad y el entusiasmo de Ziga son rabiosamente contagiosos, así como terribles y esclarecedores. Cuando ya no importa ser hombre o mujer, cuando esta distinción se convierte en irrisoria, el flujo de pensamiento campa a sus anchas y dinamita cualquier discurso hegemónico y bienpensante. En estas coordenadas se mueve la autora de Devenir perra: sin patria ni Dios; con puños, lentejuelas y bastante mala baba.


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FEMINISMO, POLÍTICAS DE GÉNERO


Devenir Perra Itziar Ziga Ed. Melusina, 2009



Devenir Perra es uno de aquellos libros que no deja indiferente. Su autora, Itziar Ziga, es licenciada en periodismo, pero su escritura se aleja del estilo periodístico más clásico y se adentra en una narrativa provocadora, directa, porque por encima de todo escribe como una activista feminista. El libro presenta sus opiniones sobre la construcción de género, el feminismo, pero también el concepto de feminidad, a través de varias entrevistas a lo que ella misma llama perras. Y lo hace desde un punto de vista de clase y de género. Como ella misma afirma, “las dos rebeliones que me atraviesan”. El libro trata de desmontar los conceptos de género, masculino, pero también femenino. Disparando contra el binarismo impuesto por el sistema. De manera muy interesante el libro rompe con todo aquello que muchas veces dentro del feminismo y muchos movimientos políticos se ve como políticamente correcto, como puede ser la discreción en la manera de vestir o de comportarse. Para Ziga “lo que me sale del coño es no justificarme políticamente”.
La autora se pregunta por qué el feminismo tiene que ser tan puritano en muchos aspectos, como por ejemplo a nivel sexual. Ella ve esta manera de mostrarse como un desafío no sólo hacia aquello políticamente correcto sino también para provocar las reacciones más machistas y poner sobre la mesa el sexismo imperante en la sociedad. La radicalidad en su manera de vestir, provocando no sólo a los estamentos más puritanos sino también a los sectores del feminismo más políticamente correcto, es una manera de la autora de rebelarse contra las imposiciones de género.
Es interesante cómo se posiciona la autora ante la prostitución, dejando claro que la negación de la prostitución como un trabajo y su criminalización es la que ayuda a las mafias a poder continuar operando. La autora se posiciona claramente en contra de los sectores prohibicionistas y al lado de las prostitutas, entendiendo que la prohibición no es la solución para mejorar sus condiciones de vida.
Vale la pena destacar la defensa de la autora del hijab y el derecho de las mujeres a llevarlo si así lo deciden. Ziga hace un buen análisis de cómo se usa la ropa para oprimir a las mujeres, sea cual sea la prenda. Como dice bien la autora, cuando las mujeres se quieren tapar la cabeza se les critica muchas veces desde los mismos sectores que critican el hecho de llevar una falda demasiado corta. Identifica perfectamente que detrás de la polémica del hijab se esconde la islamofobia. Para la autora, el problema no es llevar o no el hijab sino el hecho de imponer a las mujeres si llevarlo o quitárselo.
Itziar Ziga, con su escritura fresca y sin tapujos, consigue conectar con muchas ideas que se deberían debatir dentro del movimiento anticapitalista. Algo que se le podría criticar sería la afirmación –que no desarrolla– de que el movimiento obrero es tradicionalmente homófobo. Los y las trabajadoras reflejan en la mayor parte las ideas de la clase dominante, como el sexismo y la homofobia. Pero cuando el movimiento obrero ha estado en lucha ha sido capaz de romper con todo esto, como pasó en la Revolución rusa de 1917, donde se consiguieron libertades sexuales nunca vistas en aquellos momentos y, en muchos sitios, no vistas ni hoy en día, como por ejemplo el derecho al matrimonio entre homosexuales y lesbianas.
Precisamente al libro le faltaría explorar más la parte de clase en la sexualidad. Después de todo no hay libertad sexual sin libertad económica. Esperemos que eso lo haya dejado para su próximo libro que, como éste, seguro que valdrá mucho la pena leer.

- COLECTIVO SITUACIONES. Impasse : dilemas políticos del presente, Buenos Aires: Tinta Limón, 2009.

- DE LAURETIS, Teresa. Alicia ya no: feminismo, semiótica, cine, Madrid: Ediciones cátedra, 1992.

- SPIVAK, Gayatri Chakravorty. Muerte de una disciplina, Santiago: Editorial Palinodia, 2008.

- ZIGA, Itziar. Devenir Perra, España: Editorial Melusina, 2009.



BEATRIZ PRECIADO
Este artículo trata de la formación de los movimientos y de las teorías queer, de la relación que mantienen con los feminismos y del uso político que hacen de Foucault y de Deleuze. Analiza también las ventajas teóricas y políticas que aporta la noción de “multitudes” a la teoría y al movimiento queer, en lugar de la noción de “diferencia sexual”. A diferencia de lo que ocurre en EEUU, los movimientos queer en Europa se inspiran en las culturas anarquistas y en las emergentes culturas transgénero para oponerse al “Imperio Sexual”, especialmente por medio de una des-ontologización de las políticas y de las identidades. Ya no hay una base natural (“mujer”, “gay”, etc.) que pueda legitimar la acción política. Lo que importa no es la “diferencia sexual” o la “diferencia de l@s homosexuales”, sino las multitudes queer. Una multitud de cuerpos: cuerpos transgéneros, hombres sin pene, bolleras lobo, ciborgs, femmes butchs, maricas lesbianas... La “multitud sexual” aparece como el sujeto posible de la política queer.

A la memoria de Monique Wittig


 

     Neo-Historia del Feminismo. 

En qué ola vamos dentro de la Historia del Feminismo. Supongo que por la cuarta o quinta. Esta nueva ola libra la guerra contra el patriarcado en el campo de batalla del cuerpo, con el objetivo de no estigmatizar la sexualidad femenina, lo cual es algo realmente llamativo como forma de reivindicación. Algo así como un “a follar que el mundo se va a acabar”.

Espero que en sus reivindicaciones, las mujeres, heterosexuales, lesbianas y bisexuales, utilicen preservativo. No está la cosa como para engrosar las listas de afectados por el VIH por muy feminista que se sea.

Por desgracia, en la sociedad actual la mujer que es sexualmente muy activa es considerada una meretriz. No se ve hasta qué punto esa forma de reivindicación va a erradicar esa patriarcal concepción sobre la mujer.


Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad

Dr. Adolfo Vasquez Rocca  Doctor en Filosofía 

Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denis
http://www.observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm
 


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ZYGMUNT BAUMAN: MODERNIDAD LÍQUIDA Y FRAGILIDAD HUMANA Por Adolfo Vásquez Rocca



CITAR:
Vásquez Rocca, Adolfo, "Zygmunt Bauman; Modernidad Líquida y Fragilidad Humana", En Revista Observaciones Filosóficas - Nº 6 / 2008 - ISSN 0718-3712, PUCV. http://www.observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html

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 Bauman Modernidad Líquida Por Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía y Arte Contemporánea

BIBLIOGRAFÍA:

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* 1999: La inclusión del otro. Estudios de teoría política. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-0672-3
* 1999: Fragmentos filosófico-teológicos. De la impresión sensible a la expresión simbólica. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-336-7
* 2000: Aclaraciones a la ética del discurso. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-378-7
* 2001: Israel o Atenas. Ensayos sobre religión, teología y racionalidad. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-440-1
* 2001: El futuro de la naturaleza humana. ¿Hacia una eugenesia liberal?. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-1249-6
* 2004: Tiempo de transiciones. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-708-2
* 2006: Entre naturalismo y religión. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-1941-9
* 2006: El Occidente escindido. Pequeños escritos políticos. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-823-2
* 2007: Verdad y justificación. Ed. Trotta, 2ª edición. ISBN 978-84-8164-497-5
* 2008: Normas y valores. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-992-5
* 2008: Conciencia moral y acción comunicativa. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-993-2
* 2008: El discurso filosófico de la Modernidad. Katz Editores. ISBN 9788496859296
* 2008: El derecho internacional en la transición hacia un escenario posnacional. Katz Editores. ISBN 9788496859296
Bibliografía sobre Habermas (una breve selección en español) [editar]
* Juan Carlos Velasco (2003): "Para leer a Habermas", Alianza Editorial, Madrid, 2003. ISBN 84-206-4171-5
* Juan Carlos Velasco (2000): "La teoría discursiva del derecho. Sistema jurídico y democracia en Habermas", Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2000. ISBN 84-340-1238-3
* Enrique M. Ureña (1998): La Teoría Crítica de la Sociedad de Habermas, Tecnos, Madrid, 1998.
* Fernando Vallespín (1995): "Diálogo entre gigantes. Rawls y Habermas", en Claves de la razón práctica, nº 55, pp. 48-55.
* Thomas McCarthy (1987): "La Teoría Crítica de Jürgen Habermas", Tecnos, Madrid.






ZYGMUNT BAUMAN: MODERNIDAD LÍQUIDA Y FRAGILIDAD HUMANA Por Adolfo Vásquez Rocca


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ZYGMUNT BAUMAN, MIEDO LÍQUIDO, PARIAS Y MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

Vía philosophieliterature.blogspot.comEn Modernidad Líquida [1] Zygmunt Bauman [2] explora cuáles son los atributos de la sociedad capitalista que han permanecido en el tiempo y cuáles las características que han cambiado. El autor busca remarcar los trazos que eran levemente visibles en las etapas tempranas de «la acumulación» pero que se vuelven centrales en la fase tardía de la modernidad. Una de esas características es el individualismo que marca nuestras relaciones y las torna precarias, transitorias y volátiles. La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: «los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados» [3].Bauman no ofrece teorías o sistemas definitivos, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos.La caracterización de la modernidad como un «tiempo líquido» —la expresión, acuñada por Zygmunt Bauman [4] —da cuenta del tránsito de una modernidad «sólida» —estable, repetitiva— a una «líquida» —flexible, voluble— en la que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el que, sin darnos cuenta, hemos ido sufriendo transformaciones y pérdidas como el de «la duración del mundo», vivimos bajo el imperio de la caducidad y la seducción en el que el verdadero «Estado» es el dinero. Donde se renuncia a la memoria como condición de un tiempo post histórico. La modernidad líquida esta dominada por una inestabilidad asociada a la desaparición de los referentes a los que anclar nuestras certezas.




2.- La fragilidad de los vínculos humanos.

La incertidumbre en que vivimos se corresponde a transformaciones como el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a la planificación de largo plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad, fragmentación y compartimentación de intereses y afectos, se debe estar siempre bien dispuesto a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. Bauman se refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que generan. Bauman se empeña en mostrar cómo la esfera comercial lo impregna todo, que las relaciones se miden en términos de costo y beneficio —de «liquidez» en el estricto sentido financiero.


3.- Superfluidad y desvinculación.Bauman se vale de conceptos tan provocadores como el de «desechos humanos» para referirse a los desempleados (parados), que hoy son considerados «gente superflua, excluida, fuera de juego». Hace medio siglo los desempleados formaban parte de una reserva del trabajo activo que aguardaba en la retaguardia del mundo laboral una oportunidad. Ahora, en cambio, «se habla de excedentes, lo que significa que la gente es superflua, innecesaria, porque cuantos menos trabajadores haya, mejor funciona la economía». Para la economía sería mejor si los desempleados desaparecieran. Es el Estado del desperdicio, el pacto con el diablo: la decadencia física, la muerte es una certidumbre que azota. Es mejor desvincularse rápido, los sentimientos pueden crear dependencia. Hay que cultivar el arte de truncar las relaciones, de desconectarse, de anticipar la decrepitud, saber


4.- Decrepitud; estados transitorios y volátiles.

El amor, y también el cuerpo decaen. El cuerpo no es una entelequia metafísica de nietzscheanos y fenomenólogos. No es la carne de los penitentes ni el objeto de la hipocondría dietética. Es el jazz, el rock, el sudor de las masas. Contra las artes del cuerpo, los custodios de la vida sana hacen del objeto la prueba del delito. La «mercancía», el «objeto malo» de Mélanie Klein aplicado a la economía política, es la extensión del cuerpo excesivo. Los placeres objetables se interpretan como muestra de primitivismo y vulgaridad masificada.


¿Quién soy? Esta pregunta sólo puede responderse hoy de un modo delirante, pero no por el extravío de la gente, sino por la divagación infantil de los grandes intelectuales. Para Bauman la identidad en esta sociedad de consumo se recicla. Es ondulante, espumosa, resbaladiza, acuosa, tanto como su monótona metáfora preferida: la liquidez. No sería mejor hablar de una metáfora de lo gaseoso. Porque lo líquido puede ser más o menos denso, más o menos pesado, pero desde luego no es evanescente. Sería preferible pensar que somos más bien «densos»como la imagen de la Espuma que propone Sloterdijk para cerrar su trilogía Esferas, allí con la implosión de las esferas— se intenta dar cuenta del carácter multifocal de la vida moderna, de los movimientos de expansión de los sujetos que se trasladan y aglomeran hasta formar espumas donde se establecen complejas y frágiles interrelaciones, carentes de centro y en constante movilidad expansiva o decreciente [5].La imagen de la espuma [6] es funcional para describir el actual estado de cosas, marcado por el pluralismo de las invenciones del mundo, por la multiplicidad de micro-relatos que interactúan de modo agitado, así como para formular una interpretación antropológico-filosófica del individualismo moderno. Con ello Espumas responde a la pregunta de cuál es la naturaleza del vínculo que reúne a los individuos, formando lo que la tradición sociológica llama «sociedad», el espacio interrelacional del mundo contemporáneo.Sloterdijk, como en su momento lo hiciera Bauman [en una empresa de menor aliento que Esferas], quiere describir con su metafórica de la Espuma un agregado de múltiples celdillas, frágiles, desiguales, aisladas, permeables, pero sin efectiva comunicación. La esfera deja así de ser la imagen morfológica del mundo poliesférico que habitamos para dar paso a la espuma. Fragilidad, ausencia de centro y movilidad expansiva o decreciente son las características esta nueva estructura que mantiene una «estabilidad por liquidez», divisa posmoderna que refleja la íntima conformación de la espuma.


5.- Desterritorialización

Lo «líquido» de la modernidad —volviendo a la concepción de Baumam— se refiere a la conclusión de una etapa de «incrustación» de los individuos en estructuras «sólidas», como el régimen de producción industrial o las instituciones democráticas, que tenían una fuerte raigambre territorial. Ahora, «el secreto del éxito reside (…) en evitar convertir en habitual todo asiento particular». La apropiación del territorio ha pasado de ser un recurso a ser un lastre, debido a sus efectos adversos sobre los dominadores: su inmovilización, al ligarlos a las inacabables y engorrosas responsabilidades que inevitablemente entraña la administración de un territorio.


6.- Adicción a la seguridad y miedo al miedo.

Nuestras ciudades, afirma Bauman, son metrópolis del miedo, lo cual no deja de ser una paradoja, dado que los núcleos urbanos se construyeron rodeados de murallas y fosos para protegerse de los peligros que venían del exterior. Lo que Sloterdijk llamó «la ciudad amurallada» [7] hoy ya no es un refugio, sino la fuente esencial de los peligros.Nos hemos convertidos en ciudadanos «adictos a la seguridad pero siempre inseguros de ella» [8], lo aceptamos como si fuera lógico, o al menos inevitable, hasta tal punto que, en opinión de Zygmunt Bauman, contribuimos a «normalizar el estado de emergencia».El miedo es más temible cuando es difuso, disperso, poco claro; cuando flota libre, sin vínculos, sin anclas, sin hogar ni causa nítidos; cuando nos ronda sin ton ni son; cuando la amenaza que deberíamos temer puede ser entrevista en todas partes, pero resulta imposible situarla en un lugar concreto. «Miedo» es el nombre que damos a nuestra incertidumbre: a nuestra ignorancia con respecto a la amenaza y a lo que no se puede hacer para detenerla o para combatirla [9].Los temores son muchos y variados, reales e imaginarios… un ataque terrorista, las plagas, la violencia, el desempleo, terremotos, el hambre, enfermedades, accidentes, el otro… Gentes de muy diferentes clases sociales, sexo y edades, se sienten atrapados por sus miedos, personales, individuales e intransferibles, pero también existen otros globales que nos afectan a todos, como el miedo al miedo…Los miedos nos golpean uno a uno en una sucesión constante aunque azarosa, ellos desafían nuestros esfuerzos (si es que en realidad hacemos esos esfuerzos) de engarzarlos y seguirles la pista hasta encontrar sus raíces comunes, que es en realidad la única manera de combatirlos cuando se vuelven irracionales. El miedo ha hecho que el humor del planeta haya cambiado de manera casi subterránea.
 
 
DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO SEMANA DE LA MODA NIHILISMO Y PROVOCACIÓN
 


7.- Mundo globalizado y policéntrico.

El dominio económico y militar europeo no tuvo rival los cinco últimos siglos, de manera que Europa actuaba como punto de referencia y se permitía premiar o condenar las demás formas de vida humana pasadas y presentes, como una suerte de corte suprema. Bastaba con ser europeo para sentirse dueño del mundo, pero eso ya no ocurrirá más: pueblos que hace sólo medio siglo se postraban ante Europa muestran una nueva sensación de seguridad y autoestima, así como un crecimiento vertiginoso de la conciencia de su propio valor y una creciente ambición para obtener y conservar un puesto destacado en este nuevo mundo multicultural, globalizado y policéntrico.Sociólogos especializados en movimientos migratorios y demógrafos prevén que el número de musulmanes que vive en Europa puede duplicarse nuevamente para el año 2015. La Oficina de Análisis Europeos del Departamento de Estado de Estados Unidos calcula que el 20% de Europa será musulmana en el año 2050 [10], mientras otros predicen que un cuarto de la población de Francia podría ser musulmana en el año 2025 y que si la tendencia continúa, los musulmanes superarán en número a los no musulmanes en toda Europa occidental a mediados de este siglo, puestas así las cosas, Europa será islámica a finales de este siglo.A este respecto y volviendo sobre los miedos globales, pensemos en la inestabilidad generada por los atentados de Nueva York, allí sin duda tuvo lugar una mutación del terrorismo, el 11 de septiembre de 2001 marca un cambio de época en la historia del miedo; así el régimen del sabotaje y la lógica del pánico vino a ser el argumento central de la política y la base de justificación de una política exterior norteamericana que sembraría otros miedos que nos marcarían a fuego, como los atentados de Atocha —el 11-M.

8.- El régimen del sabotaje y la lógica del pánico como argumento central de la política en Sloterdijk [11].

Como crónica de las relaciones entre teoría y política de Estado, cabe apuntar que cuando Sloterdijk fue convocado por el canciller Schröder para debatir sobre las consecuencias del nuevo escenario mundial en la era del atmo-terrorismo y las guerras de rehenes,[12] Sloterdijk se refirió al binomio miedo y seguridad, en relación con la política exterior estadounidense, que suele presentar Washington bajo la rúbrica «intereses de seguridad». Destacó el filósofo cómo «vivimos en una sociedad obsesionada por la seguridad», por las pólizas y las políticas de climatización [13] corriendo el riesgo de perder nuestra libertad. Se refirió también al miedo como un elemento clave para el desarrollo del intelecto. «El miedo —señaló Sloterdijk— [14] está al comienzo del intelecto, el miedo de alguna manera hizo al hombre».La amenaza fundamentalista, que parecía una amenaza periférica, se ha desplazado hacia el centro, rumbo a una hegemonía que a los ojos de muchos resulta pavorosa. Hoy un grupo, monitoreando artefactos desde las montañas más remotas y más miserables del mundo, es capaz de hacer estallar el icono más importante del poderío económico global, como son las Torres Gemelas.Frente a esto las reacciones neoliberales contra el terror son siempre inadecuadas, puesto que magnifican el fantasma insustancial de Al Qaeda, ese conglomerado de odio, desempleo y citas del Corán, hasta convertirlo en un totalitarismo con rasgos propios, y algunos, incluso, creen ver en él un «fascismo islámico» que, no se sabe con qué medios imaginarios, amenaza a la totalidad del mundo libre. Dejaremos abierta la pregunta por los motivos que han conducido a aquella infravaloración y a esta magnificación. Sólo esto es seguro: los realistas se hallan de nuevo en su elemento; por fin pueden ponerse, una vez más, al frente de los irresolutos, con los ojos clavados en el fantasma del enemigo fuerte, medida antigua y nueva de lo real. Con el pretexto de la seguridad, los voceros de la nueva militancia dan rienda suelta a tendencias autoritarias cuyo origen hay que buscar en otro sitio; la angustia colectiva, cuidadosamente mantenida, hace que la gran mayoría de los mimados consumidores de seguridad de Occidente se sume a la comedia


Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011PUBLICACIONESPublicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanashttp://dialnet.uniri...?codigo=1053859Publications Scientifichttp://de.scientific...o_vásquez_roccaBiblioteket og Aarhus Universitet, Denmark | Det Humanistiske Fakultethttp://www.statsbiblioteket.dk/BIBLIOTECA UNI>ERSIA – Unesco - CSICBiblioteca Universidad Complutense de MadridDirectorio de recursos digitales - Ministerio de Cultura, Españahttp://roai.mcu.es/e...or&idValor=3440Biblioteca Asociación Filosófica UIhttp://www.uruguaypi...ia_144_1_1.html

ZYGMUNT BAUMAN: MIEDO Y MODERNIDAD LÍQUIDA Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA



CITAR:
Vásquez Rocca, Adolfo, "Zygmunt Bauman; Modernidad Líquida y Fragilidad Humana", En Revista Observaciones Filosóficas - Nº 6 / 2008 - ISSN 0718-3712, PUCV. http://www.observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html
 
CONTACTO
Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
 
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DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

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Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía Contemporánea



ZYGMUNT BAUMAN: MIEDO LÍQUIDO, AMBIVALENCIA Y MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS

Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
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La caracterización de la fase tardía de la modernidad como un “tiempo líquido” –la expresión, acuñada por Zygmunt Bauman1– da cuenta del tránsito de una modernidad “sólida” –estable, repetitiva– a una “líquida” –flexible, voluble– en la que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el que, sin darnos cuenta, hemos ido sufriendo transformaciones y pérdidas como el de la duración del mundo y sus objetos, vivimos bajo el imperio de la caducidad2 y la seducción; de la acumulación no funcional y del individualismo exacerbado –fenómenos que han determinando una nueva configuración de las relaciones “humanas”, tornándolas precarias, transitorias y volátiles. Un momento en que se renuncia a la memoria como condición de un tiempo post-histórico. La modernidad líquida esta dominada por una inestabilidad asociada a la desaparición de los referentes a los que anclar nuestras certezas.
Y es que tal vez Lipovetsky tenga razón al señalar que “no vivimos el fin de la modernidad, sino por el contrario, estamos en la era de la exacerbación de la modernidad, de una modernidad elevada a una potencia superlativa. Estamos en una era “híper”: hipercapitalista, de hiperpotencias, hiperterrorismo, hipervacaciones, hiperindividualismos, hipermercados…”3 De modo que lo que nos tiene que preocupar es la –fragilización de los individuos-. El individuo hipermoderno es libre, pero frágil y vulnerable. Disfruta de su individualismo hedonista y bulímico, pero vive angustiado por la ausencia de referencias.
La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados”.4


1VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Individualismo, modernidad líquida y terrorismo hipermoderno; de Bauman a Sloterdijk", En ERRANCIA, La Palabra Inconclusa– Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura, Nº 3 © 2012, Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. http://www.iztacala....errancia_3.html



1BAUMAN, Zygmunt, Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2003.
2VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “Baudrillard; Cultura, simulacro y régimen de mortandad en el Sistema de los objetos.”, En Cuaderno de Materiales
3 LIPOVETSKY, Gilles, Los tiempos hipermodernos, Editorial Anagrama, Barcelona, 2006.
4 BAUMAN, Zygmunt, Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2003
5BAUMAN, Zygmunt, Amor Líquido, Sobre la fragilidad de los vínculos humanos,Editorial: F.C.E. México, 2005.
6BAUMAN, Zygmunt, La sociedad sitiada, Editorial : F.C.E. , Buenos Aires, 2004.
7VARGAS, Lluís Pla, “La modernidad y sus abismos”, En Astrolabio. Revista internacional de Filosofía, 2006. Nº 3. Barcelona. ISSN 1699-7549
8 HORKHEIMER, Max, Teoria tradicional y Teoria Critica, Ed. Paidos, Barcelona, 2009
9BAUMAN, Zygmunt Modernidad y ambivalencia, Anthropos,. Barcelona, 2005,
10WELLMER, Albrecht, Sobre la dialéctica de modernidad y postmodernidad. La crítica de la razón después de Adorno (1985), Visor, Madrid, 1993, pp. 15-16.
11BAUMAN, Zygmunt, Modernidad y ambivalencia, Anthropos, Barcelona, 2005, p. 39
12El influjo del pensamiento de Nietzsche, en los varios niveles de la cultura occidental, se insertó en un ambiente espiritual acompañado de otros movimientos, enraizados en el proyecto de una nueva moralidad y religiosidad postcristianas. Movimientos contemporáneos y ligados muchas veces al nietzscheanismo han sido el wagnerismo, el espiritismo y el ocultismo, las sectas antroposóficas y teosóficas, algunas formas de socialismo o de anarquismo, y grupos análogos, que buscaban en este tipo de filosofías, y en las ciencias contemporáneas, la justificación de su visión del mundo y de sus prácticas heterodoxas neopaganas. En este contexto Nietzsche influyó de modo notable en la praxis de la psicología en sus mismos orígenes, aún antes y más fuertemente que en filosofía. Un ejemplo claro de ello es Ludwig Klages, uno de los fundadores de la caracterología y de la grafología. La psicología klagesiana se funda en su pensamiento filosófico nietzscheano que inspiró su militancia en círculos teosóficos y ocultistas pro-arios y antisemitas -algunos lo consideran como uno de los fundamentos teóricos del nacionalsocialismo-. La "psicología del futuro", si quiere ser fecunda, afirma Klages, debe inspirarse en las intuiciones nietzscheanas. Sobre todo, el psicólogo debe, como Nietzsche, superar su misma humanidad, poniéndose más allá del bien y del mal, descubriendo la malicia esencial del corazón humano. Para Klages, finalmente, el psicoanálisis es una versión vulgarizada de la psicología de Nietzsche. Klages es hoy un autor casi olvidado, tal vez por su vinculación con el nacionalsocialismo, y fue vencido por el psicoanálisis. Sin embargo, su influjo fue grande en sus contemporáneos, sobre todo en aquellos dedicados al estudio del carácter. Además de su discípulo Hans Prinzhorn, podemos nombrar entre los autores que se inspiran enormemente en el caracterólogo alemán a Philipp Lersch, tercer sucesor de Wundt en Leipzig, y después profesor en Munich.
13 KLAGES, L., Los fundamentos de la caracterología, Paidós, Buenos Aires, 1965, pp. 306-307.

BAUMAN, Zygmunt, Amor Líquido, Sobre la fragilidad de los vínculos humanos,Editorial: F.C.E. México, 2005.BAUMAN, Zygmunt, Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias. Barcelona. Paidós Ibérica. 2005.BAUMAN, Zygmunt, La sociedad sitiada, Editorial : F.C.E. , Buenos Aires, 2004.LIPOVETSKY, Gilles, Los tiempos hipermodernos, Editorial Anagrama, Barcelona, 2006.HORKHEIMER, Max, Teoria tradicional y Teoria Critica, Ed. Paidos, Barcelona, 2009WELLMER, Albrecht, Sobre la dialéctica de modernidad y postmodernidad. La crítica de la razón después de Adorno (1985), Visor, Madrid, 1993SLOTERDIJK, Peter, Esferas III , Espumas, Editorial Siruela, Barcelona, 2005

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E-mail: adolfovrocca@gmail.com

Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC  – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.  –Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina.  Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis –Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–.  –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica  PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia,  Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás  © , Bogotá, Colombia. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.  Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo TheoriaProyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM.  Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008.  Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección  Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, ©  2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2013.
PUBLICACIONESPublicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanas http://dialnet.uniri...?codigo=1053859Vásquez Rocca, Adolfo, "Zygmunt Bauman; Modernidad Líquida y Fragilidad Humana", En Revista Observaciones Filosóficas - Nº 6 / 2008 - ISSN 0718-3712, PUCV. http://www.observaci...muntbauman.htmlVásquez Rocca, Adolfo, "Modernidad líquida y fragilidad humana; de Zygmunt Bauman a Sloterdijk" En Almiar MARGEN CERO, Revista Fundadora de la Asociación de revistas digitales de España - año VI - Nº 38  - 2008.http://www.margencer...d_liquida.html Vásquez Rocca, Adolfo, "Individualismo, modernidad líquida y terrorismo hipermoderno; de Bauman a Sloterdijk", En KONVERGENCIAS, Revista de Filosofía y Culturas en Dialogo, Nº 17, 2008 - ADEFYC Asociación de Estudios Filosóficos y Culturales, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, pp, 122 - 130. http://www.konvergen...uezrocca168.pdfVásquez Rocca, Adolfo, “Zygmunt Bauman: Modernidad Líquida y Fragilidad Humana”, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid, Nº 19 – 2008 (I),  pp. 309-316, http://www.ucm.es/in...19/avrocca2.pdf
Vásquez Rocca, Adolfo, "Individualismo, modernidad líquida y terrorismo hipermoderno; de Bauman a Sloterdijk", En ERRANCIA, La Palabra Inconclusa– Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura, Nº 3 © 2012, Universidad Nacional Autónoma de México UNAMhttp://www.iztacala....errancia_3.html
Vásquez Rocca, Adolfo, "Individualismo, Modernidad Líquida y Desilusión Hipermoderna: De Bauman a Sloterdijk”,  En “Redazione Rosebud” –Critica, Scrittura, Giornalismo– Anno III, DUBLIN, IRELAND, – marzo, 2013.http://rinabrundu.co...n-a-sloterdijk/


DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA: PUBLICACIONES  EN  REVISTAS  ACADÉMICAS  INDEXADAS  CON COMITÉ  EDITORIAL

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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D. - INVESTIGACIÓN
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Dr. Adolfo Vásquez Rocca - Eastern Mediterranean University - Academia.edu

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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D. - CURRICULUM ACADÉMICO ABREVIADO

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Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía Contemporánea



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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


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Quisiera ser cual aquel quien otro ha sido alguna vez


LA MASA Y EL MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS: DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO


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Vásquez Rocca, Adolfo, “Zygmunt Bauman: Modernidad Líquida y Fragilidad Humana”, En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid, Nº 19 – 2008 (I),  pp. 309-316, http://www.ucm.es/info/nomadas/19/avrocca2.pdf

 DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO O DE COMO DEVENIR PERRA 
 
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SEXO LÍQUIDO, INDIGNADOS: LA MODERNIDAD Y SUS PARIAS Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

ZYGMUNT BAUMAN: MIEDO LÍQUIDO, AMBIVALENCIA Y MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS
Adolfo Vásquez Rocca PH. D.
adolfovrocca@gmail.com


 
 


POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER: DE LAS RETÓRICAS DEL GÉNERO A LAS POLÍTICAS DE IDENTIDAD SEXUAL. BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER: DE LAS RETÓRICAS DEL GÉNERO A LAS POLÍTICAS DE IDENTIDAD SEXUAL. BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


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