Biopolítica: disciplinas normalizadoras y poder regulatorio.
“Biopolítica”,
el término acuñado por Foucault, ha sido retomada por varios
teóricos con cierta indeterminación, refiere al orden de una
política determinada en su conjunto por la vida, orientada hacia su
conservación y su control.1
Lo que significa, en principio, no “una política a propósito de
la vida, o del viviente”, sino “la vida que determina la
política”, o bien “la esfera de la política que es coextensiva
a la esfera de la vida”.2
Para
Foucault las técnicas o disciplinas normalizadoras se corresponden
con lo que lo que hoy conocemos como “biopolítica”, esto es, la
historia de los sistemas disciplinarios y de poder, un dispositivo de
defensa de la sociedad, que a partir del siglo XIX se emplaza en
términos de “guerra interna” contra los peligros originados en
el propio cuerpo social.3
El
biopoder en Foucault debe ser analizado en dos niveles4,
por un lado, se encuentra el poder disciplinario y por otro el poder
regulatorio.
En
el primer caso, el objetivo es el cuerpo del ‘hombre’, donde su
blanco es el conocimiento, poder y subyugación a través de
instituciones como el escuela, la prisión, hospitales, ejércitos y
todas aquellos organismos que describió detalladamente Foucault en
sus taxonomías de las instituciones. En este primer nivel, las
tácticas utilizadas para el disciplinamiento dicen relación con
estudios y prácticas criminalísticas, y educacionales. En segundo
lugar, está el poder regulatorio (biopolítica) cuyo objetivo ya no
es individual si no social, se ocupa de la población y de la raza
bajo consideraciones no sólo conductuales, sino también biológicas
e higiénicas, La institución por excelencia definida por Foucault
para realizar este tipo de regulación es el Estado, a través de
prácticas demográficas, sociológicas, políticas de migración,
de longevidad y de salud pública.
Para
Foucault, de manera claramente más restringida, la palabra designaba
el hecho de que, a partir del siglo XVIII, el control de las
condiciones de la vida humana se convirtió en un asunto político
expreso (salud, alimentación, demografía, exposición a los
peligros naturales y técnicos, etc.). Hasta ese momento, el poder se
interesaba poco por ello, ya que tenía otros objetos de atención
más directos para su ejercicio antes que nada, en territorio.
De
esta forma Michel Foucault traza por primera vez la ecuación entre
el surgimiento del individuo moderno y el biopoder: en su análisis
del poder disciplinario, Foucault descubre que las técnicas de
sujección y de normalización de los individuos intervienen sobre el
cuerpo, es decir, sobre la salud, la sexualidad, la herencia
biológica o racial, la higiene, clasificando a la población y
distribuyendo a sus miembros en el mapa definitorio de lo normal y lo
anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad y la salud.
Foucault
descubre que las técnicas de-sujeción y de normalización de las
que surge el individuo moderno tienen como punto de aplicación
primordial el cuerpo: es alrededor de la salud, la sexualidad, la
herencia biológica o racial, la higiene, los modos de relación y de
conducta con el propio cuerpo, que las técnicas de individuación
constituyen a los sujetos y los distribuyen en el mapa definitorio de
lo normal y lo anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad
y la salud. Es, pues,a partir del umbral de lo biológico, en esa
zona entre lo biológico y lo social, que las tecnologías modernas
intervienen y colonizan, de un modo nuevo, aquello que el mundo
clásico reservaba a la esfera de lo doméstico y de lo privado -la
esfera del oikos-.5
El
cuerpo y la vida, el cuerpo como instanciación del ser viviente del
hombre, se tornan materia política: de esa materia está hecho el
“individuo moderno” de Foucault. Foucault considera que las
políticas totalitarias -la nazi en primer lugar, aunque también la
socialista- han sido biopolíticas porque han estado dirigidas, más
que a una dominación de sus adversarios, al dominio de una
población, de una «raza» o de un «pueblo» definido según las
normas de la salud de la vitalidad productiva, etc. (Foucault lo
ordena todo bajo una categoría muy amplia de racismo).6
Foucault
advierte que el Estado “comienza a incluir entre sus tareas
esenciales el cuidado de la vida de la población” y “es ante
todo por una progresiva generalización y redefinición del concepto
de vida vegetativa u orgánica (que coincide ahora con el patrimonio
biológico de la nación […]” .
Entre
los refinados y numerosos matices conceptuales comentados por Agamben
respecto de Deleuze, dice que este último (en Deseo y placer)
manifiesta que, en rigor, la vida no es naturaleza sino “el campo
de inmanencia variable del deseo”; es decir, en una equivalencia
con el concepto de Spinoza referido al perseverar en su propio ser,
desear es “desear el propio deseo, constituirse como deseante”.
La vida es el campo de inmanencia variable del deseo. La potencia
que constituye la vida en sentido primordial (el nutrirse), coincide
con el deseo de conservar su propio ser que define la potencia de la
vida como inmanencia absoluta.
Algunos
antecedentes del biopoder dentro de la obra de Foucault.
La
obra de Foucault suele dividirse en tres momentos o etapas
intelectuales. Si se atiende al estudio introductorio a la edición
en español de la obra Tecnologías del yo7,
el primer momento se centra alrededor de la pregunta por el saber
entendida como arqueología en los textos La historia de
la locura y La
arqueología del saber. El
segundo momento hace relación a los primeros
acercamientos de Foucault a la pregunta por el poder en textos como
El orden del discurso,
Vigilar y castigar y
La voluntad de saber.
Finalmente, Foucault se ocupará de la pregunta por el gobierno de
los sujetos, es decir, por las técnicas y tecnologías de la
subjetividad. Lo anterior se verá reflejado en los textos La
inquietud de sí, El
uso de los placeres y La
gubernamentalidad.
Siguiendo
este ordenamiento, en un primer momento de la obra de Foucault, se
ubican los diversos discursos relacionados con la ciencia y su
tendencia a objetivar el sujeto como lo hace la biología, la
economía o la historia natural. En segundo lugar, Foucault se ocupa
de lo que él mismo denomina prácticas escindentes (practiques
divisantes), por medio de las cuales el sujeto es dividido en el
interior de sí mismo o de los otros; una vez más este proceso hace
de él un objeto susceptible de ser categorizado: Enfermo –
Sano, Loco – Cuerdo, Criminal – No
Criminal. El tercer momento foucaultiano, con su énfasis en el
sujeto, al igual que algunos puntos relevantes del segundo momento
foucaultiano, serán el punto de partida de las reflexiones sobre
los sujetos y su relación con el poder. Al respecto Foucault
precisa:
“Sin
duda, el objetivo principal hoy no es descubrir, sino rechazar lo que
somos. Nos es preciso imaginar y construir lo que podríamos ser para
desembarazarnos de esta especie de “doble coerción” política
que es la individualización y la totalización simultáneas de las
estructuras del poder moderno. Podría decirse, para concluir, que
el problema a la vez, político, ético, social y filosófico, que se
nos plantea hoy no es tratar de liberar al individuo del Estado y sus
instituciones, sino de liberarnos nosotros del Estado y del tipo de
individualización que le es propio. Nos es preciso promover nuevas
formas de subjetividad rechazando el tipo de individualidad que se
nos ha impuesto durante siglos.”8
Antes
que preocuparse por la génesis del Estado o por el surgimiento del
moderno individualismo burgués, Foucault se va a preguntar por la
tendencia de los modelos políticos modernos en pos del
individualismo, al tiempo que refuerzan las instituciones y medidas
tendientes a tomar a los individuos como un todo.
A
propósito de la reflexión foucaultiana sobre el poder vale la pena
resaltar como nuestro autor distingue entre dos paradigmas o formas
de entender el poder. En primer lugar aborda la idea jurídica del
poder, por la cual se atribuye al soberano el derecho legítimo que
ejerce sobre los sujetos bajo la forma de contrato. En tanto que la
segunda forma de entender el poder es denominada por Foucault forma
disciplinaria del poder, en abierta oposición con la primera puesto
que se caracteriza por ser anti soberana y anti jurídica. Se trata
de una forma de control que ejerce la fuerza normalizando y creando
las condiciones de vigilancia para imponer la docilidad de los
sujetos.
La
forma disciplinaria del poder es una forma de poder que, básicamente,
no actúa sobre los sujetos, sino que los encausa hacia un horizonte
de acción: No
disciplina,
sino que normaliza9.
No funciona con base en los ordenamientos jurídicos o los derechos,
sino en normas y estándar es que aluden a una tecnología social. Es
un poder que surge con el desarrollo de las ciencias humanas y, en
particular, con el de las ciencias de la normalización. De tal modo
que el poder no está centrado, sino que es difuso, no es propiedad
exclusiva de nadie, sino anónimo, no se ejerce sino que se trasmite
y se vive10.
En
esta misma línea, a la hora de pensar el poder en Foucault, es
preciso tener en cuenta dos “precauciones de método” al
respecto: La primera es no considerar el poder como un fenómeno
macizo y homogéneo, que opera en una sola dirección, sino como algo
que circula en muchas direcciones y funciona en cadena. En una
palabra: El poder es multidireccional y funciona siempre en red. La
segunda precaución es que existen varios niveles en el ejercicio del
poder. Foucault prefiere concentrarse en los niveles más bajos, allí
donde la microfísica del poder trashuma por nuestro cuerpo (…)
Tenemos entonces que Foucault distingue tres niveles de generalidad
en el ejercicio del poder: un nivel microfísico en el que operarían
las tecnologías disciplinarias y de producción de sujetos, así
como las “tecnologías del yo” que buscan una producción
autónoma de la subjetividad; un nivel mesofísico en el que se
inscribe la gubernamentalidad del Estado moderno y su control sobre
las poblaciones a través de la biopolítica; y un nivel macrofísico
en el que se ubican los dispositivos supra estatales de seguridad que
favorecen la libre competencia entre los Estados hegemónicos por los
recursos naturales y humanos del planeta”.11
Formas
de "gobierno sobre la vida": gubernamentalidad y modelo
neoliberal.
Escuelas
de pensamiento foucaultianas.12
Por
otro lado al intentar describir las estrategias de resistencia a las
técnicas de poder desplegadas por Foucault cabe distinguir entre dos
formas de entender el "gobierno sobre la vida": una forma
totalitaria, la otra neoliberal. Mucho más complicada es la cuestión
de cómo resistir el gobierno neoliberal sobre la vida, justamente
porque esta forma de gobierno es más un gobierno "de" la
vida que "sobre" la vida. “El problema en relación con
esto es que Foucault introdujo los términos de "gobierno"
y de "biopolítica" pero nunca propuso una teoría
sistemática acerca de la relación entre ellos. Por un lado, dentro
de una discusión muy vasta sobre la gubernamentalidad, Foucault se
da cuenta de que en la época moderna, el problema del gobierno
comienza a centrarse en la vida biológica de los hombres y propone
el análisis de una nueva forma de poder: el biopoder”.13
Ahora bien, aquí cabe una precisión fundamental, los intérpretes
de Foucault se dividen en dos escuelas de pensamiento: por un lado,
aquellos que dan una cierta prioridad a la biopolítica sobre el
gobierno (y en general, podemos decir que ésta es la recepción
italiana de Foucault), y por otro lado, aquellos que dan una cierta
prioridad al problema del gobierno en cuanto una nueva mutación del
poder/saber (y en general, podemos decir que ésta es la recepción
anglosajona y franco-alemana de Foucault).14
Para Foucault, la idea de "gobierno" es una forma de "control" -poder- o de "regulación" que se ejerce a partir de la "naturaleza" misma de las cosas; no se aplica "desde afuera" a éstas, sino que les es inmanente. Ahora, para entender la resistencia posible a una gubernamentalidad neoliberal, se debe entender sobre cuáles lógicas de la vida se modela tal gubernamentalidad. Tales lógicas son muy variadas -algunas de ellas con pretensiones epistemológicas-: van desde lógicas darwinistas (evolución), o nietzscheanas (voluntad de poder), hasta lógicas del tipo explorado por Canguilhem (normativas), o por Derrida y Esposito, del tipo "autoinmunitario", etc.
Ahora
bien de la Sociedad Disciplinaria de Michel Foucault se
comienza esbozar la idea de lo que vendría luego: la Sociedad de
Control y es precisamente esta obra de Deleuze Postdata sobre las
Sociedades de Control, la que ensambla con las reflexiones de
Peter Sloterdijk En el mundo interior del capital a partir de
ciertas reflexiones sobre la sociedad posmoderna, la influencia de
los medios de comunicación y los cambios tecnológicos de los
últimos años.15
FOUCAULT
FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Foucault:
las tecnologías del yo y la
gubernamentalidad
La
tecnología política tiene el objetivo de corregir la “anomalía”
de los individuos y ajustar sus campos de acción a lo socialmente
deseable y adecuado.
La
tecnología del yo dice relación a las prácticas por las
cuales los individuos se constituyen así mismo como sujetos, dentro
de un sistema atravesado por un sinnúmero de relaciones de poder.
Las tecnologías del yo entran en acción cuando, en la aplicación
de una tecnología política, el individuo es conducido a tomar
conciencia de su “anormalidad” o “falta” pero es inconsciente
de aquello a lo que se induce. Así los sujetos solicitan, por
iniciativa propia, ser tratados nuevamente por una tecnología
política, con sus respectivas técnicas de intervención.
La
gubernamentalidad se expresa en medidas estatales que operan
sobre la producción de conocimientos, cuya elaboración emana de un
conjunto de instituciones, expertos y disciplinas destinados a
constituir un régimen social normalizador. En ese sentido, todo ese
aparato de saberes e instituciones sociales va dirigido a
identificar, clasificar y tipificar el grado de “anormalidad” de
los individuos con el propósito de normalizarlos, modificarlos y
acomodarlos a un orden social concebido por el discurso emanado del
poder del Estado.
Estas
medidas gubernamentales no tienen el propósito último de castigar o
reprimir, sino de administrar la conducta de los individuos actuando
sobre sus posibilidades de acción, “concientizándolos” de tal
es posibilidades y anormalidades.
En
su conferencia y posterior texto de 1981, Omnes Et Singulatum,
Hacia una crítica de la razón política, Foucault señala
como un hecho evidente el de que las sociedades europeas han
evolucionado, gradualmente, hacia formas cada vez más centralizadas
en cuanto al ejercicio del poder político.
Paralelo
a este fenómeno, y en apariencia, contrario se da, según Foucault,
un desarrollo rastreable de ciertas técnicas de poder orientadas
hacia los individuos y destinadas a gobernar sobre éstos
continuamente: “Si el Estado es la forma política de un poder
centralizado y centralizador, llamemos pastorado al poder
individualizador”. Así, la apuesta epistemológica de Foucault,
estará encaminada a rastrear los orígenes, las conexiones y la
evolución entre este poder individualizador y su contraparte, en los
modelos de Estado venidos tras la revolución francesa.
Al
distinguir entre “sociedades soberanas” y “sociedades
disciplinarias” Foucault ya había señalado el paso, que ocurre
en la época moderna, de una forma de poder que decide sobre la
muerte y la ritualiza, a una nueva forma de poder que calcula
técnicamente la vida en términos de población, de salud o de
interés nacional. Por otra parte, precisamente en ese momento
aparece la nueva separación homosexual/heterosexual.16
Trabajando en la línea iniciada por Audre Lorde, Ti-Grace Atkinson y
el manifiesto “The-Woman-Identified-Woman”17
“Radicalesbians”, Wittig llegó a describir la heterosexualidad
no como una práctica sexual sino como un régimen político, que
forma parte de la administración de los cuerpos y de la gestión
calculada de la vida, es decir, como parte de la “biopolítica”18.
Una lectura cruzada de Wittig y de Foucault permitió a comienzos de
los años 80 que se diera una definición de la heterosexualidad como
tecnología bio-política destinada a producir cuerpos heteros.
FOUCAULT: BIOPOLÍTICA,
HIGIENE SOCIAL Y DISEÑO DEL “CUERPO BIOLÓGICO DE LA NACIÓN.
Dr.
ADOLFO
VÁSQUEZ ROCCA
1Dr.
Adolfo Vásquez Rocca: Doctor en Filosofía por la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad
Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención
Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del
Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el
Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello
UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto
Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB
Santiago.
Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante
en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y
Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de
Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean
University - Academia.edu. Académico Investigador de la
Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés
Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela
Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana.
Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la
Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha
publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y
políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28,
Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia,
España, 2008. Invitado especial a la International Conference de
la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale
2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture
de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine .
Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès
Editions , París, © 2012. Profesor de Postgrado, Magister en
Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad
Mayor 2013.
http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html
http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html
E-mail:
adolfovrocca@gmail.com
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http://www.ujaen.es/huesped/rae/articulos2013/21vasquez13.pdf
Universidad Complutense de MadridAdolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense de Madrid
Eastern Mediterranean University - Academia.edu
E-mail: adolfovrocca@gmail.com
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis –Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia, Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás © , Bogotá, Colombia. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, © 2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2013.
1NANCY,
Jean-Luc, La creación del mundo o la mundialización,
Editorial Paidós, Barcelona, 2003, Barcelona, p. 115
2Sin
duda, se encuentran también usos más restringidos del término.
Pero aquí sólo se consideran los más propiamente filosóficos y
que implican, proposiciones que revalúan fundamentalmente cada uno
de los términos que lo componen.
3
FOUCAULT,
Michel, (1977): Historia de la sexualidad – Vol 1: La voluntad de
saber. México: Siglo XXI
5DELEUZE
-FOUCAULT- AGAMBEN, Ensayos sobre Biopolítica: Excesos de vida,
Giorgi, Gabriel y Rodríguez, Fermín (comps) [Gilles Deleuze
/Michel Foucault /Antonio Negri / Slavov Zizek / Giorgio Agamben],
Editorial Paidós, Buenos Aires, 2009.
6NANCY,
Jean-Luc, La creación del mundo o la mundialización,
Editorial Paidós, Barcelona, 2003, Barcelona, p. 116
7FOUCAULT,
Michael. Tecnologías del yo y otros textos afines.
Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1990. p.12-13.
8Ibid.,
p.24.
9MENDIETA,
Eduardo, “'Hacer vivir y dejar morir': Foucault y la genealogía
del racismo”. En: Tabula Rasa, Bogotá, Nº.6, enero–junio
(2007); p.140.
10Ibid.,
p.141-142.
11CASTRO,
Santiago. “Michel Foucault y la colonialidad del poder”. En:
Tabula Rasa, Bogotá, No.6, enero–junio (2 007); p.162.
12La
recepción italiana y la recepción anglosajona y franco-alemana
13
LEMM, Vanessa y [M. Vatter , B. Noys y G.Chirolla], “Poder, vida
y subjetivación”, Revista de Estudios Sociales, Universidad de
los Andes, Colombia, Nº 43, 2012, 166-173
14Ibid.
15VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo, "Sloterdijk, Agamben y Nietzsche: Biopolítica,
posthumanismo y Biopoder" En NÓMADAS, Revista Crítica de
Ciencias Sociales y Jurídicas - Universidad Complutense de Madrid,
Nº 23 | Julio-Diciembre.2009 (I) pp. 291-302
16PRECIADO,
Beatriz, “Multitudes Queer: notas de una política para 'los
anormales'”, En Revista Multitudes. Nº 12. París, 2010
17Radicalesbians,
« The Woman-Identified Woman », en Anne Koedt, dir. Notes from the
Third Year, New York, 1971.
18Michel
Foucault, Historia de la sexualidad, Volumen I, Siglo XXI, Madrid,
1979.
FOUCAULT
Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS
SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO
VÁSQUEZ ROCCA
KATE MOSS Y THE ROLLING STONES: LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO O LA POSMODERNIDAD NIHILISTA Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
KATE MOSS AND THE ROLLING STONES
Una vez más, Kate Moss
salió a divertirse y terminó mal. La súpermodelo, de 39 años, asistió a
dos eventos: la inauguración de un nuevo local de Longchamp en Regent
Street y la fiesta de la revista W en un hotel londinense.
Al final de la noche, Kate terminó así:
Subida a un taxi, la modelo no pudo ni sostener la cabeza:
Para la ocasión, Kate eligió un extravagante: un minishort negro,
cortito y ajustado, con medias negras y una blusa negra, tapada hasta el
cuello, con una pequeña abertura. Eso sí: era casi transparente:
Lo acompañó con un cinturón que simulaba un lazo, una cartera azul y zapatos negros.
Para cubrirse, eligió un tapado plateado:
Adentro de la fiesta ya se veía que la noche no terminaría bien:
El glamour y la moda, junto con las indispensables gafas oscuras, quedaron atrás para Kate Moss, pues terminó dormida toda descompuesta tras una larga noche de copas y así fue sorprendida por los paparazzi.
10 millones de dólares anuales factura la modelo británica de 39 años, según la revista 'Forbes'
La top model británica
de 39 años fue captada subiéndose a un taxi desarreglada, algo
inestable en sus movimientos y recibiendo ayuda de una amiga para
mantenerse en pie.
La súpermodelo y esposa del rockero Jamie Hince, del grupo The Kills, quiso cumplir con las invitaciones que recibió, por lo que no se perdió ninguna fiesta de la Semana de la Moda en Londres: primero fue a la inauguración de un nuevo local de la marca de bolsos Longchamp en Regent Street, y luego a la exclusiva celebración de la revista W en un hotel de la capital del Reino Unido.
83-57-88 son sus medidas
En la noche londinense también se vio a la estrella de Hollywood, Zoe Saldana y al cantante de The Rolling Stones, Mick Jagger,
por lo que no habrá sido la única que bebió algunas copas de más, solo
que ella no fue precavida a la hora de retirarse del lugar y evitar
salir justo por donde aguardaban todos los fotógrafos.
Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía
ADOLFO VASQUEZ ROCCA
KATE MOSS
Kate Moss and The Rolling Stones
Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO
La moda en
la postmodernidad Deconstrucción del fenómeno fashion |
Adolfo Vásquez Rocca >>> CV |
La moda como espectáculo.
Relaciones entre individualismo, frivolidad y poder | Fashion y espectáculo | El cuerpo como experimento | La teatralidad de la vida social
| La desicononización del
símbolo | El
vestido. De lo estético a lo público |
Notas
El tema de la moda lejos de ser un asunto meramente banal constituye un documento estético sociológico que da clara cuenta de las sensibilidades de una época, en particular de la voluntad de ruptura e innovación o, por otra parte, de férreo conservadurismo, quedando definido el asunto del vestir como un asunto sustancialmente político. La moda ésta en la calle y por lo tanto es parte constitutiva de la res pública. Por ello, este artículo, al intentar dar cuenta del fenómeno fashion, supone ampliar la reflexión –más allá del asunto relativo al vestir– al contexto sociocultural y antropológico que supone.
La moda ha pasado
a formar parte de las preocupaciones políticas asociadas a la democratización.
La idea de que las sociedades contemporáneas se organizan bajo la ley
de la renovación imperativa, de la caducidad orquestada, de la imagen,
del reclamo espectacular y de la diferenciación marginal fue desarrollada
–principalmente– en Francia por autores situacionistas como Debord y los
teóricos más atentos a los fenómenos de la modernidad
tardía, los así llamados profetas de la postmodernidad, a saber
Lipovetsky y Braudrillard.
Por su
parte M. Kundera se concentra en la imagología, es decir, la capacidad
de creación de simulacros y sucedáneos, como el milagro materialista
de nuestro tiempo (1).
El devenir moda
de nuestras sociedades se identifica con la institucionalización del
consumo, la creación a gran escala de necesidades artificiales y a
la normalización e hipercontrol de la vida privada.
Desde el periodo de entreguerras,
con el surgimiento del “prêt à porter”, la moda del
vestir no ha hecho más que avanzar en un continuo proceso de democratización.
En este sentido, la moda es
un instrumento democrático que pretende lograr el consenso social,
un medio, por otro lado dudoso, pues bajo la apariencia de una gran pluralidad
y liberalidad genera una indiscutible homogeneidad.
La sociedad de consumo supone
la programación de lo cotidiano; manipula y determina la vida individual
y social en todos sus intersticios; todo se transforma en artificio e ilusión
al servicio del imaginario capitalista y de los intereses de las clases dominantes.
El imperio de la seducción y de la obsolescencia; el sistema fetichista
de la apariencia y alienación generalizada (2).
En las sociedades contemporáneas
las novedades se han abierto paso a golpes de botas de cuero. Una fantasía
individual, seguida por modelos anoréxicas, acompañadas de bandas
rock y andróginos super-star. La autonomía de esta estética
y de sus agentes sociales –los diseñadores– los nuevos gurús
del poder de las apariencias (J.P. Gaultier, Alexander McQueen, Vivienne Westwood,
John Galliano, etc.) han convertido el estreno de cada nueva colección
en uno de los eventos más distintivos de la sociedad del espectáculo,
en un fenómeno mediático que “pone en juego esa tensión
radical entre un aparente individualismo, y una sutil masificación
y alienación” (3).
El imperio de las marcas y el
desfile de quinceañeras uniformadas en todo el mundo, son grupos que
hacen de la moda “alternativa” otro objeto de consumo.
Por otra parte, cabe notar que,
paradojalmente, un exceso crítico frente
al carácter alienante de la moda, se convierte el mismo en una moda
–postura o impostura – para uso de la clase intelectual.
En algunos países se
usa la expresión una “mujer producida” para referirse a aquella que
ha fabricado o construido su imagen, ya sea con el maquillaje o el vestuario,
en definitiva por el claro acento de su “look”. La expresión “producción”
en este caso está asociada a los “productores” –de imagen– que se mueven
en el mundo del espectáculo.
Cuando la moda accede a la modernidad
se convierte en una empresa de creación –o producción– pero
también en espectáculo publicitario.
Frente a la alta costura surge
el “prêt–à–porter”, lo cual
no significó en absoluto una democratización de la moda, sino
más bien uniformidad o igualación de la apariencia; nuevos signos
más sutiles y matizados, especialmente firmas, cortes, tejidos, fibras,
continuaron asegurando las funciones de distinción y excelencia sociales.
La democratización significó una reducción de los signos
de diferenciación social, a criterios como la esbeltez, la juventud,
el sex-appeal, la comodidad, la naturalidad y cierto
minimalismo. La moda, en este sentido, no eliminó los signos de rango
social, sino que los reemplazó promoviendo referencias que valoraban
más los atributos de tipo más personal como los referidos, esbeltez,
juventud, etc.
Pese a lo anterior podemos citar
algunas estrategias para burlar estos nuevos imperativos. Andy Warhol en
Mi Filosofía... señala que decidió
“tener canas para que nadie pueda saber qué edad tenía y parecer
más joven de lo que los otros creyeran que sería” (4). Su argumento era que ganaba mucho volviéndose
canoso, pues todos se sorprenderían de lo joven que parecería
y se sacaría de encima la responsabilidad de actuar como un joven:
podría ocasionalmente caer en la excentricidad o en la senilidad y
nadie opinaría al respecto dado su cabello canoso. “Cuando tienes
canas –señala Warhol–, cada movimiento que haces parece joven y ágil
en lugar de ser sólo normal” (5). Así pues,
Warhol, se tiñó el pelo de blanco a los veinticuatro años.
Volviendo a nuestra reflexión
acerca de los cambios en los signos de status social promovidos por el imperio
de la seducción, debemos atender a las exigencias que la moda hace
al cuerpo, convirtiéndolo en un escenario de representación.
Estos cambios nos convierten
en “primitivos modernos”. No cesamos de forzar los límites naturales
del cuerpo para hacerlo más bello y deseable.
Según las culturas, se
forma o se deforma la anatomía en una serie de experiencias dolorosas,
que son parte integrante de nuestra civilización.
De todas las alteraciones corporales
el tatuaje es la más extendida. Los “primitivos modernos” imitan a
los auténticos primitivos inventando nuevos diseños que pueden
llegar a cubrir todo el cuerpo.
Al modo como cuando a una muchacha
de Etiopía se le introduce un disco de tierra cocida o de madera en
el labio inferior. Cuanto mayor es la superficie en forma de plato, más
bella y cara es la mujer. Al mismo tiempo ¿cuánto puede valer
una modelo occidental que se ha engrosado los labios con inyecciones de silicona?
Los Ibitoes de Nueva Guinea
valoran las cinturas angostas y para ello las comprimen con tiras de tela
y madera. En nuestra sociedad un talle muy fino ha constituido el ideal de
la belleza femenina.
Como se ve, al igual que el
arte, la moda sigue las leyes del progreso técnico y se hace autónoma
respecto a la belleza. Para el caso del vestir, por ejemplo, comprobamos
en la actualidad la autonomía del vestido respecto al cuerpo –el caso
tan conocido del tallaje– y respecto del diseño e incluso respecto
del vestir mismo: las últimas tendencias consisten justamente en deconstruir
el vestido (6).
En las fiestas
de máscaras, también especie de ceremonias rituales vigentes
aún en las sociedades contemporáneas, las personas parecen
haber elegido cuidadosamente su disfraz y esa noche aunque sólo sea
mientras dura la fiesta, serán aquello que siempre han querido ser.
Se han librado de su disfraz cotidiano –del aspecto habitual que llevan al
trabajo todos los días– y han decidido adoptar un aire seductor o
trasgresor. El estado final
de la metamorfosis es el personaje. Los simulados “punks” se han metamorfoseado
en auténticos transgresores porque a su careta (personaje) le están
permitidos todos los excesos que a ellos les están vetados. Una forma
atávica y ritual de liberarse de los miedos e inhibiciones.
Un espectador distanciado tendría
una curiosa sensación: la de que todo esto bien podría tratarse
de una reunión en un local de moda: una pasarela. Aunque desde una
óptica más antropológica, en las fiestas de máscaras
podríamos encontrar también –siguiendo nuestra híbrida
categoría del “primitivo moderno”– resonancias tribales.
La metamorfosis ha sido desde
siempre una de las obsesiones recurrentes del ser humano y a menudo representa,
de forma patente y brutal, el deseo implícito de subvertir lo establecido.
Asociado a ella se puede adivinar el engaño, la apariencia, en otras
palabras el disfraz.
Es necesario, sin embargo, distinguir
entre metamorfosis e imitación: la metamorfosis es percibir como propias
las características del otro, una posición cómoda de
usar y tirar.
Lo peligroso de todo disfraz
es que es posible acabar por encontrarse en la complicada y ambigua posición
del travestido.
La metamorfosis en un ser del
sexo contrario –o su imitación– es una de las más extendidas
en la historia de la humanidad (la más básica pareja de opuestos).
Se trata de esas mujeres con tacones altos y maquillajes exagerados, esos
hombres con barbas y brazos inundados de tatuajes –sin duda calcomanías
socorridas que mañana desaparecerán con agua –. Son las Marylyn’s y los marineros;
no son hombres ni son mujeres, son la esencia de lo masculino y lo femenino,
son lo narrativo del estereotipo.
Sin embargo, el estereotipo
es una categorización reducida a sus rasgos más grotescos, esto
es, a una caricatura. De modo que ser estereotipado es vivir una “identidad”
clausurada por la mirada generalizadora y etiquetadora del otro. Como dirá
Sartre “el otro es una mirada de la cual soy objeto” (7)
y a través de ella logro mi objetividad.
Nos vestimos al caer en la cuenta
de que estamos presentes ante otros, que son ajenos a nuestra (propia) interioridad.
Ante esa mirada del otro configuro mi exterioridad como expresión de
lo que soy. Esto nos enriquece, porque añade a nuestro ser corporal
nuevos significados que expresan la riqueza interior, dándole así
a nuestra apariencia (externa) una gran profundidad.
La constitución de nuestra
identidad, como intento mostrar, tiene lugar desde la alteridad, desde la
mirada del otro que me objetiva –que otorga consistencia a mi ser –, que me
convierte en espectáculo. Ante él estoy en escena, experimentando
las tortuosas exigencias de la teatralidad de la vida social.NOTAS
(2) DEBORD, Guy,
La sociedad del espectáculo, Ed. Pre –Textos,
Valencia, 1999, cap. II La mercancía como
espectáculo. P. 51 y sgtes.
(3) DEBOR, Guy,
La Sociedad
del Espectáculo, Ed. Pre–Textos, Valencia, 1999,
cap. VIII, La negación y el Consumo de la Cultura, p. 151 y sgtes.
(9) DE DIEGO, Estrella El andrógino sexuado, Ed. Visor, Colección La Balsa de la Medusa, 53, Madrid 1992,
p. 90.
(12)
VEBLEN, T, Veblen, T. (1995): Teoría
de la clase ociosa, Fondo de Cultura Económica, México (primera
edición 1899) p. 98.
Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía
BAUDRILLARD Por Adolfo Vásquez Rocca
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "JEAN BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL",
En ARQCHILE.CL ©, Portal Latinoamericano de Arquitectura, ISSN
0718-431X, Concepción, ISSN 0718-431X Número 22, 2012 – <;;http://www.arqchile.cl/baudrillard.htm>
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “BAUDRILLARD; CULTURA, SIMULACRO Y RÉGIMEN DE MORTANDAD EN EL SISTEMA DE LOS OBJETOS”, En Cuaderno de Materiales, Nº 23, 2011, 705-714 / ISSN: 1139-4382, Universidad Complutense de Madrid UCM. http://www.filosofia.net/materiales/pdf23/CDM45.pdf
-
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL", En EIKASIA. Revista de Filosofía, OVIEDO, ESPAÑA. ISSN 1885-5679, año II, Nº 11 (julio 2007) pp. 53-59.
<;;http://www.revistadefilosofia.com/11-02.pdf>
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "BAUDRILLARD; DE LA METÁSTASIS DE LA IMAGEN A LA INCAUTACIÓN DE LO REAL", En EIKASIA. Revista de Filosofía, OVIEDO, ESPAÑA. ISSN 1885-5679, año II, Nº 11 (julio 2007) pp. 53-59.
<;;http://www.revistadefilosofia.com/11-02.pdf>
<;;http://www.revistadefilosofia.com/11-02.pdf>
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